Los agentes tributarios se trasladan de las Fallas a la Feria de Abril
La Agencia Tributaria está dispuesta a poner coto a la economía sumergida en la Feria de Abril y ha empezado ya. Tras su polémica ofensiva en las Fallas de Valencia, los agentes tributarios se han desplegado por el real de la capital hispalense, en plena cuenta atrás en el montaje de las casetas.
Desde hace días están solicitando diferente documentación sobre proveedores, liquidaciones del IVA, y en general, facturas sobre pago de lonetas, alquiler de sillas, contratos para artistas y todo lo que conlleva esta fiesta que mueve más de 675 millones de euros por edición.
Ya el año pasado se desplegaron por primera vez por el recinto ferial, en plena celebración, pero este año empiezan con el montaje, en una visita que, por lo general, no es bien recibida. Máxime en un año donde el incremento del IVA del 8% al 21% se ha dejado notar.
En muchas casetas lo que ven es que se está poniendo “demasiado empeño en perseguir al pequeño autónomo o a las economías familiares, que son en muchos casos las que están detrás de esto, en lugar de mirar a los grandes defraudadores”, según manifiestan, en plena tarea, en Gitanillo de Triana, 66. Un poco más adelante, en el 46, un montador afanado entre tablas apunta que “está habiendo más inspecciones que nunca este año, también buscando si los trabajadores estamos dados de alta o no”.
Por su parte, un trabajador de Montajes Burgos, empresa que lleva tres décadas levantando casetas con una media de 30 cada año, asegura que los agentes tributarios están viniendo a preguntarle casi a diario, con una meticulosidad que no ha visto nunca antes, pero le parece bien. “Nosotros, que lo hacemos todo legal, tenemos que competir con gente que no paga impuestos ni nada y puede tirar los precios, por lo que está bien que se ponga freno a esa competencia desleal”, sostiene.
Las inspecciones en las Fallas levantaron polvareda, especialmente porque la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, llegó a hablar de “absoluta insensibilidad” con la fiesta y con la ciudad Barberá, llegó a hablar de “absoluta insensibilidad”por parte del departamento que dirige el ministro Cristóbal Montoro. Y su homóloga de Torrent, Amparo Folgado, remitió incluso una carta al ministro, en la que le transmitía el “malestar” por estas inspecciones sorpresa. “Entendemos la necesidad de llevar a cabo este tipo de inspecciones, pero consideramos que no han sido adecuadas ni las formas ni los días”, subrayaba en su misiva.
Desde la Organización Profesional de Inspectores de Hacienda del Estado intentan rebajar la tensión. Su presidente, Ransés Pérez Boga, expone que está recogido en el Plan de Control Tributario. “Hay determinados ámbitos donde no se está tributando y por eso se miran con lupa, y se está haciendo con estos festejos señalados, pero también se hará con el fútbol, con la Tercera División”. Reitera que hay que controlar esta economía sumergida “no sólo el gran fraude, sino también el de los pequeños autónomos y el de la hostelería”, en referencia a dos de los sectores que están en el punto de mira de estas inspecciones en el recinto ferial.
Reconoce que la reciente subida del IVA puede haber generado todavía más rechazo a este tipo de intervenciones. “Hay poco dinero y se está dejando de pagar a la Agencia Tributaria, pero lo cierto es que la caída en lo que se ha dejado de ingresar es todavía mayor que la reducción en las ventas y por eso es donde hay que estar vigilantes para que todos cumplan”, insiste. Y asegura que tras la feria seguirá por otras fiestas populares.
