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15M: la expresión colectiva del descontento

Stéphane M. Grueso / Stéphane M. Grueso

Vídeo y apuntes correspondientes a una charla en el TEDxBuenosAires 2012.TEDxBuenosAires 2012

En el año 2011 hemos vivido una serie de movilizaciones por el mundo en todo tipo de países 
de circunstancias muy distintas. La cosa empezó en el norte de África; Túnez, Egipto. 
Después vino Grecia, España, los movimientos Occupy en EEUU…

Tengo una teoría que me gustaría compartir, y es que este año pasado se ha desarrollado 
un nuevo prototipo de protesta. Estamos aprendiendo a protestar de una nueva forma.

Y para hablar de esa idea voy a centrarme en los movimientos surgidos en tres países:

• La revolución en Egipto, en enero de 2011.

• El llamado “movimiento 15M” en mayo en España.

• El movimiento Occupy Wall Street en EEUU, surgido en septiembre. more

El 15M, lo he vivido de cerca y he participado activamente en Madrid, y de los otros dos países he estado leyendo y siguiéndolos con atención.

Voy a tocar una serie de aspectos comunes a las revueltas en los tres países
 y también pondré algunos ejemplos de lo que vaya contando. Voy a hablar de:

- La plaza, el lugar donde ha pasado.

- La inclusividad, horizontalidad y no violencia como características fundamentales de estos movimientos.

- El uso de las TICs (tecnologías de la información y comunicación) como catalizadoras de las protestas.

- El copyleft, el cómo compartimos nuestras experiencias.

El primer elemento común, sin duda es el lugar donde han tenido lugar todas estas protestas: 
la plaza.

Había que tomar la calle, hacerse visibles en el mismo centro de las ciudades. 
Todas las movilizaciones han escogido plazas céntricas de las ciudades para concentrarse, 
hacerse fuertes y visibilizarse.

En Egipto, las movilizaciones tuvieron lugar en la céntrica Plaza Tahrir. En Madrid, en la Puerta del Sol, que representa el centro geográfico de España y está rodeada de centros 
de poder como la presidencia de la Comunidad de Madrid. En Nueva York se escogió el Zuccotti Park, dada su proximidad a los grandes centros de poder, en este caso los financieros de Manhattan.

Estas plazas fueron el centro neurálgico de las movilizaciones y en ellas se desarrollo prácticamente toda la actividad, abriéndose extensiones fuera de ellas en otros sitios, y siendo desmontadas o abandonadas en determinado momento.

Otra de las características que comparten estos tres movimientos es su inclusividad.

Todo el mundo puede formar parte del movimiento, tanto aquí como allí. Estas movilizaciones se han caracterizado por generar unas estructuras totalmente horizontales e integradoras. Estamos unidos por una situación y unos deseos de cambio, no por una ideología. 
Siempre se puede participar, sin tener que someterse a un filtro ideológico, sin tener que pertenecer 
a un grupo. No existe una membresía oficial. En las protestas, ha participado mucha gente nueva.

En Egipto vimos cómo las mujeres eran aceptadas en la Plaza Tahrir. Se les dejaba participar y tomar responsabilidades. También vimos a jóvenes trabajando junto con personas mayores así como 
cristianos coptos y musulmanes protestando juntos. Se desarrollaron vínculos positivos e igualitarios entre todos estos grupos que siempre han convivido, pero que nunca se habían mezclado hasta ahora.

En el caso del 15M en España, también está claro que esto es una movilización de personas, 
no de grupos. Todo el mundo es bienvenido y no queremos banderas. En Acampadasol (que es el nombre que le dimos a la plaza) no había una sola bandera o consigna de un grupo. La única bandera que se podía ver era la egipcia. Incluso la gente de Democracia Real Ya! (convocantes de la manifestación del día 15 que dio origen a las movilizaciones) el mismo día 16 seguían allí, pero ya, “a título individual”.

En Occupy Wall Street los primeros días la acampada se compone de un tejido muy activista, 
pero a los pocos días se lanza el lema de “somos el 99%” con la intención de abrir el espacio a todos. EEUU es un país que promueve el individualismo y con una fuerte herencia del activismo tradicional, 
y esto fue una experiencia extraña. En el parque Zuccotti hablaban de “el milagro de estar juntos”.

