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Rita Maestre: “Al PSOE le hace falta a menudo el empujón para poner en marcha medidas progresistas y para eso sirve Más País”

La portavoz de campaña de Más País, Rita Maestre.

Fátima Caballero

Rita Maestre (Madrid, 1988) compagina su labor como portavoz de la oposición en el Ayuntamiento de Madrid al gobierno de las tres derechas y la dirección de campaña de Más País, que debuta el 10 de noviembre en unas elecciones nacionales. Para Maestre, su partido tiene dos objetivos: formar grupo parlamentario propio y obtener una representación importante para influir en un gobierno progresista que, asumen, liderará el PSOE. “El éxito entendemos que consiste en que cuantos más escaños tengamos, más posibilidades hay de que se produzca ese gobierno”, asegura Maestre.

La portavoz de Más País resta importancia a las encuestas y en concreto al último barómetro del CIS, publicado este martes, que aleja al partido de su objetivo de tener grupo propio. “Las encuestas tienen en general poca capacidad, las que eran buenas y las de ahora, para evaluar opciones políticas nuevas, porque tienen pocas variables con las que medir”, defiende Maestre. Para la portavoz, Más País es una opción política “innovadora” que puede aunar al electorado descontento con PSOE y Unidas Podemos, los culpables, a su juicio, de la repetición electoral: “Planteamos una opción política innovadora que le da a una parte del electorado una opción para votar con ganas por políticas públicas feministas y ecologistas”.

En Más País estudian en estos momentos posibles medidas legales contra la campaña de intoxicación, destapada por eldiario.es, que tenía como objetivo desmovilizar el voto progresista y que utiliza para ello la figura Errejón. “Nos parece un hecho lamentable, muy preocupante y del que esperamos explicaciones urgentes por parte de Pablo Casado”, critica Maestre.

Rita Maestre desconoce cuál será su papel en el partido estatal una vez pasen las elecciones, periodo en el que la formación, dice, deberá constituirse formalmente como organización. La portavoz de campaña dice compartir con Clara Serra, quien fuera número dos de Errejón en las autonómicas y que dimitió hace unas semanas entre fuertes críticas a la formación, su visión de que en Más País se reproducen comportamientos machistas que ya ha vivido en otras formaciones políticas. Maestre no ha dado el salto a la política nacional como sí han hecho sus compañeras Inés Sabanés y Marta Higueras y asegura que en lo que estará centrada cuando pasen las elecciones “es en la tarea de la oposición municipal, donde hay mucho que hacer frente a un gobierno de derechas”.

Este miércoles eldiario.es publicaba una campaña de intoxicación que usa al candidato Íñigo Errejón para desmovilizar el voto de la izquierda. ¿Qué opinión les merece?eldiario.es publicaba una campaña de intoxicación que usa al candidato Íñigo Errejón

Todo parece indicar, según lo que se ha publicado y los datos que hay, que se trata de una campaña sucia vinculada al Partido Popular, no sorprende en la medida en que el PP lleva presentándose haciendo trampas a las elecciones durante más de una década. En este caso le ha tocado a las fuerzas progresistas, le ha tocado a Más País sufrir o ser puesto en la diana por culpa de esa campaña sucia del PP. Nos parece un hecho lamentable, muy preocupante y del que esperamos explicaciones urgentes por parte de Pablo Casado, de la dirección de su campaña o de quien haya decidido esta forma de hacer campaña.

Han presentado una denuncia ante la Junta Electoral Central, ¿tomarán alguna otra medida?una denuncia ante la Junta Electoral Central

Lo primero que hemos hecho es acudir a la Junta Electoral Central que es la máxima autoridad en periodo electoral y esperamos que dé algún paso. Pero no descartamos acciones futuras porque lo que entendemos que se ha producido es constitutivo de delito, porque se trata de una suplantación de identidad del candidato de Más País, Íñigo Errejón, para fines que son claramente irregulares. Por tanto, no descartamos alguna futura acción legal.

Este martes se publicaba el barómetro del CIS preelectoral que les deja muy lejos de lograr grupo parlamentario. ¿Cuál sería un buen resultado para Más País el 10 de noviembre?

