Un cumpleaños, un 'calvo' de la Lotería y un dueño escurridizo: el 70.048, segundo premio, riega Madrid de millones
“Es mi cumpleaños y este año que viene me jubilo. Pero no pongas cuántos cumplo”. Raquel no ha podido tener mejor celebración para este momento tan especial de su vida. La lotera ha sido la gran protagonista de una mañana de alegría desbordada en la Administración número 16, situada en el número 10 de la calle Barquillo de Madrid. El muy tempranero segundo premio, el 70.048, ha repartido millones en el corazón de Chueca cuando los niños de San Ildefonso lo han cantado a las 9.21. Aquí se han despachado 149 de las 198 series del número, dotadas con 1,25 millones de euros cada una (esto es, 1.490 décimos con 125.000 euros de premio cada uno) para una cifra total que rebasa los 186 millones de euros.
Aunque Raquel y sus compañeros Belén y Nacho han asumido la atención a la prensa, el máximo responsable del negocio ha sido mucho más escurridizo. Alberto Ferrer se ha quedado en el interior del local y solo ha salido para marcharse del lugar, sin que la mayoría de medios le reconocieran como gran artífice de esta jornada de júbilo en la zona.
Alberto lidera desde 2011 esta histórica Administración fundada en 1889. Traslada a Somos Madrid su “alegría” ante la noticia: “Ya habíamos dado una serie de El Niño y algún quinto, pero esto es otra cosa”. Eso en su etapa al frente del local, porque en siglo y medio de trayectoria general ha tenido otros éxitos. El mayor fue el 22 de diciembre 1970, cuando dio el Gordio gracias al 19.381.
Como Albeto es evasivo y parco en palabras, es Nacho (que ejerce de comercial) quien se explaya en sus explicaciones: “Hemos vendido a muchos vecinos y empresas de la zona, aunque no os podemos decir ninguna”. Los premiados prefieren mantener el anonimato, quizá el motivo por el cual ningún agraciado se ha acercado al 10 de la calle Barquillo a lo largo de la mañana.
Mientras las televisiones, radios y periódicos movilizados esperabana a unos premiados que o no han aparecido aún o han sabido disimular, han sido los trabajadores del negocio quienes han copado titulares y declaraciones. También bromas: “Aquí tenemos a nuestro calvo de la Navidad”, espeta una trabajadora a un compañero, que responde con una carcajada. Se trata de Andrés, que protagonizó incluso una particular versión del mítico anuncio del calvo de la Lotería con el que la Administración se promocionó en redes. De hecho, la plantilla reparte a la prensa tarjetas con un código QR que permite ver el clip. El vídeo no tiene desperdicio.
Algunos obreros del entorno contestan a las preguntas de los medios que “todavía no han mirado el número” que llevan. Un vecino descarta hacerlo: “El mío termina en 7, así que ni voy a consultar el boleto. Solo me va a dar más rabia ahora que sé que he tenido el segundo tan cerquita”.
Desde la Administración precisan a este diario que se han quedado sin vender 49 de las 198 series del número. Entregarán así más de 186 millones de euros, mientras que 61,25 retornarán a las arcas de Hacienda. “Solo se han vendido 30 décimos en ventanilla. La mayoría han sido a particulares y empresas por Internet, donde hemos tenido más de 1.000 clientes”, precisa una lotera. En cuanto a detalles de las compañías, solo concreta que una de ellas es “una pequeña empresa de ingeniería de Madrid”.
A los loteros, por cierto, tampoco les ha sonreído la suerte. Al menos con un premio propio, porque todos están exultantes mientras descorchan el cava y el champán o se enfundan las camisetas con el 70.048 para posar ante las cámaras. A Raquel la Lotería de Navidad no le ha hecho millonaria, pero le ha regalado para siempre un cumpleaños inolvidable. Y la fortuna de poder despedirse de su trabajo por todo lo alto.
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