Las tres plazas se abrieron como espacios de hospitalidad. Se trataba de pensar entre todos. 
No el típico “yo tengo la solución, déjame que te convenza”, sino “vente y lo pensamos juntos”.

Además de la inclusividad, y en el mismo deseo de llegar a todos y que cualquiera pudiera participar, 
otra característica fundamental de las movilizaciones ha sido su horizontalidad.

Se desarrollaron una serie de sistemas de trabajo, discusión y decisión colectivos. 
En España nos organizamos mediante la asamblea general y una serie de grupos de trabajo. Esas mismas estructuras se exportaron a EEUU. También se renunció a la búsqueda de líderes. Sí que ha habido una serie de referentes, pero se ha trabajado en no tener una cabeza visible y no renunciar a esa estructura, muy horizontal.

A día de hoy no se conoce el nombre de los líderes egipcios de Tahrir. En EEUU, sí hay alguien que destaca un poco, 
pero no verdaderos líderes, y en España siempre repetimos en cada conversación aquello de “yo soy del 15M pero no represento a nadie”… Es realmente significativo, que casi un año después del inicio de las movilizaciones, y con el 15M todavía activo, no exista un solo líder definido.

Como hemos comentado, en EEUU sí se dio una mayor presencia de activistas tradicionales en la organización de la acampada, sobre todo al principio, pero en España los activistas no fueron para nada la vanguardia. Estos activistas proporcionaron las herramientas y el 'know how' y se retiraron. 
Actuaron de facilitadores.

Por último en este apartado, también me gustaría mencionar la búsqueda de la inclusividad y horizontalidad incluso desde el punto de vista semántico. Se cuidaba mucho el lenguaje. Se inventaron una serie nombres para estar juntos. En Egipto, los manifiestos los firmaban “la gente de Tahrir”, en España éramos los “indignados” y en EEUU “el 99%”. No había nombres ni siglas por ningún lado.

Otra importante característica que nos une es la no violencia.

Todas las movilizaciones han sido pacíficas. Se ha cuidado la no violencia como forma de integrar a más gente. Con esto hemos conseguido que la represión haya tenido una influencia positiva: ayudar a multiplicar el numero de personas que protestan. Ha sido un éxito conseguir que todo el mundo comparta ese sentimiento de injusticia, de ver que los responsables de la violencia estructural están libres, y a la gente normal se la reprime.

Las imágenes de la violencia en Tahrir, el desalojo de Acampadasol el 16 de mayo o las centenares de detenciones en el puente de Brooklyn no han hecho sino ayudarnos, sumar más y más gente a las protestas y transmitir nuestro mensaje.

Ahora me diréis: “Pues yo he visto imágenes en Egipto de batallas campales en la plaza”. Sí, pero eso fue solamente una defensa. En todo el país hubo en enero y febrero de 2011 más de 700 muertos. 
A un amigo le dijeron en la plaza Tahrir: “Ha sido una revolución pacífica. Hemos quemado 100 comisarías”. 
Puede que no sea fácil de ver, pero yo creo que Egipto también ha sido una revolución pacífica.

Para acabar, hay que reseñar cómo se ha cuidado el espacio de la protesta. En Tahrir una cadena 
de manifestantes protegía el Museo Egipcio de posibles daños o saqueos, y en Sol y Zuccotti Park, 
la plaza se ordenaba, limpiaba y cuidaba como tu casa, que es lo que era.

El papel de las TICs, tecnologías de la información y comunicación 
y en concreto, el del internet móvil y las redes sociales ha sido de capital importancia en nuestras movilizaciones.

El actual desarrollo de la tecnología y la popularización del uso de internet ha permitido un contacto directo entre activistas de todo el mundo. Las acampadas estaban interconectadas en tiempo real. Uno de los primeros grupos de trabajo que se formó en Acampadasol fue el de audiovisuales, encargado de documentar y comunicar todo lo que pasaba. El internet móvil ha permitido una multiplicación de relatos. Gente que directamente informa. Cuenta lo que ve, lo que vive. Se rompe el monopolio de la información.

Las redes sociales se han usado no solo para contar sino para organizarse (y esto ha sido común a los tres países). Hemos utilizado el streaming de forma intensiva, permitiendo participar en las acampadas a la gente que no podía desplazarse.

