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Gizarterako busca nuevos apoyos tras perder la subvención municipal

El colectivo de mujeres que ejercen la prostitución es uno de los más vulnerables.

Natalia González de Uriarte

Vitoria-Gasteiz —

La asociación Gizarterako, referente en el ámbito de la prostitución por sus programas de reinserción social y laboral de mujeres prostitutas, necesita nuevos apoyos económicos tras perder la subvención del Ayuntamiento. El Partido Popular ha retirado de su proyecto de cuentas del 2014 los 13.500 euros anuales que contribuían al sostenimiento de la organización altruista.

La concejala delegada de área, Ainhoa Domaica, al referirse a la supresión de esta partida durante una comisión municipal, explicó que su desaparición se debía a los ajustes económicos que se han visto obligados a realizar en los presupuestos y que han afectado a colectivos cuya labor de apoyo se circunscribe en un ámbito competencial ajeno al consistorio. “Esa competencia corresponde a la Diputación y de hecho conservan la subvención de esa institución”, remarcó Domaica. La concejala popular recalcó que sólo once mujeres atendidas por Gizarterako necesitaron ser derivadas a los recursos sociales municipales.

Desde el colectivo insisten en remarcar la importancia de su labor y la necesidad de darle continuidad a su equipo de calle. Las mujeres que ejercen la prostitución difícilmente se acercan por iniciativa propia a los servicios sociales en busca de ayuda. A pesar de la desprotección que padece este colectivo, la vergüenza que sienten las prostitutas por ejercer la actividad les bloquea y no solicitan ayuda. Por este motivo la intervención de las voluntarias de Gizarterako, que periódicamente se acercan hasta sus áreas de acción, es crucial para luchar contra el desamparo de estas mujeres. Por ello la presidenta de Gizarterako Chelo Ordejón, reclama nuevas ayudas económicas para poder continuar con su cometido tras perder la subvención municipal.

Las prostitutas no buscan ayuda por vergüenza

La situación económica por la que atraviesa Gizarterako es delicada. “Tenemos a gente sin pagar y apenas disponemos de dinero para comprar más remesas de preservativos. El que nos facilita Osakidetza ya lo hemos acabado y qué hacemos entonces, ¿dejamos de repartir el material preventivo a estas mujeres? Lo adelantamos nosotras y estamos ahogadas. La situación es insostenible. Necesitamos más ayuda” denuncia Ordejón. La presidenta reitera que con más apoyos llegarán a más sitios porque podrán contratar a más gente. Ahora dependen en gran medida de personal voluntario.

Este año han atendido a 850 mujeres que alternan en la vía pública, carreteras y clubs para ofrecerles asesoramiento sanitario, jurídico y vías de salida a esta ocupación. Los agentes y el personal voluntario se ofrecen a acompañar a estas mujeres hasta los servicios médicos para someterse a revisiones ginecológicas y también disponen de un servicio de guardería para hacerse cargo en momentos de necesidad de los hijos de las prostitutas.

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