Españoles, no nos dejéis (gobernar) solos
Después de firmar el acuerdo y darse el abrazo, Sánchez e Iglesias se acercan al micrófono y lanzan un mensaje conjunto a la ciudadanía, en plan SOS:
“¡Españoles, no nos dejéis solos, no permitáis que terminemos de negociar este acuerdo solos, y sobre todo no nos dejéis gobernar solos!
No nos dejéis solos y os vayáis ya a celebrar, que esto es solo un primer paso, queda mucho por hacer, y ya nos conocemos y nos conocéis: son varios años de desencuentros, acuerdos fallidos, desconfianza y acusaciones, recelo y no poco resentimiento acumulado, y todo eso no se evapora con un abrazo ni firmando un documento de principios generales. Empujadnos en los próximos días, no permitáis que nos levantemos de la mesa, vigiladnos y exigidnos, no sea que la acabemos cagando otra vez cuando toque concretar políticas y repartir carteras.
No nos dejéis solos de aquí a la investidura, que faltan demasiados días y se van a multiplicar las presiones y las maniobras para sabotear este acuerdo. Nos van a poner todos los palos imaginables en las ruedas, nos van a buscar las vueltas e intentar enfrentarnos. Tenemos en contra a los partidos de derecha y a sus millones de votantes, a la mayoría de medios, articulistas y tertulianos, por no hablar del fuego amigo, los versos sueltos de nuestras propias filas que tampoco faltarán a la cita. Y por supuesto el poder económico, al que no le gustaba una coalición en primavera, y sigue sin hacerle gracia.
Tampoco os vayáis el día que tomemos posesión y empecemos a gobernar. Ahí es cuando de ninguna manera nos podéis dejar solos, porque todos los mencionados en el párrafo anterior y algunos más se van a dedicar a dispararnos con todo desde el primer minuto, van a magnificar cada uno de nuestros errores y desencuentros, van a explotar cualquier contradicción. Nos van a poner una lupa de aumento, de las que incendian allí donde apuntan. Nos van a exigir ceses y dimisiones en cada tropiezo, ni un minuto de tregua. Algunos jugarán sucio, desde la cloaca si hace falta.
No nos dejéis solos en los próximos años, reforzad nuestra fragilidad, ayudadnos a superar los momentos críticos que viviremos, porque nos toca gobernar un país en profunda crisis: social, política, territorial, y puede que otra vez económica a la vuelta de la esquina. Nos tocará tomar decisiones difíciles, nos torcerán el brazo más de una vez. Os vamos a decepcionar, ya estáis avisados; os va a parecer poco todo lo que hagamos, vais a lamentar unas cuantas oportunidades perdidas, pero pensad que este no será el mejor gobierno sino solo el mejor posible en las actuales circunstancias.
Criticadnos, por supuesto; denunciad nuestros incumplimientos, exigidnos coherencia y valentía, montadnos manifestaciones y hasta huelgas, pero no nos dejéis solos, que para resolver lo mucho pendiente, lo urgente y lo venidero, hace falta mucho más que un gobierno: al fascismo -ese que con nuestra torpeza hemos contribuido a engordar- no se le combate solo ganando elecciones, ni siquiera gobernando. Hay mucho trabajo que hacer fuera de las instituciones, y buena parte de ese trabajo os toca a vosotros.
No nos dejéis solos, porque esto en una emergencia. No solo el fascismo: más aún la emergencia social en la que viven tantos, y la emergencia climática que hoy no nos tomamos en serio y nos acabará alcanzando, y la insoportable incertidumbre ante el futuro. Si no ponemos todas nuestras fuerzas en combatir esas emergencias y reducir esa incertidumbre, el fascismo ganará terreno. Y mucho más si fracasamos en este intento.
No nos dejéis solos, hacedlo por vosotros. Porque si sale mal no será un fracaso del PSOE y de Unidas Podemos, de Pedro y Pablo. Será también vuestro fracaso, y lo pagaremos muy caro todas, todos“.