‘El hijo zurdo’: en quién apoyarte cuando tienes un ultra adolescente en casa
En 2019, Rosario Izquierdo publicó una novela titulada El hijo zurdo (Comba), en la que la socióloga y escritora onubense condensaba algunas de sus obsesiones. Cuatro años después, la historia de Lola, una madre de tendencias progresistas, divorciada y con dos hijos, que asiste a la deriva del menor de ellos, Lorenzo, hacia las oscuridades de un grupo neonazi, se convierte en miniserie televisiva. Rafael Cobos, conocido como guionista inseparable de Alberto Rodríguez –Siete vírgenes, La isla mínima, Módulo 77– pasa a la dirección para adaptar una obra que podrá ser vista en Movistar + con la colaboración de Atípica Films, y que este jueves fue presentada en Sevilla.
“La novela me fluyó con una facilidad que no siempre tengo”, recuerda Izquierdo. “Me interesaba la deriva ultraderechista de la juventud, y cuando leí la noticia de un chico neonazi que se había enamorado de una chica de color y había sufrido las represalias de su grupo, empecé a darle forma a la historia”.
La autora de otras novelas como Diario de campo o Lejana y rosa se puso en los mismos tiempos en contacto con una asociación que trataba la violencia filioparental, donde descubrió que se trataba de un fenómeno cada vez más frecuente en las familias de clase alta. “Además, traté de abordar la maternidad en ese momento de la adolescencia en el que surgen los conflictos entre madres e hijos. Se tiene miedo a que tu hijo se enfrente a ti y todo lo que has construido se venga debajo de un día para otro”.
El rostro de Lola
Sumado a todo esto, Izquierdo también plasmó su interés por la relación entre mujeres de distintas clases sociales, ya que el personaje de Lola entrará en contacto con Maru, que sufre una situación análoga a la suya a pesar de llevar una vida muy diferente. “No quise meterme en el tema de la violencia masculina, que en la novela solo se intuye, queda como elipsis, pero sí el apoyo entre mujeres, que de un modo u otro está presente en mis tres novelas”.
Lola y Maru cobran vida ahora en la pantalla con el rostro de María León y de Tamara Casellas respectivamente. En cuanto al rodaje de los seis capítulos de la serie, ha tenido lugar íntegramente en Sevilla, y Cobos -que obtuvo un Goya al Mejor guion original por La isla mínima y otro al Mejor guion adaptado por El hombre de las mil caras– asume la dirección, la dirección creativa y el guion, aunque contará con la dirección de Paco Baños para los cuatro últimos episodios.
“Más que una adaptación, nos hemos inspirado en esta novela, que en algunos tramos se acerca al ensayo, para encontrar una narrativa de la relación madre-hijo”, comenta Baños. “Se trataba de darle un punto de vista emocional a todas esas relaciones, distancias y faltas de comunicación. Es una historia desde las tripas, de las sensaciones y emociones que rodean al no entenderse entre gente que vive debajo del mismo techo”.
En cuanto a la banda sonora, El hijo zurdo posee música de Julio de la Rosa, otro insustituible en los filmes de Alberto Rodríguez, y con la colaboración de artistas como Bronquio, Nita, Rocío Márquez o Dalila, que dotan a la miniserie de un ritmo y un tono que son en sí mismos una declaración de intenciones, según ha explicado el propio director.
“Para mí este es un reto y una oportunidad enorme”, manifestaba la actriz María León –también con un Goya, el de Actriz revelación– en el arranque del proceso. “Mi personaje, Lola, es una mujer compleja, llena de matices, y os aseguro que voy a poner mi corazón en el proyecto”. En opinión de Izquierdo, así ha sido: “Yo pensaba al escribir en una mujer un poco mayor, pero nunca le puse rostro de actriz. Pero al verla me convencí de que era la Lola perfecta”.
Represión de la zurdera
La escritora asevera asimismo que el resultado audiovisual “ha acabado siendo un relato de Rafael, algo propio. El libro deja tramas abiertas que él ha seguido. Me emociona, por otro lado, que haya conservado el título y los nombres de los personajes. Ambos compartimos una mirada común sobre las periferias y las desigualdades sociales. Yo admiraba sus guiones y operamos igual en el sentido del ‘menos es más’. No es casual que haya puesto la mirada en El hijo zurdo”.
A la novela, sin duda les espera una segunda vida con el tirón de su traducción en imágenes, pero Rosario Izquierdo es consciente de que no se trata de un superventas, al igual que considera que la de Movistar + “es una serie arriesgada, ni ésta ni la novela son de esos productos que se hacen para entretener. De hecho, la serie se acerca mucho al cine de autor”.
Por último, la onubense explica que el título nace de otro de sus intereses más antiguos, la represión de la zurdera en las escuelas franquistas. “De niña la viví y luego quise leer sobre eso y no encontré narraciones literarias que lo contaran”, concluye. “Soy zurda contrariada, como todas las de mi generación. Hicieron de nosotras personas ambidiestras a la fuerza, crearon dislexias. Y la zurdera actúa en la novela como un símbolo del desvío de la norma. A su vez, ser zurdo y ultra es una paradoja”.
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