Arcópoli denuncia a la 'coach' que fue multada por sus terapias de reversión para homosexuales por ofrecer un nuevo curso

La asociación LGTB Arcópoli ha vuelto a denunciar a la autodenominada 'coach especializada en identidad personal' Elena Lorenzo por abrir una nueva página web en la que ofrece terapias de reversión para personas homosexuales. Lorenzo lanzó el 9 de enero un “curso online” titulado ‘El camino a la heterosexualidad’, que actualmente sigue siendo accesible. Este tipo de iniciativas que, como describe la asociación en el escrito presentado al que ha tenido acceso eldiario.es, “tienen la finalidad de modificar la orientación sexual o identidad de género de una persona”, están prohibidas en la Comunidad de Madrid por la ley autonómica de protección contra la LGTBIfobia.

La denuncia de Arcópoli es de tipo administrativo sancionador y está interpuesta ante la Consejería de Políticas Sociales de Madrid. La Comunidad multó en septiembre con 20.001 euros a Lorenzo por webs similares, tras otra solicitud de Arcópoli de 2016. Era la primera vez desde la entrada en vigor de la ley que se interponía una multa de esa cantidad, hasta entonces las sanciones habían oscilado entre los 800 y los 1.800 euros.

Ahora, Lorenzo define este nuevo proyecto como “curso online” y lo dirige a personas en América, pero la misma web deja claro que “se atiende desde España”, con número de teléfono y horario de atención al público españoles. Arcópoli considera esto un “subterfugio”, es decir, un engaño, para lograr evitar la aplicación de la ley por la que ha sido sancionada hace pocos meses.

La denuncia que ponen también es contra Juan Pablo García, identificado en la web como “experto en Coaching de Identidad” y codirector del curso. En la web, Lorenzo lo dirige a “quien experimenta sentimientos homosexuales no deseados”. Y lo detalla: “En él presento otras opciones que tal vez no hayas contemplado. Hablaré sobre la homosexualidad y en qué consiste el PROCESO DE COACHING DE IDENTIDAD. Hablaré del lesbianismo y daré algunos consejos a padres que tienen hijos que sufren atracción hacia el mismo sexo”.

Desde Arcópoli apuntan que “el propio nombre del curso, Camino a la heterosexualidad, es un eufemismo que hace referencia a una transición desde una orientación sexual errónea o enferma”.

Lorenzo cobra los “360 minutos de clase” desarrollados en “44 lecciones” en vídeo de los que consta el “curso online” a 195 euros, 245 sin rebaja. Arcópoli lo califica de “elevado precio” y por eso y “teniendo en cuenta su reincidencia”, solicitan a la Consejería la sanción máxima. Para pagar la multa de octubre, Lorenzo promovió una campaña de donaciones en su web personal, que tiene como epígrafe “Sí, puedes recuperar tu heterosexualidad”. Según ella, alcanzó los 20.001 euros en una semana, aunque tiempo después las donaciones seguían abiertas.

Por eso y por haberlo vuelto a ofrecer nuevas terapias de reversión, en Arcópoli piensan que la multa, “lejos de conseguir el efecto de disuadirle, le ha reafirmado en seguir realizando estas sesiones” y piden que se tomen medidas para que una nueva sanción legal tenga también ánimo coercitivo. “Parece que no teme a las sanciones económicas. Va a seguir utilizando subterfugios legales para poder seguir con sesiones que lo único que provocan es ansiedad, frustración, depresión y, en ocasiones, tentativas de suicidio al comprobar que estas terapias no sirven para nada”, explica Rubén López, portavoz.

La asociación LGTB recuerda en la denuncia que las terapias que impulsa Lorenzo, además de estar prohibidas por la Ley autonómica, son rechazadas por el Colegio de Psicología y diversas sociedades científicas internacionales como la American Academy of Pediatrics y la American Psychiatric Association. Además de la sanción a Lorenzo por parte de la Comunidad de Madrid, Rubén López exige al gobierno de España en nombre de Arcópoli que se prohíban legalmente a nivel estatal estas terapias “con sanciones contundentes que disuadan, penas de cárcel como las que ha propuesto el gobierno alemán, así como la inhabilitación para ejercer actividades económicas que puedan encuadrar estas terapias deshumanizadoras”.