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Los nuevos accesos a Bilbao superan con nota su prueba de fuego

Nuevos accesos a Bilbao por San Mamés. /G. A.

Gorka Ascorbebeitia

Bilbao —

Todo parecía indicar que se avecinaba el colapso total. Primera hora de lunes, semi-lluvioso, accesos nuevos con una capacidad de absorción menor y el precedente de los atascos del fin de semana. Sin embargo, el resultado ha sido un aprobado con nota en la primera hora punta de la mayor modificación viaria de la historia de Bilbao. La campaña de comunicación llevada a cabo la semana pasada por el Ayuntamiento y la Diputación, acompañada de las imágenes del pasado sábado, ha tenido efecto entre los conductores, que han optado por rutas alternativas o por usar el transporte público. El resultado ha sido una imagen de normalidad, fluidez total en la entrada por San Mamés y una densidad de tráfico bastante menor de la habitual en Sabino Arana.

En plena hora punta, entrar con el coche hoy hasta la plaza del Sagrado Corazón ha resultado incluso más sencillo de lo habitual en un día laborable. Viniendo desde Vitoria-Gazteiz a las 8:00 de la mañana, para llegar desde el antiguo desvío de la A-8 hacia el ya clausurado viaducto de Sabino Arana hasta el Palacio Euskalduna los coches sólo han necesitado entre 5 y 10 minutos en función de los semáforos. Un tiempo que da una idea de la fluidez que se ha podido encontrar en todo momento y que es inferior a lo que se podría llegar a tardar por la entrada vieja en algunos casos. De hecho, la imagen ha sido la de una nueva entrada por San Mamés prácticamente vacía en los carriles para el tráfico que llega desde Donostia-San Sebastián y de fluidez en los que vienen de Santander.

Los responsables municipales se han mostrado “satisfechos” por cómo ha transcurrido la mañana. “De momento parece que ha dado buen resultado, pero todavía preferimos ser precavidos”, ha declarado Asier Abaunza, concejal de circulación y transportes. Respecto a las cifras de vehículos que han dado uso a la nueva infraestructura viaria, Abaunza ha explicado que son “parecidas a los de otros lunes ya que hace tiempo que la densidad en Sabino Arana había bajado”. “Pero si se incrementa la afluencia de tráfico se puede congestionar así que queremos seguir insistiendo en el mensaje”, ha apuntado. El consistorio ya pidió la semana pasada a los conductores que optaran por todos los accesos a Bilbao en función de su destino. “Sobre todo es importante que los que vienen de la Margen Izquierda sepan que pueden cruzar el puente de Rontegi y entrar por la parte norte de la ciudad”, ha añadido.

Conductores como Jon, que acostumbraba a usar la entrada de Sabino Arana para llegar hasta el parque de Doña Casilda, hoy se han visto “sorprendidos” por la poca densidad de coches. “La gente se ha debido asustar después de lo del sábado porque lo normal es que haya bastante más tráfico, tanto en la A-8 como aquí”, ha comentado. “Habrá que ver si mañana está igual de bien”, ha añadido.

El nuevo acceso a Bilbao por San Mamés tiene una capacidad para 50.000 vehículos, cuando la media de uso diaria de la antigua infraestructura era de alrededor de 65.000. La nueva entrada se abrió el sábado pasado y a pesar de que en las primeras horas no se produjeron incidencias, según avanzó la tarde se registraron numerosas retenciones. El vial ha supuesto cuatro años y medio de obras y ha requerido una inversión de 215 millones de euros.

Para dar carpetazo definitivo a la mayor remodelación viaria de la historia de Bilbao todavía falta que la Diputación cumpla su promesa de demoler el antiguo viaducto de Sabino Arana construido en 1975. A juicio de los vecinos de la zona, el compromiso de acometer el derribo tomado por la institución foral “es el resultado de la lucha vecinal sostenida a lo largo de más de 20 años”. En un comunicado emitido la semana pasada lo definieron como un “triunfo de la perseverancia”.

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