Las zonas rurales de Aragón afrontan con pánico el verano ante la falta de médicos: “La población se multiplica por cinco”
El verano ha llegado (y de qué manera) y algunos centros de salud se enfrentan a una temporada marcada por la escasez de médicos disponibles que afronten jornadas maratonianas y muchos kilómetros para atender a los pacientes que, en época estival se multiplican en las zonas rurales. Muchos son personas mayores, con diversas patologías, y otros tantos, niños, que requieren atención pediátrica.
Todos ellos conforman el grueso de la población veraneante que da vida a nuestros pueblos desde junio hasta septiembre, mientras engrosan la ya desproporcionada lista de pacientes que asumen a los escasos facultativos que quedan; ya sea por baja, vacaciones o, directamente, porque no existen; la consulta está vacía.
En la sanidad rural, el verano se traduce en doblar cupos, cerrar agendas y repartirse pueblos, entre otros malabares, fruto de una ecuación en la que todos los términos son negativos: un escenario de déficit crónico de profesionales al que se suma la falta de relevo generacional, elevados a la falta de sustitutos en verano. Y es que en época estival los pueblos crecen y algunos problemas, también. En algunas zonas, como la comarca de Cinco Villas, los vecinos han vuelto a salir a las calles para reclamar
La zona de salud de Ejea tiene este verano tres médicos asistir a 18.000 pacientes
Alcaldes y miembros del Consejo de Salud de la zona de salud de Ejea de los Caballeros conocían la situación a la que se enfrentan este verano en un encuentro celebrado con la coordinadora de zona el 17 de junio. “Entramos en temporada de vacaciones (julio y agosto), se prevé que durante estos meses se atenderá a una población de 18.000 cartillas y 13 núcleos con únicamente tres facultativos”, denuncia Félix Lahuerta, presidente del consejo de salud de la zona sanitaria de Ejea.
En esta zona la situación actual es la siguiente: de las cinco plazas Médicos de Urgencias (MAC) que corresponden están cubiertas cuatro, mientras que de las 12 plazas de Atención Primaria (MAP) correspondientes están cubiertas ocho: “Dos están de baja y otras dos están sin cubrir”, apunta Félix Lahuerta, que añade que, además: “Casi todas las mañanas hay dos médicos que libran por guardia”.
Los pueblos de colonización, pedanías de Ejea de los Caballeros: Pinsoro, Valareña y Sabinar, además de la residencia de ancianos Villa de Ejea, “están sin médico desde hace más de 50 días”, asegura el presidente del consejo de salud de la zona sanitaria de Ejea.
Asimismo, los alcaldes de las localidades de Farasdués, Orés, Asín y Luesia, denuncian que llevan más de 80 días sin asistencia médica en sus pueblos y también en sus residencias de ancianos. Y con la llegada del verano, la situación se agrava, porque la población aumenta, pero los médicos siguen siendo los mismos, o menos, al contar las vacaciones y las libranzas por guardias.
Uno de los graves problemas de la zona de Salud de Ejea es la orografía de la zona, es decir: los pueblos están a distancias considerables y, además, las carreteras no son buenas, lo que complica la movilidad tanto de las personas mayores al centro de salud ubicado en la cabecera de comarca, como de los médicos a los que les pertenecen estos cupos, que lamentan que “invierten un tiempo en desplazamientos que no pueden dedicar a visitar pacientes”.
“Ir a un pueblo cada 15 días, en este momento de falta de profesionales, no tiene sentido”
Carmen Quintana es médica en el Centro de Salud de Grañén, donde actualmente tienen siete facultativos de Atención Primaria (MAP); no falta nadie, dos Médicos de Urgencias (MAC); cuando corresponderían tres, y un pediatra “hasta las 11 de la mañana porque de aquí se va a Almudevar”, apunta Quintana. Esta facultativa, con más de 30 años de experiencia, asegura que las bajas que han ido surgiendo en su centro se han ido cubriendo, y que el problema siguen siendo las guardias: “Todos las hacemos y al día siguiente siempre va a faltar uno, además los compañeros que hacen guardias, solo son dos y no las pueden cubrir en su totalidad, porque falta uno, y menos en verano, cuando entran en juego las sustituciones”, explica Carmen Quintana.
Ahora está de baja, pero cuando vuelva dentro de un mes y medio, seguirá haciendo más de 50 kilómetros en su coche particular cada día para atender a los pacientes de su cupo, el de Alcubierre y Frula. “El tiempo que pasamos los médicos en el coche no estamos atendiendo a pacientes”, denuncia esta médica que reclama una mejor distribución del tiempo, del espacio y de los recursos humanos disponibles: “Se debería hacer un mapa sanitario en condiciones, porque ir al pueblo cada 15 días, no tiene sentido”, asegura. En su lugar, Quintana propone implementar alternativas de transporte para que los pacientes puedan ir a consulta “cuando lo necesitan, cuando están enfermos, y no los martes porque es el día que toca porque viene el médico al pueblo”.
