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Mikel: el Sindicato de Inquilinos de Madrid pone nombre a las prácticas de acoso inmobiliario de algunos caseros

Asamblea del Sindicato de Inquilinas

Somos Madrid

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El Sindicato de Inquilinos de Madrid ha denunciado un acoso inmobiliario que, en su opinión, pone sobre la mesa prácticas generalizadas de algunos caseros para obligar a sus inquilinos a abandonar sus casas.

Mikel vive de alquiler hace una década en Vallecas. Ha denunciado públicamente que el pasado 4 de enero, al regresar a su casa, encontró la cerradura del piso sellada con pegamento y excrementos en el buzón y la puerta.

Este fue el primero de los episodios de lo que describe como “ataques reiterados” y “acoso continuado”: espuma de poliuretano en la puerta, pintura en la mirilla, cerraduras bloqueadas con siliconas y otros materiales, y amenazas veladas en su buzón, como fotografías suyas tomadas mientras se dirigía al trabajo.

Su familia, residente en Euskadi, empezó también a sufrir prácticas de acoso, según explican. Llamadas, mensajes, amenazas directas y hasta la vandalización del coche de sus padres, cuyas ruedas fueron pinchadas.

Mikel tiene, según explican desde el Sindicato de Inquilinas, una grabación en la que se puede ver cómo un hombre manipula la cerradura de su domicilio, prueba que ha sido adjuntada a la denuncia que ha presentado ante la policía.

La organización y el afectado denuncian que detrás de los ataques está la propiedad del piso. Mikel se ha adherido a la estrategia Nos Quedamos del Sindicato, que consiste en continuar en la vivienda una vez se acaba el contrato mientras pagas la renta vigente para negociar una renovación de dicho acuerdo. En su opinión, esto habría originado el comienzo de las prácticas de acoso inmobiliario sufridas.

La Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) en vigor, que es la que rige los alquileres, permite a los caseros echar a los inquilinos en cuanto se acaban los cinco o siete años de contrato o en cuanto finaliza alguna de las prórrogas. El Sindicato de Inquilinos de Madrid ha planteado la estrategia #NosQuedamos como método de desobediencia civil para plantear negociaciones colectivas de nuevos contratos con los propietarios.

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