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Siete de cada diez empleados cambiaría el coche de empresa por un presupuesto de movilidad

Renault Zoe de Zity.

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Con el trabajo híbrido transformando los patrones de desplazamiento en los últimos dos años, los trabajadores demandan nuevas fórmulas de movilidad más sostenibles y flexibles que se ajusten a la nueva normalidad. La firma Free Now ha realizado un estudio en Europa para determinar cuáles son esas tendencias de movilidad, especialmente en el caso de las personas que cuentan con empleo. Y las conclusiones resultan sorprendentes.

La más llamativa, sin duda, es que la mayoría de los europeos (63%) y un aún mayor porcentaje de españoles (69%) renunciaría al vehículo de empresa, en caso de corresponderles, a cambio de disponer de un presupuesto de movilidad suficiente para cubrir sus desplazamientos habituales. Además, el 70% de los empleados encuestados exige a sus empresas que reduzca activamente el nivel de emisiones y promueva alternativas de movilidad más sostenibles.

El estudio indica que en España alrededor del 45,5% de las personas con trabajo, ya sean autónomas o por cuenta ajena, cuentan con la posibilidad de tener coche de empresa. Siete de cada 10 renunciaría a él por un presupuesto de movilidad equivalente, que le permitiera reducir significativamente las emisiones y seleccionar de forma cómoda y flexible la opción de movilidad preferida en cada momento, incluyendo el coche compartido, el taxi, el transporte público y las opciones de micromovilidad, como las bicis, motos y patinetes eléctricos.

Los trabajadores que disponen de coche de empresa señalan como aspectos más molestos de su uso la contaminación (21,5%), el coste del repostaje (20,5%) y, principalmente, el tráfico (27,4%). En una ciudad como Madrid, los niveles de circulación son iguales e incluso superiores en muchas ocasiones a los previos a la pandemia, sobre todo a primera hora de la mañana.

Para los empleados españoles, son muchas las ventajas de tener a su disposición un presupuesto de movilidad que les permita disfrutar de una asignación mensual en diferentes modos de transporte compartido. Entre ellas destacan el menor tiempo de búsqueda de aparcamiento (84,1%), la libre elección del modo de transporte (81,5%) y las ofertas de movilidad respetuosas con el medio ambiente (80,7%).

Cada vez son más también las personas que demandan a sus empresas alternativas de movilidad sostenible. En Europa, este porcentaje asciende al 70% de los trabajadores, pero solo uno de cada cinco cree que su empleador está interesado en las emisiones derivadas de la movilidad de sus empleados cuando se desplazan al trabajo o en viajes de negocios. Por su parte, en España, el 80,7% de los entrevistados encuentra muy y/o bastante atractivo que la compañía financie presupuestos de movilidad, y de hecho el 62,1% asegura que tenerlo le animaría a ir más a menudo a la oficina.

Un codiciado beneficio de empresa

Los beneficios de movilidad se encuentran entre los tres primeros beneficios de empresa más deseados en Europa, junto con los subsidios para comedor o comida y la opción de teletrabajo. Kersten Heineke, codirectora del McKinsey Center for Future Mobility, señala que “para muchas empresas, la movilidad es una parte integral de su estrategia de compensación y beneficios, y se volverá aún más importante en la batalla por la búsqueda de talento. Un número creciente de empresas tendrá que modernizar sus planes de beneficios corporativos en los próximos años e integrar alternativas de movilidad más ecológicas, como el presupuesto de movilidad para empleados”.

La situación es diferente en España, donde los beneficios sociales más demandados son el teletrabajo (55,6%), el coche de empresa (50,5%) y el abono transporte reducido o gratuito (49,2%). “Creemos que esto es así porque, actualmente, el transporte en medios como el taxi o vehículos de movilidad personal, como el patinete o la bicicleta, no está regulado como un beneficio social que tanto empresas como empleados se puedan deducir”, explica Heineke.

No obstante, “al igual que el transporte público está regulado como un beneficio social -prosigue la experta-, las Administraciones Públicas deberían incluir otras opciones de movilidad sostenible en esta categoría con el fin de promover una movilidad urbana más sostenible y eficiente, y ayudar a su vez a las empresas a responder a las demandas actuales de sus empleados y de las propias ciudades”, ha explicado Heineke.

Sobre la Ley de Movilidad Sostenible que está preparando el Gobierno, Isabel García Frontera, directora general de Free Now, afirma que, “si existe de verdad un compromiso público de la Administración para descarbonizar el transporte, se podría promover la movilidad compartida, también en taxi, con bonificaciones fiscales, tal y como se hace con el transporte colectivo, permitiendo a las empresas reducir el IRPF de estos beneficios a sus empleados”.

“Nuestra plataforma reúne una amplia oferta de vehículos cero emisiones, que ayudan a reducir la dependencia del vehículo privado y a aumentar la eficiencia de la movilidad urbana. En una ciudad de movilidad puramente compartida se necesitaría alrededor de un 90% menos de vehículos. Con nuestro presupuesto de movilidad, ofrecemos un beneficio único para los empleados y una alternativa sostenible al coche de empresa en la ciudad”, concluye García.

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