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La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, en una rueda de prensa en el Congreso de los Diputados.

Carmen Moraga

2 de diciembre de 2020 22:37 h

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A pesar de que Inés Arrimadas ha decidido votar en contra de los Presupuestos Generales del Estado de 2021 que el Gobierno de coalición de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias ha terminado cerrando con sus socios de investidura, en otras comunidades gobernadas por el PSOE donde Ciudadanos está en la oposición su partido sigue intentando llegar a acuerdos para que esas cuentas regionales incluyan sus denominadas “líneas naranjas”. “Sánchez ha elegido, pero Ciudadanos va a seguir trabajando. Allí donde estamos, entendemos que desde la oposición se puede ser útil”, ha señalado este martes la líder de Ciudadanos en una entrevista en la Cadena Ser. A cambio, ha pedido al líder PSOE que “allí donde no gobiernen ayuden un poquito, como en Andalucía”. Con su decisión, Ciudadanos quiere diferenciarse del PP y de Vox, a los que reprocha que “gritan mucho, pero no consiguen nada” para mejorar la vida de la gente porque desde la oposición adoptan una postura “cómoda” en lugar de sentarse a negociar y hacer “política útil” como su partido.

Desde las pasadas elecciones autonómicas los socialistas gobiernan en solitario en Extremadura y Castilla–La Mancha, en donde cuentan con mayoría absoluta, y en Asturias en donde les faltan tres escaños para alcanzarla. Además, gracias a los pactos cerrados con otras formaciones, también están gobernando La Rioja, Navarra, Aragón, Comunidad Valenciana, Baleares y Canarias. En todos estos territorios la posición de Ciudadanos frente a los presupuestos de los gobiernos socialistas no es igual. Con los barones que el partido denomina “moderados”, como el castellano manchego Emiliano García Page; el extremeño Guillermo Fernández Vara y el aragonés Javier Lambán, las relaciones son muy fluidas y las posibilidades de que apoyen las cuentas regionales son muy altas. Tampoco parecen estar lejos de apoyar al PSOE en Asturias, en la Comunidad Valenciana, en Canarias y en Baleares. Sin embargo, no pasa lo mismo en Navarra en donde rechazan a Bildu, partido al que siguen considerando “heredero de ETA”.

En Extremadura la tramitación presupuestaria comenzó la pasada semana. El PP es el único grupo que presentó una enmienda a la totalidad, que no salió adelante al rechazarla el PSOE, Unidas por Extremadura y Ciudadanos. Aunque el socialista Guillermo Fernández Vara no necesita los votos de ningún otro partido para aprobar las cuentas Ciudadanos mostró desde el principio su total disposición a apoyarlas.

Para la formación de Arrimadas, no obstante, hay “líneas irrenunciables” que el Gobierno regional debe atender para dar el voto a favor definitivo, como que no haya subida de impuestos ni creación de nuevas figuras impositivas; dotar de mayores recursos para la Sanidad y ayudas para Pymes y autónomos. Unidas por Extremadura pide mayor gasto público en Sanidad y Educación.

En las Cortes de Castilla–La Mancha los de Arrimadas también han echado una mano al Gobierno de Emiliano García Page al votar en contra de la enmienda a la totalidad del PP y ahora siguen negociando contrapartidas para dar el voto favorable. No obstante, la portavoz del grupo, Carmen Picazo, ha pedido al presidente autonómico, “un gesto firme más allá de las palabras” y que abra un debate para hablar sobre los presupuestos nacionales. Picazo ha defendido que todos los castellanomanchegos tienen que saber que unas cuentas condicionadas por los partidos separatistas pueden ser “letales” para Castilla–La Mancha, por eso –ha dicho– “este asunto sí es interés en la región, a pesar de que el PSOE diga lo contrario”.

Ciudadanos también se ha mostrado “totalmente abierto a negociarcon el Gobierno autonómico de Asturias, que preside el socialista Adrián Barbón, porque, según argumentó la portavoz del grupo parlamentario, Susana Fernández, “entendemos que son unos presupuestos extraordinarios” y porque “Asturias necesita más que nunca un presupuesto que sea acorde a las necesidades de los asturianos”. Fernández negó que el portazo de Arrimadas a Sánchez vaya a influir en la postura que finalmente adopten en su comunidad. En el partido, que como en otras autonomías establecen salvaguardas para dar su apoyo -como no subir los impuestos-, no olvidan cómo el año pasado una llamada a última hora por parte de la dirección nacional frustró el acuerdo alcanzado con el PSOE en el Principado.

