Las mujeres del PSOE andaluz estallan: “Hasta el moño estamos ya de puteros”
En el PSOE andaluz tienen una estrategia de contención de crisis y contraataque al PP para protegerse del caso de corrupción y mordidas en adjudicaciones de obra pública que se ha llevado por delante a Santos Cerdán, secretario de Organización, y cimbreado los cimientos del partido y del Gobierno de España.
Pero los audios en los que se escucha al exministro José Luis Ábalos y a su mano derecha, Koldo García, repartirse a mujeres prostituidas como si fueran cromos ha desatado una reacción más visceral, sobre todo, entre las mujeres del PSOE andaluz, hoy comandado por la vicepresidenta primera, María Jesús Montero. “Hasta el moño estamos ya de puteros”, ha sentenciado este miércoles la diputada y portavoz adjunta del grupo sociliasta en el Parlamento andaluz, Ángeles Férriz.
El binomio entre supuestos políticos corruptos que usan su poder, influencia y hasta fondos públicos para gastarlo en prostitutas tiene un antecedente trágico en el PSOE andaluz. Es el llamado caso Faffe, aún judicializado y objeto de una comisión de investigación parlamentaria, en el que fue condenado un exdirigente socialista, presidente de una fundación pública adscrita a la Consejería de Empleo del anterior Gobierno del PSOE, por usar la tarjeta de crédito de esta institución en varios prostíbulos de Andalucía, gastándose hasta 32.000 euros de fondos públicos en prostitutas y copas.
Un caso “repugnante”, en palabras de la expresidenta de la Junta, Susana Díaz, que vio cómo su contrincante en las elecciones andaluzas de 2018, el candidato popular y hoy presidente, Juan Manuel Moreno, lo explotaba en el arranque de su campaña. Moreno citó a la prensa a las puertas de uno de los prostíbulos de Sevilla, el Don Angelo, donde el presidente de la Fundación para la Formación y el Empleo (Faffe), Fernando Villén, gastó fondos públicos en contratar sexo con mujeres. Ocurrió entre 2004 y 2010, pero el PP lo rescató con fuerza en aquella campaña electoral, que precedió a la expulsión del PSOE andaluz del Gobierno andaluz después de 37 años en el poder.
Esa reminiscencia está muy presente estos días en la nueva dirección del socialismo andaluz, donde las mujeres copan puestos de alta dirección, empezando por Montero y su número dos, la vicesecretaria general y portavoz parlamentaria, María Márquez. Ha sido, sin embargo, la diputada Ángeles Férriz quien ha exhibido su indignación visceral ante la prensa cuando le han preguntado qué reflexión hacen en el PSOE andaluz al ver, de nuevo, esta coincidencia entre corrupción y prostitución.
Férriz ha citado las palabras de otra compañera de partido, la exsecretaria de Igualdad del PSOE, Andrea Fernández: “El sentimiento que tenemos no lo habíamos tenido nunca y, desde luego, no vamos a mirar para otro lado. No cabe un milímetro de espacio a la autocomplacencia ante estas cuestiones tan repugnantes, tan asquerosas. Hasta el moño estamos ya de puteros. Y por eso queremos medidas contundentes, porque no cabe más repugnancia cuando se habla así de las mujeres”.
Férriz se ha referido a la proposición de ley que llevó su formación al Congreso en mayo del año pasado para abolir la prostitución, una iniciativa que no encontró los apoyos de sus socios de investidura. Sumar y el PP, con argumentos opuestos, votaron en contra de la tramitación de la iniciativa que, sin embargo, el Gobierno de Pedro Sánchez ha recuperado a luz del escándalo por los audios de Ábalos y Koldo. El Ministerio de Igualdad ha anunciado este miércoles que llevará un texto legal para abolir el proxenetismo al Consejo de Ministros el próximo mes de septiembre.
En la federación andaluza del PSOE, la más numerosa del partido, hacen una reflexión para adentro estos días sobre “esos señores que ocupan puestos de alta dirección, en el partido y en el gobierno, y terminan usando su poder para contratar mujeres”. “Yo no recuerdo casos de corrupción de alto nivel donde hubiera implicadas mujeres, quizá porque aún no llegan a esas cotas de influencia”, comenta un diputado.
El socialismo andaluz, como el resto del partido, anda noqueado desde que el informe de la Guardia Civil sobre Cerdán dio una patada al tablero político del país y puso al Gobierno de Sánchez contra las cuerdas. El desconcierto, el estupor, la desorientación y la indignación describen el estado anímico de muchos dirigentes, que hasta la semana pasada estaban volcados en una estrategia hercúlea de romontada moral y política para afrontar las próximas elecciones andaluzas que enfrentarán al PSOE con la rocosa mayoría absoluta de Juan Manuel Moreno.
Falta menos de un año para que el presidente de la Junta disuelva el Parlamento y convoque a las urnas, y los socialistas piden más tiempo para recomponerse, la mayoría especula con una coincidencia de las generales con las andaluzas, confiados en que habrá más participación y más movilización del electorado progresista -proporcional al nivel de polarización que vive el país- y todos aprietan los dientes a la espera del siguiente paso en la investigación de la Guardia Civil que tiene al PSOE contra las cuerdas.
Con todo, al ser preguntada por el impacto que tiene este escándalo en la candidatura de Montero a las andaluzas, Férriz se ha encogido de hombros: “No creo que tenga ningún problema la candiatura de Montero”.
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