El CIS preelectoral que ha sacado Tezanos es una auténtica broma. Entre otras cosas, en lo que tiene que ver directamente con nosotros, una parte importante del campo está hecho antes de que se presentara como opción política Más País, además de que termina antes de que se produjera la sentencia del procés y, por lo tanto, mucho antes de poder medir su impacto en la política española. Nos parece un chiste. Lo que consideramos para nosotros un buen resultado es un grupo parlamentario propio, y sobre todo un número de escaños suficiente y útil como para forzar ese gobierno progresista que entendemos que es urgente que se ponga a trabajar en España cuanto antes.

Más País se presenta finalmente en 18 provincias, según ustedes, para no dividir a la izquierda y para sumar a ese bloque. Pero el CIS les otorga entre tres y cuatro escaños solo por Madrid y Valencia. Que Más País no logre finalmente representación en muchas provincias, ¿no puede restar a la izquierda?

Este CIS no es una premisa con la que pensar. Este en particular, pero tampoco en las elecciones autonómicas el CIS de Tezanos tuvo capacidad alguna para medir el proyecto político de Más Madrid. Recordemos que nos daba una previsión de votos del 7% diez días antes de las elecciones, y estuvimos cerca del 15%. Entendemos que en la mayor parte de esas capitales de provincia grandes, la participación de Más País en los comicios lo que puede hacer es que esos votantes que ahora mismo dudan en si abstenerse o quedarse en casa, salgan de casa. Y que en ese sentido, sumará al bloque progresista fundamentalmente.

Pero no solo es el CIS el que está dando esas proyecciones. Hay otros sondeos que también les dejan lejos del grupo parlamentario. Las encuestas nada más conocerse la candidatura de Mas País, proyectaron en torno a unos 15 diputados. ¿Por qué cree que ahora se han desplomado en los últimos sondeos?

El resultado será el que salga de las urnas. Las encuestas tienen en general poca capacidad, las que eran buenas y las de ahora, para evaluar opciones políticas nuevas, porque tienen pocas variables con las que medirlas, ni siquiera por ninguna mala intención. Y en ese sentido lo que vamos a hacer es trabajar todos los días de campaña para que una opción política que entendemos que estuvo muy cerca de arrebatarle el gobierno a la derecha en la Comunidad de Madrid después de muchísimos años, tenga también buenos resultados en el conjunto de España.

Sería un fracaso entonces no obtener esa representación que haga que sumen las fuerzas de izquierdas para formar gobierno.

Por supuesto. El éxito entendemos que consiste en que cuantos más escaños tengamos, más posibilidades hay de que se produzca, y mejor, ese gobierno. Uno siempre se presenta esperando conseguir el máximo. Teniendo en cuenta también que nosotros nos presentamos unos seis o siete días después de que se convocaran las elecciones, lo hacemos como un primer paso, y es una opción política que crecerá más después. Empezamos presentándonos solo en algunas provincias, porque el objetivo es sumar. En ese sentido, hay que acomodar los resultados y las expectativas de resultados a la razón por la que nos presentamos y la forma en la que decidimos presentarnos que, en mi opinión, se hizo con mucha responsabilidad.

El hilo central del discurso de Más País es que se presentan para evitar el bloqueo. Es el mensaje que repite también Íñigo Errejón en todos los actos e incluso el lema de campaña que usted misma presentó. ¿Cree que está calando esa idea de que el voto útil es Más País?

Lo que es seguro es que la idea que estaba instalada hasta hace muy poco en el electorado progresista y que, de hecho, es una constatación, es que el país está bloqueado desde hace demasiado tiempo, básicamente porque los dos grandes partidos progresistas no se pusieron de acuerdo. Y ante esa realidad, nosotros intentamos convencer a una parte de ese electorado hastiado, cabreado, que puede sentirse decepcionado y, por tanto, no ir a votar, de que hay otra opción a la que pueden votar, que va a tener unos buenos resultados y que va a poner en marcha políticas progresistas en colaboración con otras fuerzas. De eso va la campaña.

Pero es como si toda su campaña estuviese supeditada a esa idea, que pesa más incluso que el programa o los candidatos.

