Opel hace saltar la banca con el nuevo Mokka-e, pero su éxito se le atraganta
El pasado mes de noviembre, cuando Opel presentó a la prensa en Madrid su nuevo y flamante Opel Mokka, ya os hablábamos en este mismo canal de las muchas esperanzas que la marca tenía depositadas en su nuevo SUV, disponible tanto en versiones de combustión interna como eléctrica. En aquel momento, a cinco meses del comienzo previsto de las entregas, se las prometía muy felices porque el entusiasmo de su red comercial, que suele ser el primer indicio del éxito de un modelo, se traducía en más de 1.000 pedidos del coche.
Con el paso de las semanas, esta buena aceptación -sobre todo del Mokka-e, 100% eléctrico- se ha transformado en un quebradero de cabeza para la firma alemana. El caso se ha complicado especialmente en Alemania, donde el malestar de las personas interesadas en el nuevo modelo ha llegado a los medios de comunicación. Se informa en ellos de que la alta demanda del pequeño SUV en su variante de baterías ha desbaratado las previsiones, incluso las más optimistas, de los responsables de Opel.
El periódico Handelsblatt, por ejemplo, señala que la capacidad de producción de la que dispone actualmente la marca no va a ser capaz de atender el nivel de demanda existente del Mokka-e a lo largo de todo 2021. El interés del público por este nuevo eléctrico desde su presentación oficial en junio del año pasado ha sido tan grande, asegura, que Opel se ha visto incluso obligada a cancelar los contratos de venta ya firmados con cientos de clientes.
En una carta al director publicada por el mismo diario, dirigida a uno de estos clientes, Opel se disculpa por verse obligada a romper el contrato, confirmando que es consecuencia del overbooking que ha generado el inesperado nivel de demanda. En esta misma carta, el fabricante alemán se muestra incapaz de ofrecer una fecha posterior de entrega a lo largo de todo este año 2021, y por este motivo considera que la cancelación es la única opción posible.
Como alternativa al Mokka-e, se está ofreciendo a los clientes afectados la posibilidad de adquirir en su lugar un Corsa-e, la versión eléctrica del conocido utilitario, totalmente equipado y a un precio extremadamente competitivo. La solución no ha sido del agrado de muchos de ellos, pues consideran que se trata de un vehículo que no cubre sus necesidades, al pertenecer a un segmento distinto.
Precio, diseño y autonomía
El precio es precisamente uno de los factores, junto con su línea atractiva y poco vista, que explican el éxito -agridulce para Opel, eso sí- del Mokka eléctrico. En Alemania, país que como hemos visto concentra la mayoría de las reservas, sale por poco más de 23.000 euros después de aplicar las ayudas concedidas por el Gobierno, una suma muy competitiva incluso si la comparamos con modelos de combustión como el Volkswagen T-Roc, que se mueve en tarifas similares.
El malestar por la situación generada no solo afecta a los clientes interesados en el nuevo SUV de Opel, sino también a la propia cúpula de la compañía, siempre según los medios de comunicación alemanes. Con independencia de que el volumen de pedidos haya alcanzado cotas sin precedentes, los directivos se recriminan no haber sido capaces de anticiparse a una elevada demanda que además, sobre el papel, habría podido sentar muy bien a sus cifras de ventas, un tanto estancadas en los últimos años.
La firma del Blitz tiene previsto paliar el atasco provocado por el Mokka-e incrementando la capacidad de la fábrica de Poissy. Sin embargo, por el momento se desconocen las estimaciones de producción para el primer año de vida comercial del modelo, cuyas primeras entregas están programadas justamente para los primeros compases de 2021.
Como te adelantamos en este artículo, la versión eléctrica del Mokka emplea un tren de propulsión -el mismo que el del Corsa-e que ahora se les está ofreciendo a los clientes alemanes- que consta de un motor eléctrico de 136 CV y 260 Nm de par máximo y una batería de 50 kWh de capacidad que ofrece 324 kilómetros de autonomía.
La aceleración hasta 50 km/h desde parado la completa en 3,7 segundos, y los 100 km/h los alcanza en 9. La velocidad máxima está limitada electrónicamente a 150 km/h. Su consumo combinado es de 17,4 kWh/100 km, según el ciclo de pruebas WLTP. Con todo, el mayor atractivo del coche es estético, y viene dado por su silueta compacta y un frontal -muy diferente de lo que se estila hoy- en el que destaca el Opel Vizor, una especie de antifaz que le cubre el rostro.