La versión eléctrica del X3 tendrá 286 CV y 440 km de autonomía con una batería menor de lo habitual
La marca alemana BMW ha facilitado hace unas horas los primeros detalles técnicos de su nuevo todocamino eléctrico, el iX3, un modelo derivado del X3 cuya producción comenzará en este mismo 2020. De este modo, el laureado SUV bávaro se convertirá este año en el primer vehículo de la firma disponible tanto con motores de gasolina y diésel convencionales como en variantes híbridas enchufables y eléctricas puras.
Las prestaciones que se anuncian para el iX3 son las que cabe esperar de un fabricante que busca ante todo el dinamismo, a la par que la eficiencia. Su motor eléctrico entrega 286 caballos de potencia máxima y un par motor de 400 Nm, en tanto que la batería, de 74 kWh, le permite recorrer más de 440 kilómetros, según el ciclo de pruebas WLTP.
En 2021 llegan los i4 e iNext
La quinta generación de la tecnología BMW eDrive aquí embarcada, y que a partir de 2021 se desplegará también en los i4 e iNext, comprende una unidad de accionamiento donde el motor eléctrico, la electrónica del sistema y la transmisión se alojan en una carcasa central. Como resultado, tanto el espacio de instalación requerido como su peso se reducen de manera considerable, y con ello la relación entre la potencia del motor y el peso del sistema de propulsión mejora alrededor del 30% en comparación con la generación anterior.
BMW asegura que su modelo registra un consumo de energía único en su segmento de menos de 20 kWh/100 km (WLTP). Gracias a ello, al ratio favorable entre tamaño y rango de la batería, la alta densidad energética de esta y la eficiencia de los componentes del variador, el iX3 puede proporcionar una autonomía que solo es posible en otros vehículos eléctricos que cargan con baterías mucho más grandes y pesadas.
El motor eléctrico, construido según un método que minimiza la necesidad de las codiciadas tierras raras, se ha desarrollado con el fin de ofrecer una alta aceleración inicial y un empuje que se mantiene a velocidades superiores. Como es marca de la casa, transfiere la potencia a las ruedas traseras, lo que mejora la eficiencia del sistema de propulsión y permite aprovechar la larga experiencia de la marca alemana en el diseño de trenes de rodaje de tracción posterior.
En cuanto a la arquitectura de la batería, su tamaño y diseño compacto se han optimizado aún más. Al colocarse en una posición extremadamente baja y plana del piso del coche, no hay pérdida de espacio para los pasajeros ni para el compartimento de carga en comparación con las versiones de motor de combustión interna del X3.
Los ingenieros de la firma bávara han trabajado específicamente no solo para aumentar la densidad de energía, sino también para mejorar todas las características de la celda de batería, en especial la durabilidad y la seguridad. Uno de sus hitos ha consistido en reducir en dos tercios adicionales la proporción de cobalto contenida en la batería. Con el iX3, además, BMW ha comenzado a comprar directamente las materias primas de cobalto y litio para entregarlas luego al productor de las celdas.
El fabricante no se contenta con extremar la eficiencia del modelo en todos los campos, sino que persigue también contener la huella ecológica real que implica la producción de vehículos eléctricos, sobre todo en aquellos mercados con bajo porcentaje de energía renovable en su mix global. En concreto, se ha propuesto que cada modelo suyo electrificado debe presentar un balance de CO2 sustancialmente mejor que el de un coche equivalente con motor térmico.
En el cómputo se tiene en cuenta el ciclo completo de fabricación, desde la adquisición de la materia prima y la cadena de suministro hasta la producción en sí y el uso, además del reciclaje. En el caso del iX3 la ventaja ha sido superior al 30% respecto a un X3 sDrive 20d cuando se recurre a la energía promedio actualmente en Europa durante la fase de utilización del vehículo. Si este se carga con electricidad limpia, la mejora alcanza el 60%.
Por último, en el nuevo SUV se sigue el camino de la tecnología BMW i3 Plug & Pay y, por tanto, la batería del alto voltaje con el que está equipado tiene reservada una segunda vida formando parte de un paquete de baterías estacionarias cuando haya concluido su ciclo de uso habitual a bordo del coche.
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