En Aragón los de Arrimadas se mostraron hace tiempo dispuestos igualmente a ayudar a sacar las cuentas al socialista Javier Lambán que gobierna un cuatripartito en el que está Podemos, Partido Aragonés y Chunta Aragonesista. El portavoz parlamentario de Ciudadanos, Daniel Pérez, declaró hace unos días que “mucho se ha de torcer la cosa” para no aprobar el proyecto de ley de Presupuestos de 2021. “Ojalá”, dijo, “salga adelante con el mayor número posible de fuerzas políticas”.

En Valencia, en donde también gobierna el PSOE en coalición con Compromís y Unides Podem–EU, el líder de Ciudadanos, Toni Cantó, descartó presentar una enmienda a la totalidad y ha estado negociando los presupuestos directamente con el presidente Ximo Puig y la vicepresidenta, Mónica Oltra. Si el Gobierno acepta sus condiciones –ayudas a autónomos, creación de nuevas plazas en residencias y un fondo de 80 millones para la hostelería, el turismo, el comercio o el ocio nocturno– los de Arrimadas han dicho que apoyarán los presupuestos. En realidad, en el partido dicen que ya tienen cerrados esos compromisos, aunque falta verlos por escrito. En este momento, por tanto, la predisposición es votar a favor la ley de presupuestos pero dependerá de si las medidas fiscales incluyen una subida de impuestos a rentas altas, una medida que rechaza Ciudadanos

En La Rioja otra socialista, Concha Andreu, se ha encontrado con mayor resistencia al apoyo de sus cuentas regionales tanto por parte del PP –que ha presentado una enmienda a la totalidad– como de Ciudadanos cuyo portavoz, Pablo Baena, ha criticado que los Presupuestos “no piensan en salvar vidas y empleos, suben la deuda y eso no se refleja en inversión y ayudas”.

El Gobierno de Canarias, liderado por Ángel Víctor Torres, del PSOE, tras un pacto con Nueva Canarias, Podemos y Agrupación Socialista Gomera, salvó hace unos días con éxito la única enmienda a la totalidad contra su proyecto de Presupuestos para 2021, presentada por el Partido Popular (PP), en un debate parlamentario duro, con un crucede reproches entre los dos principales partidos. A pesar de que la portavoz de Ciudadanos en el Parlamento de Canarias, Vidina Espino, había señalado tras aprobarse el proyecto que “no incluía todas las necesidades adicionales a la segunda ola de la COVID-19”, Ciudadanos se sumó al rechazo de la enmienda a la totalidad y se abrió a negociar.

Y en las islas Baleares, la socialista Francina Armengol ha encontrado también la colaboración del partido de Arrimadas. La coordinadora de Ciudadanos en las islas y portavoz parlamentaria, Patricia Guasp, optó hace dos semanas por una abstención en el debate de enmiendas a la totalidad de los Presupuestos “para evitar el bloqueo a unas cuentas que son necesarias para la sociedad balear”. “Con esta abstención Ciudadanos está diciendo sí a la tramitación parlamentaria del Proyecto de Presupuestos de la Comunidad y diciendo sí a mejorarlos con enmiendas parciales, pero no se condiciona a dar después un voto a favor de los Presupuestos de Baleares para 2021”, advirtió.

En Navarra Cs exige que EH Bildu se quede fuera para apoyar los presupuestos

La otra cara de la moneda está en Navarra en donde la oposición mantiene las espadas en alto contra el Gobierno tripartito presidido por la socialista María Chivite y en el que están Geroa Bai y Podemos. Ciudadanos está integrado en Navarra Suma junto con UPN y PP, coalición que ganó las elecciones forales logrando 20 parlamentarios pero no pudo gobernar por lo que ha pasado a ser el principal grupo de la oposición. El portavoz de Navarra Suma, el presidente de UPN, Javier Esparza, anunció hace días una enmienda a la totalidad a los Presupuestos de 2021, que Chivite ha acordado con EH Bildu. Dicha enmienda a la totalidad sin embargo fue rechazada con los votos del resto de partidos del arco parlamentario, los que conforman el Gobierno más Izquierda-Ezkerra (IU), que apoya al Ejecutivo desde fuera, y EH Bildu.

Pese a presentar batalla, Navarra Suma en un principio le ofreció a Chivite su abstención para poder aprobar las cuentas con la única condición de que se vetara a EH Bildu en la negociación. Pero la presidenta de Navarra rechazó esa opción.

