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La moda de los todoterrenos de ciudad aumenta las emisiones en la Unión Europea

Un tercio de los turismos vendidos en la UE son todoterrenos de ciudad

Teguayco Pinto

Las emisiones de dióxido de carbono (CO) de los nuevos turismos matriculados en la UE aumentaron en 2018 por segundo año consecutivo, según los datos publicados por la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA). Los principales factores que han contribuido a este aumento son la creciente proporción de vehículos de gasolina y, en particular, el crecimiento de las ventas de los todoterrenos de ciudad, conocidos como SUV (siglas en inglés de vehículos utilitarios deportivos).

Los nuevos datos publicados por la agencia europea indican que las emisiones medias de dióxido de carbono de los nuevos turismos matriculados en 2018 alcanzaron los 120,4 gramos de CO por kilómetro (g de CO/km), lo que supone un aumento de 2,0 g de CO/km respecto al año anterior y se aleja del objetivo de la UE de alcanzar los 95 g de CO/km para 2021.

Es el segundo año consecutivo que se produce este aumento, ya que los anteriores datos publicados por la AEMA mostraban un aumento de 0,4 g de CO/km respecto a 2016. Estos dos años de aumento de emisiones del nuevo parque móvil suponen un retroceso con respecto al descenso constante que se produjo entre 2010 y 2016, de casi 22 g CO/km, por lo que la agencia asegura que “los fabricantes tendrán que reducir significativamente las emisiones de su flota para cumplir los próximos objetivos de 2020 y 2021”.

El ascenso de los SUV

Entre los factores que señala la agencia europea destaca el aumento en la proporción de vehículos SUV. En 2018, en la UE se vendieron casi 4,5 millones de este tipo de automóviles, lo que supone casi un tercio del total de los turismos matriculados ese año. En comparación con los coches de segmentos similares, “los SUV son típicamente más pesados y tienen motores más potentes y áreas frontales más grandes, características que aumentan el consumo de combustible”, afirma la AEMA.

Las cifras ofrecidas por la agencia europea vienen a confirmar las conclusiones de un reciente informe de Ecologistas en Acción, que señalaba el importante aumento de ventas de este tipo de vehículos y su impacto sobre las emisiones. Según la organización ecologista, en España la cuota de mercado de estos vehículos “alcanzó el 41% en 2018 y, en lo que va de 2019 ya estaría en un 44%”.

A pesar de los errores de este informe recogidos en algunos medios, los datos preliminares ofrecidos por la agencia europea parecen dar la razón a los ecologistas. Según la AEMA, “la mayoría de los SUV nuevos vendidos eran propulsados por gasolina, con una media de emisiones de 133 g de CO/km, lo que supone unos 13 g de CO/km más que la media de las emisiones de otros coches de gasolina nuevos”.

Freno al diésel

La agencia europea también ha señalado la disminución en la venta de automóviles diésel durante los últimos años. El pasado año, este tipo de vehículos constituyeron el 36% de las nuevas matriculaciones, lo que supone un descenso de nueve puntos porcentuales desde 2017 y de 19 puntos porcentuales desde 2011, cuando los vehículos diésel alcanzaron su máximo con una cuota del 55 % de nuevas matriculaciones.

Sin embargo, el impacto de este descenso no ha sido tan elevado sobre las emisiones, debido a la pequeña diferencia entre los nuevos coches de gasolina y los diésel. Según los datos de la AEMA, por término medio “las emisiones de CO de los vehículos diésel (121,5 g de CO/km) son ahora muy similares a las de los vehículos de gasolina (123,4 g de CO/km)”, la diferencia “más baja observada en los últimos cinco años”.

Los diésel fueron considerados durante años como coches más sostenibles, ya que su nivel de emisiones de CO era muy inferior al de los vehículos de gasolina. Sin embargo, durante los últimos años la eficiencia de los nuevos motores de gasolina ha mejorado mucho y las emisiones de CO prácticamente se han igualado.

Los diésel, por su parte, también han reducido durante los últimos años sus altos niveles de emisiones de material particulado y con las nuevas normativas también reducirán los óxidos de nitrógeno, ambos con importantes efectos sobre la salud, por lo que la mayoría de los especialistas concluye que el debate diésel-gasolina no tiene sentido con los coches actuales y debería centrarse en reducir el número de vehículos y estimular los coches eléctricos.

El vehículo eléctrico no termina de arrancar

La AEMA también destaca cómo las cifras de ventas de vehículos híbridos eléctricos enchufables (PHEV, por sus siglas en inglés) y de vehículos eléctricos a batería (BEV, por sus siglas en inglés) aumentaron el pasado año, especialmente las de estos últimos, que se incrementaron un 50% en comparación con las de 2017, hasta alcanzar las 150.000 unidades.

Sin embargo, a pesar de este aumento en las ventas, la AEMA afirma que los vehículos de bajas emisiones están teniendo una lenta penetración en el mercado, dado que la cuota combinada de PHEV y BEV respecto al total de automóviles vendidos apenas alcanza el 2%, frente al 1,5 % de 2017. “Con el objetivo para 2021 de 95 g de CO/km, se necesita un despliegue mucho más rápido de coches con bajas emisiones en toda Europa”, advierte la agencia.

Los países con mayores cuotas de ventas de vehículos eléctricos fueron Islandia (15%), Suecia (8,4%) y los Países Bajos (6,8%), que junto con Estonia, Finlandia y Malta, fueron los únicos estados de la UE en los que las emisiones medias de los vehículos nuevos disminuyeron de 2017 a 2018.

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