Ninguna, o casi ninguna campaña política, al menos las que yo he vivido anteriormente, está basada en esa idea del programa. Porque la gente vota por ideas políticas, no por los epígrafes de un programa. Una campaña electoral en general debe tratar de convencer al electorado con grandes ideas. Y las ideas que nosotros estamos proponiendo en esta campaña es primero que hay que desbloquear el país. Y segundo, que hay que desbloquear el país no por ninguna razón ideológica, sino porque hay necesidades que hay que cubrir de forma urgente para la mayoría de la población: el precio del alquiler, la desigualdad de género, el estancamiento de las pensiones, las necesidades sociales del país...

Nosotros nos presentamos con un objetivo político para el cual nuestros votos son útiles y necesarios. No es solo el desbloqueo porque sí, es el desbloqueo para avanzar, como dice el lema, en políticas que hace demasiado tiempo que deberían estar en marcha y que no se están poniendo en marcha porque estábamos bloqueados.

¿Habrá alguna línea roja para ese gobierno progresista?

Hay una línea roja evidente y única, que es que nosotros no vamos a ser los causantes de unas terceras elecciones. Terceras o quintas dependiendo de dónde se ponga la fecha a contar. Sería importante que también se comprometieran a esto el resto de las fuerzas políticas. ¿Cuánto tiempo están dispuestos a tirar los dados otra vez? Nosotros creemos que hay que hacer todo lo posible para ponerse de acuerdo el 10 de noviembre. La derecha, en ese sentido, es un ejemplo bastante claro. En la ciudad de Madrid y en la Comunidad de Madrid en dos semanas tenían un acuerdo programático que después han tenido que seguir negociando, y que ahora discuten por una cuestión o por otra. Ahora, Begoña Villacís [vicealcaldesa de Madrid por Ciudadanos] dice que no está de acuerdo con una parte del plan anticontaminación o pro contaminación de José Luis Martínez Almeida [alcalde del PP], e imagino que eso es una negociación normal en un gobierno de coalición, de colaboración y de participación de distintas partes.

Lo que no es de recibo es que ante esas posibles diferencias, que no fueron programáticas, porque estábamos hablando de la composición del Gobierno, volvamos a votar. Nuestra línea roja es que nosotros no vamos a mandar al país a terceras elecciones por diferencias en la composición de un gobierno. Lo que vamos a hacer es poner un programa encima de la mesa para encontrar el máximo de acuerdos con otras fuerzas para llevarlo adelante.

Siguiendo esa línea, piden a Unidas Podemos que diga si va a volver a bloquear el Gobierno si no consideran suficiente la oferta de ministerios. ¿Van a buscar la confrontación con ellos en lo que queda de campaña?

En esta y si hacemos un poco de memoria sobre la campaña de las elecciones municipales y autonómicas, nosotros hemos sido siempre una fuerza política que no ha entrado nunca a las múltiples provocaciones, descalificaciones e insultos, que han venido desde gente incluso cercana. Entendemos que no le sirve para nada al país, ni tampoco es lo que está esperando. La gente está cansada de esas discusiones internas y necesita soluciones.

Pero hemos explicado, porque es algo objetivo, que estamos en elecciones no porque haya una plaga de langostas, sino porque dos personas no se pusieron de acuerdo. El Partido Socialista tenía una responsabilidad especial y prioritaria en poner en marcha ese gobierno, no solo porque tenía un mayor número de diputados, sino porque era el Gobierno en funciones. Dicho lo cual, el acuerdo viene de dos partes y eso es una realidad objetiva que hay que nombrar porque de esa irresponsabilidad viene la posibilidad de que gobiernen las derechas.

Habla de que la línea roja es evitar unas terceras elecciones. Pero entonces, ¿qué diferencia hay entre votar a Más País y votar al PSOE?

