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Andalucía se rearma contra la tercera ola: clausura la hostelería a las seis de la tarde, toque de queda a las diez y prorroga el cierre perimetral

El presidente andaluz, Juan Manuel Moreno, saluda al equipo médico del antiguo hospital militar de Sevilla.

Daniel Cela

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La evolución de la pandemia en Andalucía se ha acelerado tanto en el número de contagios como en el de hospitalizaciones como consecuencia de la relajación de las restricciones decidida por el Gobierno autonómico a principios de diciembre, de cara a las fiestas navideñas. El presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno Bonilla, ha ordenado este viernes restituir parte de las medidas de prevención contra el coronavirus anteriores al plan de desescalada aprobado hace un mes, principalmente las que limitan los horarios de comercios y hostelería, mantiene el cierre perimetral de la comunidad, pero permite la movilidad entre provincias. La incidencia acumulada antes de relajar las restricciones para “salvar la Navidad” era de 155 contagios por cada 100.000 habitantes y hoy está más de 30 puntos por encima.

Las diez nuevas medidas aprobadas este viernes por el comité de expertos de la Junta, y que estarán vigentes hasta la medianoche del 24 de enero, son éstas: se mantiene el cierre perimetral de la comunidad que expiraba este domingo -no se podrá entrar ni salir salvo por causas justificadas-, pero se permite “de momento” la movilidad entre provincias, “una de las principales preocupaciones de los andaluces”. El toque de queda que impide estar en la calle se amplía, pero apenas media hora (desde las 22 horas -hasta ahora las 22.30- a las 6.00 horas de la mañana), y el límite de reuniones autorizadas se queda en seis personas como máximo.

El mayor impacto de las nuevas restricciones está, de nuevo, en los negocios, que tendrán que adelantar el cierre. El comercio tendrá que echar la persiana a las ocho de la tarde -en plena campaña de rebajas de enero- y la hostelería a las seis de la tarde, salvo las cafeterías, que podrán ampliar horario hasta las 20.00 horas siempre que no vendan alcohol. Se podrán recoger pedidos hasta las 21.30 horas y encargar por teléfono hasta las 22.30 horas para ser entregados a domicilio hasta las 23.30 horas. Esta limitación ya se impuso el pasado noviembre, antes del plan de desescalada navideño, y estuvo en vigor durante el mes en que Andalucía permaneció cerrada perimetralmente (muy discutida por el sector hostelero).

La Junta mantiene confinados los ocho municipios del Campo de Gibraltar, en Cádiz, con una incidencia de contagios por Covid-19 muy superior a la media. También se confina el municipio cordobés de Añora. En estas localidades también se restringe toda la actividad comercial, el ocio y la hostelería, ya que son los únicos en nivel de alerta 4 grado 2.

El curso escolar permanece como hasta ahora, con clases presenciales y medidas de seguridad dentro de las aulas. Los sindicatos de la enseñanza y otras voces de la comunidad educativa han elevado la voz de alerta, dadas las bajas temperaturas que vive Andalucía y la dificultad de preservar la ventilación necesaria de las aulas para evitar contagios, con el riesgo de que el frío y la gripe acaben dañando más a los alumnos; el curso universitario será on line en aquellas provincias con nivel de alerta 4: a partir del lunes serán Granada, Jaén, Almería y Jerez. “Los contagios van al alza. La tercera ola ya está aquí y va a ser más dura, por la coincidencia con la gripe”, dice Moreno.

El presidente de la Junta ha rechazado que haya una causa efecto entre la relajación de las restricciones de cara a la Navidad y el repunte de contagios que sufre ahora la comunidad. Moreno ha explicado que el plan de desescalada se adoptó “cuando la incidencia de la Covid en Andalucía era la última en la España peninsular” y “los expertos consideraron que era el momento óptimo para permitir un mínimo reencuentro de las familias, que hacía más de un año que no se veían, y una válvula de escape para la restauración y el comercio”. “Hay otras comunidades y países enteros que están como nosotros. Ahora que ha acabado la Navidad, tomaremos medidas más restrictivas”, apunta el presidente, que deja claro que “en cualquier momento se podrán endurecer las restricciones” adoptadas hoy.

Moreno ha vuelto a insistir en el equilibrio entre la salud pública y la economía. Andalucía cerró 2020 con casi un millón de parados, más 102.000 empleados que en este momento se encuentran en un ERTE.

Evolución negativa

El Gobierno andaluz de PP y Ciudadanos levantó las restricciones de movilidad y las medidas de seguridad frente al avance de la Covid-19 el pasado 10 de diciembre, cuando la incidencia acumulada había bajado hasta los 155 contagios por cada 100.000 habitantes. La evolución era positiva, después de un mes de encierro perimetral que afectaba a toda la comunidad, a sus provincias y a sus municipios, prohibiendo las entradas y salidas salvo por razones básicas. El presidente andaluz decidió relajar los controles para “salvar la campaña de Navidad”, siguiendo el consejo del comité de expertos de la Junta, pero también presionado por el sector de la hostelería, que llegó a exigir su dimisión por ordenar el cierre de los bares entre las 18.00 y las 20.00 horas de la tarde (esta medida se modificó apenas unos días después de anunciarse, permitiendo la apertura, bajo la condición de no vender alcohol).

La Navidad ha pasado y la flexibilización de las restricciones aprobadas por el Gobierno andaluz ha tenido un efecto nocivo para la población: los datos de infección han empezado a involucionar, echando por tierra todo lo que se había logrado tras el mes de cierre perimetral. La pandemia en Andalucía ya no está estabilizada, al contrario, la incidencia acumulada en 14 días registra 186,56, la cifra más alta desde el 8 de diciembre (31 puntos más), cuando Moreno anunció el plan de desescalada para la Navidad (más de 2.000 infectados nuevos en las últimas 24 horas). Tres provincias -Jaén, Cádiz y Almería- están por encima de los 250 contagios por cada 100.000 habitantes, el límite que las autoridades sanitarias consideran de alerta máxima. El número de ingresos hospitalarios ha vuelto a crecer por sexto día consecutivo: 1.194 en total (967 en planta y 227 en UCI)-, aunque la Consejería de Salud asegura que la ocupación de camas aún está lejos del nivel de saturación que se vivió durante la segunda ola.

La secretaria general del PSOE andaluz, Susana Díaz, ha acusado este viernes a Moreno de “actuar tarde” y de estar “ausente”, cuando otras comunidades han anunciado un endurecimiento de las restricciones hace días. Los socialistas denuncian que el pasado 4 de enero, la víspera de Reyes Magos, el número de ingresos hospitalarios era ya el doble que las altas, y reprochan al Gobierno andaluz que no hubiera reaccionado entonces. Díaz también discrepa con la estrategia de vacunación de la Junta, cree la falta de personal sanitario dificulta que se esté vacunando a un ritmo mayor.

La Consejería de Salud declara haber usado el 38% de las vacunas Pfizer recibidas hasta la fecha -algo más de 140.000 virales-, pero recuerda que una parte importante del cargamento recibido se almacena para garantizar la segunda dosis a los primeros vacunados (dentro de 21 días), por si hubiera algún problema en el suministro. Díaz sostiene que el Ministerio de Sanidad “recomienda no guardar vacunas para la segunda dosis”, y pide a la Junta que haga una “reserva mínima”, porque “ya hay suficiente garantía y seguridad en la distribución por parte de la Comisión Europea”. “No tiene sentido reservar dos de cada tres dosis”, sostiene.

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