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Felipe VI: “España no puede quedarse inmóvil ni encerrarse en sí misma como en otras épocas del pasado”

Felipe VI, durante el mensaje de Navidad de 2019.

Gonzalo Cortizo

El rey ha realizado esta noche una llamada al “entendimiento” durante el tradicional discurso de navidad. Es la segunda vez que el monarca se pone ante las cámaras en estas fechas durante un período de inestabilidad con el Gobierno en funciones. Ya había ocurrido en 2015.

El monarca ha evitado, durante un discurso leído de cinco folios en el que ha saludado en todas las lenguas oficiales del Estado, cualquier interferencia en las negociaciones políticas y ha destacado que compete al legislativo la formación o no de un gobierno.

“Después de las elecciones nos encontramos inmersos en el procedimiento constitucional para que el Congreso de los Diputados otorgue o deniegue su confianza al candidato propuesto para la Presidencia del Gobierno. Corresponde al Congreso tomar la decisión”, ha asegurado.

La grabación del discurso de este año se ha apurado hasta última hora, vista la situación política y que el Gobierno no había descartado una sesión de investidura para este fin de semana que finalmente no va a tener lugar. Las imágenes se tomaron este lunes en el palacio de La Zarzuela.

El discurso ha recordado que la evolución económica tiene una relación directa con la puesta en funcionamiento de las estructuras del Estado ya que “el progreso de un país depende, en gran medida, del carácter de sus ciudadanos, de la fortaleza de su sociedad y del adecuado funcionamiento de su Estado”.

La llamada del rey a la convivencia ha incluido varios avisos. “N o debemos caer en los extremos, ni en una autocomplacencia que silencie nuestras carencias o errores ni en una autocrítica destructiva que niegue el gran patrimonio cívico, social y político que hemos acumulado”, avisó el monarca en una intervención que, como todos los que hace, ha sido supervisado por el Gobierno.

El rey ha reivindicado “la defensa y el impulso de la solidaridad, la igualdad y la libertad como principios vertebradores de la sociedad haciendo de la tolerancia y el respeto manifestaciones del mejor espíritu cívico de la vida en común” de los españoles.

Y ahí ha lanzado otra advertencia: “Estos valores llevan muchos años presentes entre nosotros y constituyen una seña de identidad de la España de nuestros días, pero no podemos darlos por supuestos ni tampoco olvidar su fragilidad, y por ello debemos hacer todo lo posible para fortalecerlos y evitar que se deterioren”.

Tercer recordatorio: “El tiempo no se detiene y España no puede quedarse inmóvil, ni ir por detrás de los acontecimientos. Tiene que seguir recorriendo su camino sin encerrarse en sí misma como en otras épocas del pasado y levantando la mirada para no perder el paso ante los grandes cambios sociales, científicos y educativos que señalan el futuro”.

Mensaje a Catalunya: “Integrar las diferencias”

Como en ocasiones anteriores, Felipe VI ha incluido la cuestión catalana en la lista de preocupaciones que el país debe afrontar en el futuro. En sus palabras, ha incluido una nueva defensa a las normas comunes. Lo ha hecho con estas palabras: “La voluntad de entendimiento y de integrar nuestras diferencias dentro del respeto a la Constitución, que reconoce la diversidad territorial que nos define y preserva la unidad que nos da fuerza”.

Como acontece cada año, el rey ha pedido unidad a los españoles: “Confiemos en nosotros mismos, en nuestra sociedad. Confiemos en España y mantengámonos unidos en los valores democráticos que compartimos; sin divisiones ni enfrentamientos que solo erosionan nuestra convivencia y empobrecen nuestro futuro”.

“Pensemos en grande. Avancemos con ambición. Todos juntos. Sabemos hacerlo y conocemos el camino”, ha concluido.

En las palabras del rey también ha habido una llamada a la reflexión sobre los retos y las dudas que ofrece el futuro: “Los actuales son tiempos de mucha incertidumbre, de cambios profundos y acelerados en muchos ámbitos que provocan en la sociedad preocupación e inquietud: la nueva era tecnológica y digital, el rumbo de la Unión Europea, los movimientos migratorios, la desigualdad laboral entre hombres y mujeres o la manera de afrontar el cambio climático y la sostenibilidad”.

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