Pero eso mismo se lo podría preguntar a cualquier persona de Unidas Podemos. Tenemos por delante dos escenarios. Hay un escenario en el que la derecha suma y gobierna sin discusión, sin matices y sin preguntarse demasiado. Hay otro escenario en el que las fuerzas progresistas se ponen de acuerdo, en principio, para hacer presidente al que tenga más votos. En principio, parece evidente también cuál va a ser el resultado de esa competición a tres. Y por lo tanto, creo que todos estamos hablando de lo mismo. Estamos hablando de qué vamos a hacer para ponernos de acuerdo, para sacar adelante un gobierno progresista. Y luego cada uno tendrá que medir cuáles son sus prioridades y si son estar en el gobierno, con una silla o un sillón, dos ministerios o tres, o son de tipo programático. Como no nos hemos sentado a hablar porque todavía no han llegado las elecciones, no puedo adelantar lo que va a suceder. Lo que sí puedo garantizar es que desde Más País nos vamos a concentrar en formar ese gobierno con la urgencia máxima de ponerlo en marcha para que empiece a trabajar cuanto antes.

Pero, ¿cuál es la diferencia entre votarles a ustedes o al PSOE?

Es evidente y tiene que ver con el programa, con el proyecto político. El Partido Socialista, cuando se le tienta demasiado, por ejemplo, sobre la futura desaceleración y posible crisis, emplea soluciones que ya vimos en 2011 y que van claramente contra las necesidades de la mayoría social. Y es evidente que Más País, como ha hecho Más Madrid durante los años anteriores, también en la ciudad de Madrid, es una fuerza política que por lo que va a apostar es por la regulación de los alquileres, por el aumento de las pensiones, por el aumento del salario mínimo profesional, por la mejora de las condiciones de los autónomos... Es decir, por políticas progresistas que sean valientes. Creo que al PSOE le hace falta a menudo el empujón para tomarse en serio esas medidas y ponerlas en marcha, y para eso sirve Más País.

Y más allá de la estrategia de negociación con el PSOE, de cómo ha sido esta negociación frustrada ¿cuáles son las diferencias entre Más País y Unidas Podemos?

Entiendo la pregunta, que es recurrente, porque es una forma de enfocarlo. Pero nosotros no nos planteamos presentarnos para diferenciarnos o parecernos a unos o a otros. Nos presentamos con una fuerza política distinta, nueva, porque entendemos que en primer lugar, y en el corto plazo, hay que asegurar que los programas de los que tantos nos enorgullecemos en las campañas electorales se conviertan en políticas públicas. En segundo lugar, porque desde Más Madrid, durante los años de Manuela Carmena y después en las elecciones municipales y autonómicas, planteamos que hay que hacer una actualización de las políticas de izquierdas, vinculada especialmente a la transición ecológica y al reto del cambio climático. Una aportación verde al enfoque progresista del mundo actual y de posibles crisis futuras. Esa es una aportación novedosa que existe en otros países de Europa, que no existía en España, y con la que nosotros esperamos poner nuestra pata en la resolución de los retos del hoy y del mañana.

Hablaba ahora mismo de Manuela Carmena. ¿Le hubiera gustado que estuviera más implicada en la campaña más allá de participar en el mitin de cierre?

Manuela Carmena ha dejado la política y como todos sabemos, es una persona extraordinariamente directa y coherente. Antes de presentarse a las elecciones dijo que si no conseguía finalmente formar gobierno a pesar de ganar muy de calle las elecciones la ciudad de Madrid, se retiraría de la vida política y eso es lo que ha hecho. Al contrario, estando retirada de la vida política, me hace ilusión y me alegro mucho de que vaya a participar no sólo en ese acto, sino también en otro que haremos esa misma semana, que contará con su presencia y algunas otras actividades de campaña.

Como usted dijo durante la presentación del lema de campaña, va a ser una campaña “modesta” para Más País. En la campaña que han lanzado en microcréditos solo llevan recaudados unos 200.000 euros frente a los dos millones de euros que lleva Unidos Podemos. ¿Se puede competir con tan pocos fondos y sin estar en los debates televisivos?

La comparación es un poco dura en la medida en la que se trata de un partido de ámbito estatal, que tiene representación y presencia en casi todos los parlamentos, además del Congreso de los Diputados y, por lo tanto, un aparato administrativo económico muy notable. Por supuesto, con una capacidad de recaudación mayor. Al contrario, nosotros venimos de un lugar muy concreto que es la ciudad de Madrid y la Comunidad de Madrid, donde existe una organización política notable, pero que no tenemos representación en el resto de los territorios. A mi juicio, la recaudación va muy bien. Además, cuando uno no tiene dinero le echa ganas e ilusión y lo que no tiene en dinero, lo saca de colaboración voluntaria, que es lo que estamos haciendo. 

