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INVESTIGACIÓN

Un empresario revela pagos en negro en una incubadora de empresas del Gobierno de Murcia con fondos europeos

El presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, durante una visita al CEEIC. A la derecha de la imagen, Ángel Martínez-Conde.

Alberto Ortiz

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El Centro Europeo de Empresa e Innovación de Cartagena es, en principio, una asociación sin ánimo de lucro. Depende del Instituto de Fomento del Gobierno de la Región de Murcia (Info) y recibe fondos europeos para su funcionamiento. Los técnicos que trabajan allí deben asesorar de forma gratuita a empresas y startups en cuestiones contables o financieras. Pero un cargo de ese organismo cobró mordidas en negro a al menos una empresa a cambio de esos mismos servicios que debía prestar de manera gratuita, según revela en una grabación a la que ha tenido acceso elDiario.es el empresario al que se le reclamaron esos pagos.

El cargo al que señala la grabación es José Carlos García, jefe de Desarrollo Empresarial y Financiación Europea del CEEIC, que habría pedido dinero negro a una startup por servicios que la entidad en la que trabaja debería ofrecer de forma gratuita. La grabación es una conversación entre dos personas, una de ellas el dueño de una de las compañías que acudió a ese vivero de empresas para recibir asesoramiento. El director de la entidad es Ángel Martínez-Conde, primo del exministro Federico Trillo, que contactado por este medio admite que les llegó una información en este sentido, pero que no actuarán hasta que haya una denuncia ante los tribunales.

Según la información a la que ha tenido acceso elDiario.es, García realizó servicios durante seis meses para una empresa dedicada a inteligencia artificial y ubicada en aquel momento en ese centro. Al inicio, los pagos se realizaron sin justificación alguna, pero pasado un tiempo, siempre según el empresario, para blanquear el dinero que entregaba a García, la empresa puso en nómina a su mujer y figuró como empleada pese a que el resto de compañeros ni la llegaron a conocer. 

De conversaciones a las que ha accedido este diario se desprende que la empresa contrató los servicios de García para que les redactara análisis financieros o proyecciones económicas de la compañía. Ninguno de los empleados tenía conocimientos de ese tipo y le hicieron pagos en negro para que fuera de sus horas de trabajo les resolviese diferentes trámites, como rellenar los formularios necesarios para solicitar una línea de préstamos. 

“Nosotros teníamos conocimiento técnico, pero no financiero ni económico. La opción más barata era: el técnico que tengo al lado, eso sí te lo digo, fuera de tus horas de trabajo, nos haces el emprendía”, explica en una conversación privada con otro trabajador. “El emprendia” es una línea de préstamos del propio Info para “favorecer el crecimiento de empresas innovadoras” o “proyectos novedosos de reciente creación para impulsar el desarrollo económico y la creación de empleo” en la región, dotadas con cantidades desde 25.000 hasta 300.000 euros.

En una conversación, el empresario se explica así: “El tío, como tiene esa ambición exacerbada, trabaja fuera, dentro, lo que sea. Nosotros lo contratamos bajo mano primero y después le pusimos una nómina a su mujer, con el objetivo de que hiciera servicios profesionales más allá del CEEIC. Que te digo, para mí no es malo”. En otro momento, el empresario reconoce que ni siquiera conoce a esta mujer y que la ha visto de pasada en un par de ocasiones. 

El tío, como tiene esa ambición exacerbada, trabaja fuera, dentro, lo que sea. Nosotros lo contratamos bajo mano primero y después le pusimos una nómina a su mujer

Esa relación comercial duró cerca de seis meses, hasta que la empresa necesitó contratar a alguien de forma fija para estos servicios. Durante ese tiempo, según reconoce el empresario en esas conversaciones, García les realizó diferentes cobros de entre 700 y 800 euros, divididos en una tarifa fija y otra variable, en función de si la empresa recibía o no los préstamos y ayudas que solicitaba para ella u otras variables. 

Algunos emprendedores y trabajadores del mismo centro reconocen en conversación con este diario haber escuchado “rumores” al respecto, aunque ninguno admite haber efectuado pagos a este técnico ni a otros de la entidad. 

Martínez-Conde, el director del CEEIC, afirma en declaraciones por teléfono que hace un tiempo –no recuerda bien cuándo– recibieron una información verbal sobre el tema, que él también atribuye a “rumores” y “comentarios”. A partir de ahí, dice, hicieron algunas preguntas y no encontraron nada, pero precisa que para hacer una investigación formal necesitan una “denuncia” o “al menos alguna prueba”. Según ha podido saber este diario, Martínez-Conde ha comenzado los trámites para prejubilarse y dejar la entidad en breve. Este movimiento ha sorprendido entre varios trabajadores del centro, que esperaban que se mantuviese en ese puesto hasta cumplir la edad legal de jubilación.

“Al principio hubo movimientos (...). Yo sé que eso se ha estado viendo y estamos viendo ahora a ver si hay alguna denuncia”, explica el titular del centro, antes de insistir: “Todavía la denuncia como tal no está establecida. Primero tiene que haber una denuncia y después actuar la empresa”. Conde no se refiere a una denuncia judicial, aclara más tarde, sino a que le hagan llegar un escrito con pruebas de que algo así está ocurriendo. 

“Nosotros no podemos actuar porque venga alguien y nos diga 'me suena esto y me han dicho'. Nos han llegado rumores de que podía pasar todo eso, pero nada más. Estamos con los abogados viendo el sistema de compliance para ver qué hacer”, añade el director del CEEIC, en referencia a los mecanismos que tienen algunas empresas y en este caso el centro para velar por que no haya ninguna irregularidad dentro de la organización. “Había un rumor y hemos puesto en marcha el compliance. No estamos mano sobre mano, estamos en estudio por si hubiera, que tampoco lo tenemos claro. Tú puedes decirlo pero tienes que demostrarlo. Yo no soy un investigador. Primero tenemos que ver en qué se basa eso”, zanja.

El técnico José Carlos García niega de forma tajante en declaraciones a este diario que realizase ningún cobro a cambio de estos servicios adicionales y también rechaza que acordase con el empresario poner en nómina a su mujer para blanquear las transacciones. García achaca esta información al cambio de dirección en el centro, que se debe producir próximamente ante la jubilación de Martínez-Conde. Según dice, cuando se producen este tipo de cambios, se ataca a las personas con mejor desempeño.

Una incubadora del Gobierno regional sin ánimo de lucro

El CEEIC es una asociación sin ánimo de lucro, que fue creada en 1992 con el objetivo de acelerar y ayudar a innovar a las más de veinte empresas que ahora mismo se ubican en su sede. En concreto, los técnicos del CEEIC ayudan a autónomos y sociedades de reciente creación; incuban y aceleran startups y empresas de base tecnológica (EIBT); asesoran a pymes en sus procesos de innovación y de transformación digital; y fomentan la cultura emprendedora y el desarrollo del talento. El centro tiene además un programa de ayudas del Info “dirigidas a fomentar la innovación y el emprendimiento”, cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder).

El CEEIC depende del Instituto de Fomento de la Región de Murcia, que financia este tipo de entidades para promover la cultura emprendedora en la región. Aunque se trata de una asociación sin ánimo de lucro y está dirigida por Martínez-Conde, la principal vía de financiación es a través de esta institución regional y los fondos Feder.

La entidad cuenta además con participación del Ayuntamiento, la Cámara de Comercio de Cartagena o la Universidad Politécnica, y de algunas de las principales empresas presentes en la región, como Repsol, Navantia, Iberdrola o Bankia, que aportan capital y financian después proyectos puntuales que se desarrollan en la entidad.

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