El granizo acaba con el 100% de la hortaliza y el cereal en algunas zonas de Cinco Villas

Las tormentas de mediados de junio se han cebado con la comarca de Cinco Villas, donde ya se contabilizan más de 9.000 hectáreas afectadas por el pedrisco de gran tamaño, la fuerte lluvia y el viento que azotaron la comarca los días 13 y 14 de junio. Casi ha pasado una semana y es ahora cuando se ven los daños que los focos de la tormenta han dejado en la zona.

Una tormenta que, en algunas localidades como Sancho Abarca, pedanía de Tauste, llegó con piedra, pero sin agua. Así lo relataba su alcaldesa, Maribel Vicién, en la emisora comarcal: “empezaron a caer piedras sin agua, unas piedras muy grandes que han deshecho tejados, coches, cristales, persianas, una cosa impresionante”.

Además de daños considerables en vehículos, instalaciones públicas y privadas y tendidos eléctricos y mobiliario en diferentes puntos de la comarca, la peor parte se la ha llevado el campo: “Estábamos a punto de cosechar y creo que muchos, ya lo hemos hecho”, lamenta con resignación la primera edil. Un comentario que se repite entre multitud de agricultores y agricultoras de la zona.

Las hortalizas y el cereal perdidos en la comarca de Cinco Villas

Sádaba, Sos del Rey Católico, Tauste, Castejón de Valdejasa, Erla y Luna son los municipios más afectados. “Hay casos muy focalizados, un campo está casi arrasado y en el de al lado no hay prácticamente daños”, explica Estrella Morata, responsable del sindicato agrario UAGA en la comarca de Cinco Villas: “Las tormentas de este tipo son así”, añade.

En estos días han contabilizado más 9.000 hectáreas afectadas en esta comarca al norte de la provincia de Zaragoza: “las afecciones se dan en prácticamente todos los cultivos”, señala Morata, pero son la hortaliza, el maíz y el trigo los que más daños registran. El maíz, todavía en fase inicial de desarrollo, está insalvable en algunas plantaciones: “Hemos recibido fotografías en las que se ven campos arrasados”, comentan desde UAGA.

El cereal de invierno es otro de los cultivos que ha sido especialmente castigado por el granizo. Debido a las lluvias de las últimas semanas, la cosecha presentaba un retraso respecto a los años anteriores, lo que hace que todavía queden muchas hectáreas por recoger que se han visto afectadas por la tormenta.

En el caso del trigo los daños varían según las zonas. En la franja de parcelas localizadas entre las localidades de Tauste y Castejón de Valdejasa se ha perdido el 100% de la cosecha, mientras que en Sábada, Sos del Rey Católico, Erla y Luna se registran daños en el 70% de las áreas cultivadas.

La hortaliza, es un cultivo muy implantado en la zona de regadío de la comarca y registra unos elevados costes de producción: “No tanto por la planta en sí, sino por la mano de obra (las horas de trabajo) y por la infraestructura necesaria para sacar adelante el cultivo”. El paso de las dos tormentas del fin de semana ha dejado fuertes daños en los campos destinados al cultivo de hortalizas: “Principalmente las gomas para el riego y el plástico para cubrir”, detalla la responsable del sindicato agrario UAGA en la comarca. Costes que suman ya miles de euros por afectado. En Tauste y Sádaba, las tormentas han arrasado parcelas de tomate, cebolla y puerro.

“Esperábamos una buena cosecha, ahora esperamos que Agroseguro pague por la totalidad de los daños”

Desde el lunes los agricultores están tramitando los partes de sinestro con Agroseguro. En ese sentido, UAGA reclama que las indemnizaciones se correspondan al porcentaje de daño real que hay en las parcelas o cultivos: “Si una parcela está afectada al 100% esperamos que se dé al agricultor lo que le corresponde, el cien por cien de lo que ha perdido”, matiza Estrella Morata.

La cosecha de este año se preveía buena: “Si nos atenemos a los primeros remolques se han registrado entre 7000 y 8000 kilos de cosecha, frente a los 5000 de media asegurados, pero eso también pedimos a Agroseguro que tenga estas cifras en cuenta”, añade. Otra incertidumbre es cómo se comportará el seguro con los daños en infraestructuras como las torres de aspersión de riego afectadas, y otros elementos y materiales esenciales, como es el caso de los plásticos y gomas en el trabajo con la hortaliza.

Además, y debido a la previsión de tormentas en próximas fechas, los agricultores se quieren “curar en salud” y cosechar lo antes posible lo que tienen en el campo y se puede recoger. Sin embargo, se plantea un problema añadido: “La escasez de cosechadoras disponibles” para hacer frente a este pico de trabajo antes de que la meteorología de otro susto a los profesionales del campo.