Trangoworld Mochila TRX2 60. Para actividades al aire libre de varias jornadas o con mucho material
La gama TRX2 de Trangoword está pensada para satisfacer a todos aquellos deportistas (montañeros, alpinistas, esquiadores, expedicionarios, etc.) que van a enfrentarse a las condiciones climáticas y geográficas más extremas, que dan lo máximo en cada una de sus actividades y aventuras, y que exigen las máximas prestaciones técnicas al material que van a utilizar.
Como ya hemos dicho en ocasiones anteriores, por regla general nos gustan los productos de Trangoworld, y de nuevo en esta ocasión, la mochila aquí probada nos ha vuelto a sorprender de forma positiva, sin adornos superfluos y con algunos accesorios y detalles muy prácticos para actividades técnicas tales como son los portaesquís o el asa de agarre e izado.
Volumen aprovechable
Pero vayamos por partes… Cuando adquirimos una mochila, en multitud de ocasiones nos fijamos más en los detalles técnicos y la estética que en el uso para el que está pensado un macuto. Es decir, acarrear equipo y material a la espalda lo más cómodamente posible. Una de las características que muchas veces pasamos por alto es precisamente la de poder cargar cómodamente toda la impedimenta prevista, acceder a ella fácilmente, y aprovechar la capacidad que nos venden las marcas. En este modelo, ese factor está realmente conseguido, tanto por volumen interior, como por el diseño de la misma, incorporando una cremallera longitudinal que nos permite acceder a nuestros pertrechos de manera rápida y sencilla.
Cómoda, ligera y duradera
La TRX2 está construida 100% con poliamida 210 D Ripstop, lo que le confiere un cuerpo ligero, impermeable y con gran resistencia a la abrasión.
Además, la espaldera, construida con el sistema AFS (Air Flow Sistem), es cómoda y relativamente fresca, dependiendo de la carga y temperatura. El ajuste ergonómico de sus hombreras, junto a su banda pectoral, harán que el posicionamiento de la carga sea perfecta.
Con un peso de 1.500 gramos, capacidad para 60 litros, y unas dimensiones de 32x72x23cm, consideramos que entra en la gama de mochilas de carga ligeras. Hay que tener en cuenta que tiene detalles técnicos, como los potentes portaesquíes, muy acertadamente reforzados en su parte inferior, que hará nque por pocos gramos tengamos mochila para rato.
Una vez lleno el macuto, y usados esos 60l, no tendremos problemas de espacio para actividades de varios días. Un detalle muy práctico es su acceso a la carga con una cremallera longitudinal estanca. Para aquellos que se fijen en la estética la podemos encontrar en dos colores: negro/amarillo y negro/agua.
Detalles y complementos
La seta, amplia, es suficiente para llevar el material que necesitemos más a mano. Tiene un soporte cerrado por un elástico, en el que podremos llevar lo que nos plazca, siempre que no pese demasiado y haga “cabecear” la mochila, o sea demasiado grande y molesto, en caso de llevar casco o similar. También tiene un bolsillo pequeño con cremallera para guardar la documentación, llaves o material sensible.
En el frontal nos encontraremos varias cintas portamaterial donde podremos colocar lo que nos plazca dependiendo de las situaciones. En caso de no llevar la esterilla dentro de la mochila es el sitio ideal para ponerla, ya que con dos simples lazos cortos la podemos colocar en pocos segundos.
Probablemente, la joya de la corona de esta mochila sea la cremallera longitudinal de acceso al interior de la mochila. No hay que explicar mucho ya que queda claro lo cómodo que resulta coger ese aparato que nos hace falta, y está justo encima del saco al fondo del macuto. Su durabilidad está por comprobar, lógicamente, porque el test se hace en varias jornadas, con diferentes volúmenes y cargas. No obstante, al ser una cremallera de calidad sigue nueva tras el uso que nosotros le hemos dado.
En lo que a transporte de herramientas de nieve/hielo y apoyo se refiere, cuenta con dos portapiolets con sistema de sujeción por presión y tridente, cerrados por gomas en la parte del regatón. Sirven perfectamente para llevar unos bastones, que se podrían colocar con el mango arriba o abajo sin problemas.
Los portaesquís, que aprovechan las dos cintas de compresión laterales (cuatro en total), se sitúan perfectamente posicionadas en la parte baja del lateral, y casi con total certeza, será lo último que se rompan de la mochila, dada su robustez y amplitud. No hay que tener miedo de que los cantos corten las cintas inferiores o la fijación la reviente.
En la riñonera encontraremos dos portamateriales que nos han resultado muy prácticos, ya que si vamos a realizar alguna actividad que requiera el uso de material podemos llevarlo ahí sin problemas. Incluso para llevar alguna funda colgada, tipo GPS o similar, funciona a la perfección. Dentro de la mochila encontramos otro bolsillo para colocar la bolsa de hidratación con la pertinente salida para su tubo de succión.
Así que, en resumen, y después de usarla en numerosas ocasiones nos parece una mochila muy práctica, ligera, dura, cómoda, de ajuste fácil, y con capacidad para travesías de varios días o cuando nuestra actividad requiera el uso de bastante material. Si a todo esto le añadimos que, en comparación con otras mochilas de similares características su precio es muy competitivo, nuestra opinión sigue siendo, una vez más, muy positiva.