En Cantabria, los socialistas son aliados del Ejecutivo de Miguel Ángel Revilla por lo que entre ambos partidos no iban a tener dificultados para sacar adelante los Presupuestos para 2021. Aún así, Revilla busca encontrar algún apoyo más entre la oposición para que las cuentas obtengan el mayor respaldo posible. En este sentido, este jueves, el Gobierno de Cantabria ha alcanzado un acuerdo con Ciudadanos para recibir su apoyo a los presupuestos de 2021. Y es que la formación encabezada por Félix Álvarez ha sido la única de la oposición que no ha presentado enmienda a la totalidad del los Presupuestos regionales, a diferencia de PP y Vox. A cambio, Ciudadanos pactó con el bipartito un paquete de ayudas para los sectores más afectados por las restricciones de la segunda ola de la pandemia, que fue aprobado en un Consejo de Gobierno extraordinario. Los de Felisuco se han reunido en diferentes ocasiones con miembros del bipartito y han aplaudido la “rapidez” con la que el Gobierno regional ha aprobado estas ayudas por lo que vieron “ganas de llegar a acuerdos”. Este acercamiento de posturas y la buena sintonía entre ambas partes abrieron la puerta a que los tres diputados de Arrimadas en el Parlamento cántabro apoyasen las cuentas del próximo año.

Arrimadas pide “reciprocidad” al PSOE en los territorios donde gobiernan con el PP

Esa voluntad de colaboración en todas esas autonomías ha llevado a Arrimadas a hacer un llamamiento al PSOE para que a su vez apoye los presupuestos regionales en aquellas comunidades donde su partido mantiene una coalición de gobierno con el PP: Andalucía, Madrid, Murcia y Castilla y León. En las tres primeras dependen de Vox para poder sacar adelante sus cuentas públicas. Solo en Castilla y León respiran tranquilos al contar con mayoría absoluta.

La líder de Ciudadanos lamenta que en todos estos años de democracia la ciudadanía se haya tenido que acostumbrar a que el PP siempre pida la devolución de los Presupuestos presentados por gobiernos del PSOE y que los socialistas hagan lo mismo cuando las cuentas son de gobiernos 'populares'. “Podemos utilizar la pandemia para hacer un 'reset' en la política y entender que no somos enemigos y que podemos llegar a acuerdos entre los grandes partidos de Estado”, defendió Arrimadas hace unos días.

Después de la moción de censura de Vox contra Pedro Sánchez celebrada en el Congreso el pasado mes de octubre, en la que el líder del PP, Pablo Casado, protagonizó un durísimo discurso contra Santiago Abascal, la formación de extrema derecha decidió paralizar las negociaciones que mantenía con ambos partidos en Andalucía, aunque poco después las retomó. Allí la oposición, Adelante Andalucía y PSOE, han presentado sendas enmiendas a la totalidad. El PP ha dejado claro que Vox seguirá siendo “su socio preferente” pero la formación de extrema derecha se deja querer y no ha desvelado aún qué hará al final.

Por lo que respecta a Murcia, cuyo gobierno preside el dirigente del PP Fernando López Miras, la división que ha sufrido allí Vox puede facilitarle mucho las cosas. La dirección nacional del partido de extrema derecha expulsó a tres de los cuatro diputados con los que contaba en la Asamblea regional aunque éstos siguen dentro del grupo parlamentario pero ya no como miembros de la formación que lidera Santiago Abascal a nivel nacional.

Ciudadanos, por su parte, ha pedido al PSOE que entierre sus diferencias con el PP y les ha tendido la mano para acordar “unos presupuestos de emergencia” para la región. “En la pelea PSOE–PP, los que pierden son los murcianos. Estos son los primeros presupuestos regionales y nacionales que se elaboran sabiendo que tenemos encima la mayor crisis de nuestra democracia, por lo que ha llegado la hora de ser responsables”, señaló la semana pasada la coordinadora autonómica de Ciudadanos, Ana Martínez Vidal.

En Madrid, de momento, los presupuestos no parecen ser una prioridad para la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso. Este miércoles, el vicepresidente, Ignacio Aguad, reconocía en su comparecencia ante los medios que siguen “trabajando internamente” pero que ni siquiera han empezado las negociaciones con la oposición. Las divergencias entre ambos socios se han trasladado también a este asunto dado que cada partido tiene sus preferencias para buscar aliados para aprobarlos. El consejero de Hacienda, Javier Fernández-Lasquetty, del PP, aseguró que prefiere pactar las cuentas con Vox, que exige una reducción drástica del gasto público y eliminar subvenciones. De hecho exigieron a Ayuso reducir Consejerías y aunque en un principio ésta se mostró dispuesta ahora ya no quiere.

Por su parte, el líder de Ciudadanos tantea a los socialistas para ver si hay posibilidad de acuerdo mientras su portavoz, Ángel Gabilondo, pide el mayor consenso posible y que se establezcan las “prioridades”, al igual que se hizo con el dictamen de la comisión de reconstrucción de la Asamblea, que fue aprobado por unanimidad. En el Ayuntamiento de Madrid, gobernado también por el PP y Ciudadanos, el PSOE ha anunciado ya que votará en contra del Presupuesto para 2021 y presentará una enmienda a la totalidad.

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