Apenas habían pasado unas horas desde el cierre de las urnas el 23J cuando el líder de EH Bildu, Arnaldo Otegi, se apresuró en ser el primero de los potenciales apoyos para una investidura de Pedro Sánchez que despejó cualquier tipo de intriga sobre la postura de su formación. “Si es por EH Bildu, no va a haber Gobierno de la derecha reaccionaria en el Estado español”, dijo en una entrevista en Radio Euskadi.
La actitud de los independentistas vascos, que además rechazan contraponer sus votos a “precios o líneas rojas en público”, contrasta con las exigencias de la mayor parte de los grupos parlamentarios llamados a sustentar un nuevo Gobierno de coalición progresista. En Junts ya han verbalizado que su punto de partida está en la amnistía y la autodeterminación. En ERC también han planteado abiertamente el traspaso de Rodalies, el déficit fiscal y “seguir avanzando en la mesa de negociación hacia un referéndum” como contrapartidas. E incluso el PNV ha lanzado un llamamiento sobre lo que espera a cambio.
“Ahora es Pedro Sánchez el que nos tiene que decir para qué quiere nuestros votos y nos tendrá que hacer un planteamiento global para estos cuatro años en cada ámbito. Especialmente, en el ámbito del modelo territorial del Estado y del encaje nacional de las realidades nacionales de Euskadi y Catalunya”, dijo Andoni Ortuzar, presidente del partido.
Mientras, en EH Bildu ponen el foco en que su principal objetivo, frenar un Gobierno estatal de la derecha con la extrema derecha, está por encima de cualquier otra reivindicación. “El mensaje de este pueblo ha sido nítido, claro, masivo: no queremos gobiernos de PP y Vox en el Estado español. Y nosotros vamos a cumplir el mandato popular, vamos a hacer todo lo que esté en nuestras manos para que no exista ese Gobierno en el estado español”, añadió Otegi en esa misma entrevista. Al día siguiente, solicitó “un ejercicio de responsabilidad” a todas las partes, en alusión también al expresident de la Generalitat, Carles Puigdemont.
Ese posicionamiento de la izquierda independentista vasca la convirtió la pasada legislatura en uno de los aliados parlamentarios más fiables del Ejecutivo de coalición progresista y es el resultado de un largo camino transitado desde el fin de la violencia de ETA. La desaparición de la banda terrorista dio pie a la articulación de las principales formaciones de esa izquierda vasca en torno a la coalición EH Bildu, que desde las elecciones generales de 2016 ha visto duplicado su número de votos y triplicado su número de escaños en el Congreso.
Con la competición de fondo por la disputa de la hegemonía política vasca al PNV, la estrategia de la formación abertzale pasa por una doble apuesta encaminada a ampliar sus bases sociales: anteponer la agenda social progresista a una batalla más identitaria que no abandonan pero que, en cierta forma, aparcan, y pasar página a ojos del electorado principalmente más joven de los nexos mantenidos en el pasado entre Sortu (uno de los partidos de la coalición) y el entorno de ETA.
En ese contexto se encuadra la polémica suscitada durante la campaña electoral de las municipales y autonómicas. El Colectivo de Víctimas del Terrorismo (COVITE) denunció la inclusión de candidatos no solo con pasado en la banda sino con delitos de sangre a sus espaldas. En EH Bildu se produjo entonces un profundo debate interno marcado por la necesidad de encontrar los equilibrios entre un sector que reclama su derecho a hacer política una vez cumplidas sus condenas y abandonada la violencia y la necesidad de la organización de pasar definitivamente página de un pasado que, consideran, estigmatiza y les lastra hacia la hegemonía.
“Si una acción genera dolor a las víctimas, es una acción que tenemos que evitar”, dijo el diputado Oskar Matute en una entrevista reciente en elDiario.es. Sobre ese principio se fundamentó un paso histórico de la izquierda abertzale con la denominada Declaración de Aite de 2021. “Sentimos enormemente su sufrimiento. Eso nunca debió ocurrir”, leyó Arnaldo Otegi en referencia a las víctimas.
Lecciones de Catalunya
En el conjunto de la izquierda abertzale existe una reflexión generalizada sobre las lecciones que dejó para el independentismo vasco el procés catalán del 1 de octubre que se concretó en el referéndum ilegal, en la declaración unilateral de independencia sin efecto alguno y en la condena y encarcelamiento de los principales dirigentes políticos catalanes.
La moraleja, piensan en EH Bildu, es que para afrontar una demanda de autodeterminación es necesaria una acumulación de fuerzas previa que permita ir a ese choque mucho más legitimado socialmente de lo que fue el independentismo catalán, con apenas el 50% de los votos de la ciudadanía catalana. Y en ese paso previo se entiende la línea política desplegada en el Congreso, donde le disputa abiertamente al PNV la defensa de los intereses de Euskadi.
Durante la pasada legislatura, EH Bildu resultó clave para sacar adelante leyes como la reforma de las pensiones, la ley de memoria democrática, los Presupuestos Generales del Estado o incluso la propia investidura de Pedro Sánchez. Esa estrategia le ha servido para pasar de los 184.092 votos y dos escaños en 2016 a las 333.362 papeletas y seis diputados este 23J, por encima por primera vez del PNV. En 2024 tocan elecciones en Euskadi.
______________
Cómo frenar las mentiras
En la campaña del 23J ha quedado clara la tremenda importancia que tiene la prensa libre, que depende de sus lectores y no le debe nada a nadie más. La inmensa mayoría de los grandes medios son propiedad de bancos, de fondos y grandes grupos de comunicación. La gran mayoría de ellos han blanqueado a los ultras y están bajo el control de la agenda que marca la derecha.
Por eso te pedimos tu apoyo. Necesitamos crecer. Contratar a más periodistas. Reforzar nuestras ediciones locales frente a las mentiras de los gobiernos locales y autonómicos de la extrema derecha. Fichar a más reporteros de investigación. Nos hace falta llegar a más gente, construir un periódico más grande, capaz de contrarrestar la brutal ola de propaganda conservadora a la que nos vamos a enfrentar. Y que dejará pequeña la que hemos vivido en esta sucia campaña electoral.
Si te preocupa el futuro de este país, apóyanos. Hoy te necesitamos más que nunca porque nuestra labor es más necesaria que nunca. Hazte socio, hazte socia, de elDiario.es.
30