Tenemos los medios de producción para ser nosotros los medios de comunicación. 
En EEUU, estaban un poco por detrás: seguían intentando convencer a medios de comunicación tradicionales, mientras que en España se ha prescindido totalmente de ellos. 
We are the media, nosotros somos los medios. ¡Y ha funcionado! No olvidemos que en Egipto una de las medidas del régimen fue cortar internet. 
Y en España últimamente se está hablando ya de “controlar las redes sociales”. De hecho, recientemente, en España el ministro del Interior ha anunciado una ley “para meter en la cárcel al que convoque o difunda convocatorias violentas por internet”, criminalizando así el uso de las redes sociales.

El uso de las TICs ha sido distinto según país y costumbres. En Egipto, mucha gente sabe el nombre de los 30 blogueros que han movido y canalizado gran parte de la información. Un amigo preguntó en Egipto a uno de estos blogueros: “Oye, ¿aquí quién convoca las movilizaciones?” “YouTube --le contestaron--. Subimos las imágenes, y la gente viene”.

En España y EEUU, ha sido algo distinto, se crearon unos medios de comunicación propios del movimiento: cuentas de twitter, facebook, una radio, etc… que se usaban para transmitir la información. 
Y claro, hay que destacar el papel de las redes sociales.

Mirad, este es un diagrama de flujos de comunicación en twitter en el 15M.

Se pueden ver los grandes círculos de Acampadasol o Democracia Real Ya, las cuentas oficiales, pero también un montón de individuos que participaban, difundiendo o creando su información. Estas personas actuaban de verdaderos “conectores con el 99%” y conseguían que la información llegara a todos lados. Esto es la primera vez que pasa.

Yo siempre digo que el 15M es una “rebelión copyleft”. Y creo que las demás también lo son. En el 15M no sólo nos centramos en discutir y hacer cosas, sino que todos los procesos, éxitos y fracasos los documentamos y publicamos. Los compartimos con la comunidad.

Por ejemplo, si tú quieres organizar una asamblea de entre 30 y 3.000 personas, en nuestras webs puedes leer nuestra experiencia, y si pruebas otras cosas y te salen bien, publicar esas mejoras.

Estos mecanismos vienen de la cultura libre y se basan en ese compartir, el permitir copiar y modificar tu información, el copyleft.

El 15M observa con interés a los movimientos Occupy en todo el mundo y en especial a los de EEUU. 
Sabe que por ahí podría venir algún cambio. Esta circulación de la información ha traspasado lo digital y entrado en el terreno físico. Por lo menos 
10 quincemayistas han participado en Occupy Wall Street asesorando y aportando su experiencia previa. 
Y, desde allí, también se observaba al 15M y se generaba un constante flujo de intercambio de información. Algo similar ha sucedido en Egipto y otros países.

La información ha fluido y nuestras revoluciones se han remezclado, usando un lenguaje musical.

La difusión y crecimiento de estas revueltas no ha sido en forma de virus, donde un solo origen va difundiéndose e infectando a otros, sino más bien como una serie de ondas de distintos orígenes y tamaños.

Como música. En varios sitios ha empezado a sonar música y las ondas se han ido mezclando. A mí me llegaba una onda, y yo por resonancia empezaba a vibrar y a emitir mis propias ondas, a crear mi propia música… Hemos ido recibiendo y transformando esa música, y en un momento, hemos empezado todos a tocar juntos. Hemos tocado la misma pieza. Eso sería, por ejemplo, la manifestación del pasado 15 de octubre, donde de forma simultánea hubo cientos de manifestaciones en docenas de países. Todas bajo el mismo lema: “Unidos por un cambio global”.

Hay otros elementos comunes a todas las protestas en los que no me da tiempo a entrar, pero que no quiero dejar de mencionar, como son: la creación de un nuevo sujeto político en las acampadas, o que se haya roto por primera vez el tabú “democracia = capitalismo”, así como el hecho de diferenciar entre lo público y lo común.

Pues aquí estamos un año después. Las rebeliones siguen su curso. 
Creemos que podemos cambiar el mundo. Yo creo que podemos cambiar las cosas.

Escuchad atentos y recibiréis nuestras ondas, emitid las vuestras 
y a ver si conseguimos hacer música juntos.

Música, de la más bella.

Texto maquetado con fotos en PDF.PDF

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