Los médicos de Atención Primaria que se encuentran en las zonas rurales “salen a todo”, cubriendo desde un infarto hasta un accidente de tráfico, a lo que se suma a una agenda diaria de consulta completa: “Muchas veces te reclaman en dos sitios a la vez, si sales a atender la urgencia dejas la consulta desatendida y a la vuelta tienes dos horas de espera más… la gente que viene de fuera, los que no son del rural, no son tan comprensivos en estos casos, además de que terminas haciendo horas más allá de tu turno porque ¿Qué haces, no atenderlos?”.
Los facultativos que trabajan en el Centro de Salud que está ubicado en Grañén, atienden Fraella, Marcén y Curbe, Tramaced, Almuniente, el cupo de Alcubierre y Frula, el de Huerto, Poleñino, Alberuela, Sodeto, el cupo de Sesa, Novales, Salillas, otro cupo que incluye Valfonda de Santa Ana, Torres de Barbués, San Garrén y Barbués, y el cupo de Robres, Montesusín y Senes de Alcubierre. Todo ello, unas 6.000 cartillas, con siete médicos, un pediatra a media jornada y dos profesionales de urgencias. “El personal de enfermería es clave”, asegura Carmen Quintana. Son profesionales con cuatro años de carrera, que hacen “un trabajo excepcional”, añade esta médica que pone en valor la importancia de “hacer un buen equipo entre médicos y enfermería, cuando los recursos son tan escasos como los son en este momento, especialmente en las llamadas zonas de difícil cobertura, en las que el rural es protagonista.
Triaje y formación para el personal administrativo
La misma situación se repite en otros puntos de la provincia de Huesca, como el Pirineo. Concretamente en la zona de Broto trabaja José Miguel Lloro, médico de atención primaria. En este punto la población se triplica, superando las 3.000 personas entre veraneantes, turistas, niños en los campamentos, etcétera. A este incremento exponencial en el número de posibles pacientes se suma otro hándicap, al igual que en la comarca de Cinco Villas la dispersión territorial y la orografía hacen que el acceso a los diferentes pueblos sea complejo. Y la historia se repite; la carga de trabajo se triplica la carga, pero con menos sanitarios que fuera de la temporada estival.
A sus 58 años, Carmen Quintana considera que “van parcheando, y dirección hace todo lo posible, pero esta es una avalancha que viene desde hace quince años y ahora, por falta de estrategia no la podemos parar con las manos que es lo que se está intentando hacer”. Y lanza la siguiente advertencia: “Cuidado porque estamos rellenando huecos con personas sin especialidad, sin tener el MIR”, algo que asegura: “Está reduciendo la calidad de un servicio vital”.
Ante la falta de facultativos dispuestos a trabajar en las zonas rurales, una de las propuestas de algunos médicos, entre ellos la de Grañén, pasa por instaurar un sistema de triaje en Atención Primaria similar al que ya existe en Urgencias: “El personal de enfermería podría ocuparse de este primer contacto con el paciente para evitar perder un tiempo del que no disponemos”, añade Quintana. Un paso previo a este cambio sería dar formación específica en sanidad y en el sistema para el personal administrativo, para que puedan “descargar de trabajo” a los sanitarios, actuando como triaje.
“En verano doblamos consultas en los pueblos para optimizar recursos”
En el Centro de Salud de Andorra (Teruel) trabajan actualmente ocho médicos, de ellos, cinco están en Andorra, que es la cabecera y tres en pueblos: Oliete, Ariño y Alloza. La plantilla de mañanas está completa, pero sigue faltando un médico de atención continuada, “los que cubren las urgencias y los fines de semana” y, además, se prevé una baja inminente por traslado y otra por maternidad.
El Centro de Salud de Andorra da servicio a una población de 8646: atiende a 7210 usuarios con tarjeta sanitaria en la localidad de Andorra, a 630 en Ariño, 498 en Alloza y a 308 en Oliete. La situación se complica al llegar el verano. A pesar de que “la demanda baja mucho en Andorra”, en otras localidades, como Oliete, “la población se multiplica por tres o por cuatro por ser pueblos de veraneo”, apunta la coordinadora Beatriz Salas. Los vecinos que llegan son pacientes desplazados de otras comunidades autónomas, como Cataluña: “De edades avanzadas y con bastantes necesidades, y población de edad pediátrica que viene a pasar el verano con los abuelos”, añade la médica. Esto hace que la demanda en consulta aumente: “Pero los recursos siguen siendo los mismos”, denuncia la coordinadora.