¿Cuál es la propuesta de Más País para Catalunya?

La que va con el sentido común, la de la solución política. La de acabar con la delegación al Poder Judicial de los problemas políticos y, por lo tanto, la puesta en marcha de una mesa de partidos que tendría que empezar a intentar trabajar a nivel de representación política una propuesta de convivencia, un nuevo pacto de convivencia. Empezar a trabajar no significa que se levanten a los dos días con un papel nuevo y consensuado, porque es evidente que el nivel de las diferencias y de las heridas, y de las discrepancias incluso sobre el futuro de Catalunya y de la relación de Catalunya con España, es profundo. Pero creemos que la única solución es sentarse a hablar, negociar, encontrar puntos de acuerdo y después someterlo al refrendo popular.

¿La negociación acabaría en referéndum, entonces?

Habría que analizar si la palabra y el concepto referéndum se nos ha quedado quizás un poco corto para analizar o abordar un problema que tiene muchos matices, muchos grises. A lo mejor habría que pensar qué tipo de consulta o consultas se podrían realizar que no fueran la dicotomía 'sí' o 'no'.

Y un indulto para los condenados, ¿cree que podría ayudar en la solución?

La política penitenciaria siempre se ha podido analizar como una herramienta de desatranque de los conflictos políticos. Pero sería una parte más dentro de lo que yo entiendo que tiene que ser una conversación o una reflexión, o un acuerdo mucho más amplio. Igual que la política judicial por sí sola no resuelve el problema, tampoco la política penitenciaria, aunque pueda ser una parte, no creo que vaya a solucionar.

Su compañera Clara Serra, uno de los referentes feministas del partido, dimitió con fuertes críticas al partido. ¿Ha influido su salida en el retroceso en las encuestas?dimitió con fuertes críticas al partido

Lo dije públicamente, no comparto una parte de las razones que ella esgrimía para salir, aunque la respeto profundamente. Además de una compañera, es una amiga con la que llevo muchos años trabajando y espero, como también dijeron otros portavoces, que lo podamos hacer mejor y que personas como Clara puedan encontrarse a gusto en un futuro.

¿Pero es una formación sin organización y sin contrapesos como criticó Serra?

Estoy de acuerdo en que todas las organizaciones políticas en las que yo he participado, y también Más País, adolecen, como pasa en toda la estructura social, de dinámicas machistas o al menos no feministas y en que hay que hacer un trabajo muy grande para visibilizarlas, para nombrarlas. En cuanto a si es Más País un proyecto político sin organización, es una obviedad. Como decía, nos presentamos a las elecciones hace más o menos un mes, y, por lo tanto, carecemos de aparato político en el sentido tradicional. No tenemos un partido con liberados y con recursos y con subvenciones. Por lo tanto, en eso es difícil no estar de acuerdo porque es un hecho objetivo.

Serra planteaba precisamente que esa falta de organización evidenciaba que se estaban precipitando presentándose a las elecciones del 10 de noviembre.

En esa apreciación no estoy de acuerdo, si no, no estaría aquí. Creo que hicimos bien. En un escenario de repetición electoral, que es como el día de la marmota, planteamos una opción política innovadora que le da a una parte del electorado una opción para votar con ganas por políticas públicas feministas y ecologistas.

Una de las apuestas de cuidados del programa electoral de Más País es la reducción de jornada a 32 horas sin que se vea menguado el sueldo. Pero en principio sería para jornadas laborales de cuatro días por semana y hay ya voces críticas que dicen que el reparto de horas en cuatro días no ayuda a la conciliación.

Me alegro de haber generado debate al respecto. Me parecen razonables algunas de esas críticas, o, al menos, la discusión. Lo que decimos teniendo en cuenta las críticas, es que hay que ir hacia la implantación progresiva de esas 32 horas, que puede ser en formato de cuatro días o que puede ser en reducción diaria y por lo tanto en cinco días. Hay posiciones sobre las dos cuestiones. En todo caso, me parece que lo fundamental son las 32 horas para reducir el tiempo de trabajo y que sea más productivo y para repartir los cuidados de forma más equitativa.

