Estudiantes y profesores de la ESAD, en pie de guerra: “Queremos reformas integrales, no parches puntuales”
Un centenar de alumnos de la Escuela Superior de Arte Dramático de Murcia (ESAD) han protagonizado una sentada en la puerta del centro en señal de protesta por las condiciones “insalubres” y estructurales que padece el edificio. Las clases se imparten en el antiguo Seminario Sal Fulgencio, edificio del siglo XIII. Desde hace varios años, los alumnos y profesores de danza y arte dramático están reclamando mejoras en las condiciones de mantenimiento e insonorización. Alumnos y docentes han manifestado que “el espacio es demasiado pequeño para estas dos enseñanzas”, por lo que el Conservatorio de Danza lleva mucho tiempo pidiendo su traslado a otro edificio.
Ante la falta de espacio, la dirección de la ESAD habilitó hace un mes un almacén del sótano como aula de canto por la insuficiencia de espacios. En un escrito redactado por la asociación de alumnos y por los profesores protestan por las condiciones de “insalubridad”, pues manifiestan que es un “espacio oscuro, que rezuma humedad, lúgubre y pequeñísimo”.
Por su parte, la directora de la Escuela de Arte Dramático, Sonia Murcia Molina, ha negado que las condiciones sean tan extremas: “No es la clase ideal, pero era para ganar espacio porque el centro lo compartimos con la Escuela de Danza. No es insalubre, es un edificio con 20 años”.
En 2015 se desplomó un muro de un aula del edificio. Hace un año cayó una piedra de grandes dimensiones de la portada histórica de la fachada. El pasado octubre el derrumbe de una parte del falso techo de escayola de un aula fue la gota que colmó el vaso y provocó el aumento de quejas de los estudiantes.
Esto provocó el inicio de obras para repararlo cuyo “presupuesto y ejecución estaban aprobados desde hace un año y medio”, según consta en el escrito difundido por alumnos y docente. “Esta acción es insuficiente para la seguridad estructural porque no cubre todos los espacios con falso techo en donde se desarrollan acciones docentes”.
Además, ponen en manifiesto la falta de protección frente al ruido. Reclaman tanto la insonorización de los espacios, como la sonorización: “Queremos que insonoricen para aislar cada aula para evitar que el ruido que se genere perjudique la marcha de las otras clases; y sonoricen para que el ruido que se produzca dentro del aula se reparta y absorba.
Un docente de la ESAD, que no ha querido revelar su identidad, confirma a este medio el reprobable estado de la escuela: “Varios compañeros, por estar expuestos constantemente al ruido, están sufriendo pérdidas de capacidad auditiva”. Oriol Pamies, vicepresidente de asociación de alumnos, asegura que ha recogido más de 150 firmas de los estudiantes y que mañana, 27 de noviembre, irán “de uno a uno a denunciar a la Consejería de Educación”. José Guirao, alumno de arte dramático, declara a este medio en mitad de la sentada que se les están “cayendo la escuela a trozos y damos clases hasta en los pasillos, pasando mucho frío”.
La Consejería asegura que las obras han comenzado
El Grupo Parlamentario Socialista presentó en la Asamblea Regional una propuesta para solucionar los problemas del conservatorio. Antonio José Espín, diputado del PSOE, ha señalado que lo que debe hacerse es “llevar el conservatorio de danza a otro lugar, y que la remodelación sea integral y no poner parches, que es lo que lleva la Consejería haciendo desde los años 90”.
A través de un comunicado, la Consejería de Educación ha informado que “las obras en el Conservatorio de Danza ya han comenzado con una inversión de casi 500.000 euros para cambiar los techos e instalar un sistema de climatización nuevo”.
En cuanto al nuevo emplazamiento del Conservatorio, desde el Gobierno regional han asegurado que se encuentran “en la fase inicial, habiendo diseñado ya los técnicos un programa preliminar de necesidades y habiéndose realizado los primeros trámites”.
Asimismo, han expresado que los técnicos de la Consejería de Educación “han realizado ya el estudio de las necesidades de espacios previstas, por el que se estima la necesidad de construir un mínimo de 4.055 metros cuadrado”.
Murcia Molina, por su parte, ha confesado que “todo el equipo docente de arte dramático” quiere quedarse en las actuales instalaciones y que, para ello “habría que parchearlos, hacer reformas”. La directora ha añadido que quiere “confiar en la Consejería de Educación cuando dicen que en la primera actuación sería el aislamiento térmico y después el sonoro”.
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