En el mes de julio al menos cinco facultativos estarán de vacaciones, “algunos días puntuales incluso serán cinco”, apunta Beatriz Salas: “En los pueblos normalmente estamos tres durante el verano, pero este año estaremos dos y algunos días un sólo médico llevará los tres pueblos”, añade.
Una situación complicada que se solventa “buscando soluciones” desde la Dirección de Atención Primaria del Sector de Alcañiz siempre “facilitando al máximo distintas acciones para que la población no se quede desatendida”. La coordinadora explica que, aunque “no se suelen cerrar consultas”, en verano sí que se doblan para optimizar recursos, “aunque somos pocos profesionales siempre intentamos ayudarnos entre nosotros cuando no es posible encontrar más personal”, reconoce, y defiende la necesidad de garantizar el descanso anual de los profesionales: “Es muy importante para prevenir el burnout y procuramos respetarlo”.
También el apoyo de la contratación de profesionales extracomunitarios ha sido fundamental cuando ha habido falta de personal en el Centro de Salud de Andorra, y en otros de la comunidad.
Decreto Ley para llevar médicos especialistas a los puestos de difícil cobertura
Con los votos a favor de PP, Vox, Aragón-Teruel Existe y PAR y las abstenciones de PSOE, CHA, Podemos e IU, sin ningún voto en contra, salía adelante el jueves 26 de junio en Las Cortes de Aragón el Decreto Ley que establece medidas extraordinarias dirigidas a garantizar la provisión de puestos de difícil cobertura de médicos de Atención Primaria y Atención Hospitalaria en toda la comunidad. La norma, de carácter excepcional, implica que aquellos médicos que accedan por concurso de méritos a una plaza considerada de difícil cobertura puedan lograr la consideración de personal estatutario fijo dentro del SALUD.
La norma exige que esta difícil cobertura debe acreditarse con criterios objetivos, y que los profesionales médicos que accedan, por concurso de méritos a estas plazas consideradas, pueden adquirir la condición de personal estatutario fijo, y, una vez transcurridos tres años tendrán la posibilidad de participar en los concursos de traslados de su categoría o en los sistemas de promoción interna o provisión de plazas de otra categoría y/o especialidad, acreditando que disponen de los requisitos comunes, como la especialidad.
Mientras el consejero de Sanidad, José Luis Bancalero, asegura que la regulación propuesta “no es arbitraria”, sino que incluye “garantías” para seleccionar al personal y mantiene “íntegramente” los criterios constitucionales de selección de personal para la Administración, el PSOE tiene “dudas” de que esta norma vaya a ser “útil” para resolver estos problemas, aunque: “Deseamos que sea la solución” aseguraba el diputado Óscar Galeano.
Desde CHA, denuncian que con esta medida no se garantiza el arraigo profesional ni ofrece soluciones “a largo plazo”, ni aborda la creación de nuevas plazas estructurales. Una idea que comparten en el Grupo Mixto-Podemos, que añade que “con este decreto no se resuelven los problemas estructurales que existen”. Aragón-Teruel Existe critica que este Decreto Ley es el resultado de un “análisis superficial” y recomienda facilitar “cierta movilidad” a los facultativos, y diferenciar según la intensidad de la dificultad de cobertura de los puestos.
Por su parte, Vox ha pedido llevar a cabo de manera urgente “una planificación sanitaria” y recomienda excluir de forma expresa que los profesionales que ingresen por concurso de méritos puedan sumar a su antigüedad los periodos de excedencia o comisión de servicios.
Los Colegios de Médicos de Aragón apoyan el Decreto Ley
Valorado como “fundamental”, por el Colegio de Médicos de Teruel, en palabras de su presidente, Jesús Martínez Burgui, y como “imaginativa e innovadora” por Javier García Tirado de la organización médica colegial en Zaragoza, este Decreto Ley “puede ser una solución, sobre todo para las zonas más alejadas a los núcleos urbanos”, apunta Olga Ordás Lafarga, presidenta del Colegio de Médicos de Huesca.
Los tres Colegios esperan que esta medida resulte “atractiva” a los profesionales y vaticinan que contará con el apoyo de estos. En este sentido, Teruel es el Colegio que más confiado se ha mostrado. Su presidente asegura que lo esperan con “ansias” y considera que: “Es fundamental hacer nuevas medidas para fidelizar a los médicos en nuestros hospitales y en nuestros centros de salud”.
Las plazas consideradas de difícil cobertura afectan sobre todo al medio rural y a los hospitales periféricos. Corresponden a puestos de los sectores sanitarios de Alcañiz, Barbastro, Calatayud, Huesca, Teruel y Zaragoza III, tanto del área de Atención Primaria como de Hospitalaria.
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