¿Cuál es el modelo de Más País con respecto a la prostitución?

Soy abolicionista como horizonte, he mantenido esa posición siempre. Pero creo también que, mientras tanto, mientras llegan esos horizontes, hace falta dar respuestas y dar soluciones, especialmente a las mujeres que más lo necesitan. Hay que luchar contra la trata de forma mucho más efectiva y mucho más proactiva de lo que hacen las instituciones estatales, la Policía Nacional y el sistema judicial. Es evidente que hay lugares donde la trata se practica y en los que de forma más proactiva deberíamos actuar desde las instituciones. Pero también habría que evaluar cuáles son las fórmulas en las que, mientras tanto, las mujeres que ejercen la prostitución no se vean completamente abandonadas por el Estado.

¿La Operación Chamartín les perjudica?

Con esta cuestión hay que ser bastante claros. Ha habido una operación extraordinariamente oportunista, utilizada políticamente y electoralmente, pero con pocos réditos a tenor de los resultados de las elecciones municipales en la ciudad de Madrid. Algunas personas que habían sido parte de esa propuesta, que la habían desarrollado, que la habían votado y que refrendaron con su aporte político la nueva propuesta, después por motivos puramente electoralistas, que ya digo que salieron bastante mal, cambiaron de posición.

En ese sentido, creo que no tiene ningún impacto. No lo tuvo en las elecciones municipales y, por supuesto, no va a tenerlo en las generales. Al contrario, el impacto positivo de las cosas que hicimos en la ciudad durante los años anteriores es precisamente el de ser un gobierno valiente que asume que gobernar no es tan sencillo como poner un tuit o como hacer unas declaraciones en un periódico. Implica asumir la complejidad de una ciudad con tres millones de habitantes que no está vacía ni en blanco cuando llegas, sino sobre la que ya han existido cosas y tú tienes que aprender y asumir que las tienes que gestionar, maximizando el interés general, reduciendo lo máximo posible el interés personal, pero asumiendo la complejidad que hay.

Pero no apoyaron Madrid Nuevo Norte, que es lo último que se aprueba.

Lo sé, lo que pasa es que la diferencia entre uno y otro es evidente. Tienen diferencias de negociación y, de hecho, el cambio en una posición y otra fue un cambio muy vinculado al momento electoral. Pero no quiero entrar más en esto, aunque hayamos tenido que escuchar por parte de algunas personas cosas tan terribles como acusaciones de corrupción contra compañeros o contra personas como yo, que me sigo considerando compañera. No me gustaría entrar más, he sido bastante clara y de hecho, al contrario, hemos sido bastante responsables y bastante elegantes, no entrando en un cuerpo a cuerpo que creo que no beneficia a nadie.

¿Qué papel va a jugar usted en la política nacional? ¿Contempla seguir como portavoz de Más País tras la campaña, en las negociaciones, si las hay, y el futuro a medio plazo?

Lo desconozco, la verdad. No tengo ningún plan al respecto. Asumí la portavocía de la campaña durante este escaso mes y medio de vida de la organización antes de las elecciones generales. Y luego habrá que ver después de las elecciones qué sucede con el desarrollo posterior de Más País, que es una organización que tendrá que organizarse. Es decir, que tendrá que hacer al igual que Más Madrid su proceso de asamblea, su proceso congresual, para organizarnos en todo el Estado.

¿Puede compatibilizarlo con la oposición a las tres derechas en el Ayuntamiento de Madrid?

Da trabajo. Hemos estado esta mañana en un pleno explicando por qué el plan anticontaminación del alcalde y de Villacís es más bien un plan pro contaminación. Y ahora, haciendo esta entrevista. En realidad el día tiene muchas horas. Afortunadamente, las campañas duran poco tiempo, porque yo en lo que estoy más centrada o en la que estaría más centrada cuando pasen las elecciones es en la tarea de la oposición municipal, donde hay mucho que hacer frente a un gobierno de derechas.

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