UNRWA es la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina en Oriente Medio. Desde 1949 trabajamos para proporcionar asistencia, protección y defensa a más de 5 millones de refugiados y refugiadas de Palestina, que representan más de la quinta parte de los refugiados del mundo y que actualmente viven en campamentos de refugiados en Jordania, Líbano, Siria y el territorio Palestino ocupado (la franja de Gaza y Cisjordania), a la espera de una solución pacífica y duradera a su difícil situación.
Celebrar la solidaridad mantiene viva la esperanza en Palestina
Desde 1977, el 29 de noviembre de cada año Naciones Unidas conmemora el Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino. La fecha fue elegida por su importancia para este pueblo, pues ese día, en 1947, la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó la resolución 181, la cual estipulaba la creación de un “Estado judío” y un “Estado árabe” en Palestina.
Casi ocho décadas después, aquella resolución está lejos de cumplirse. El pueblo de Palestina continúa afrontando las consecuencias de la ocupación, el desplazamiento forzoso y el exilio, mientras seis millones de personas refugiadas en Líbano, Jordania, Siria y el territorio Palestino ocupado, incluido Jerusalén Este, dependen de la ayuda humanitaria para sobrevivir. Precisamente, UNRWA fue creada en 1949 por mandato de Naciones Unidas para atender las necesidades de las personas refugiadas de Palestina en Oriente Próximo. Desde entonces, su labor ha sido imprescindible, brindando servicios básicos a la población y estabilidad a la región.
Si hoy es una causa viva, a pesar de los años transcurridos sin solución, es porque la cuestión palestina ha sido catalizadora siempre de grandes muestras de solidaridad entre la sociedad internacional. Concretamente, durante estos dos años especialmente difíciles, esas muestras de compromiso con el pueblo palestino se han multiplicado en todo el mundo y, muy especialmente, en España.
Movilizaciones multitudinarias, actos culturales y eventos deportivos y educativos han reflejado la entrega de la ciudadanía. En los últimos meses, se han multiplicado los eventos solidarios para recaudar fondos destinados a paliar la crisis humanitaria en Gaza. Músicos y artistas, muchos con agendas difíciles de conciliar, han aparcado sus compromisos laborales y volcado su tiempo en estos gestos altruistas.
Detrás de estas muestras hay mucho más que solidaridad: hay una conciencia social que se niega a mirar hacia otro lado. Estos gestos, por modestos que parezcan, no solo envían un mensaje de apoyo y reconocimiento moral a la población palestina, sino que funcionan también como un termómetro de las preocupaciones colectivas y acaban teniendo reflejo en las decisiones políticas que se toman. Lejos de las lecturas más pesimistas sobre la capacidad de la sociedad civil para producir cambios en el panorama global, el ejemplo de España ha demostrado que la ciudadanía puede influir en las decisiones relativas a la política exterior de los Estados.
Estas decisiones tienen un impacto directo en la vida de millones de personas en Gaza, Cisjordania, Siria, Líbano y Jordania, empezando por el sostenimiento de la ayuda humanitaria en Gaza, donde 12.000 trabajadores y trabajadoras de UNRWA -en su inmensa mayoría también personas refugiadas de Palestina- continúan prestando servicios esenciales pese a las pérdidas personales y los riesgos diarios, gracias a la financiación de los Estados miembro de Naciones Unidas.
Desde el inicio de la ofensiva, el personal sanitario de la Agencia ha proporcionado más de 15,5 millones de consultas médicas. Además, UNRWA mantiene su papel como principal proveedor de educación y apoyo psicosocial, atendiendo a unas 730.000 personas, entre ellas más de medio millón de niños y niñas. La Agencia también coordina la limpieza, la distribución de agua, la gestión de residuos y el control de plagas, tareas esenciales para prevenir brotes de enfermedades y preservar la salud pública. Su compromiso, más allá del deber profesional, representa la expresión más profunda de la solidaridad: seguir sirviendo a la comunidad incluso cuando se comparte su mismo sufrimiento.
El valor de la solidaridad
La solidaridad es una fuerza que trasciende fronteras y actúa como un efecto mariposa: lo que la sociedad civil impulsa en Europa y en el resto de los continentes resuena en las decisiones políticas que alivian el sufrimiento en Gaza. Cada gesto, cada palabra y cada apoyo contribuyen a sostener la esperanza y recuerdan a quienes viven bajo ocupación en Cisjordania y Jerusalén Este, bajo asedio en Gaza o en los campamentos de refugiados de Jordania, Siria y Líbano, que no están solos.
Porque lo que no se nombra no existe, no debemos dejar de hablar de Gaza. No debemos permitir que la situación de 2,1 millones de personas se convierta en una tragedia más olvidada. En el Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino, recordamos los compromisos pendientes -entre ellos el derecho de seis millones de personas refugiadas a una solución justa y duradera-, pero también celebramos una solidaridad que mueve montañas.
Sobre este blog
UNRWA es la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina en Oriente Medio. Desde 1949 trabajamos para proporcionar asistencia, protección y defensa a más de 5 millones de refugiados y refugiadas de Palestina, que representan más de la quinta parte de los refugiados del mundo y que actualmente viven en campamentos de refugiados en Jordania, Líbano, Siria y el territorio Palestino ocupado (la franja de Gaza y Cisjordania), a la espera de una solución pacífica y duradera a su difícil situación.
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