Adrián Roma, cantante de Marlon: “La música está condicionada por el éxito rápido, por sacar una canción con un estribillo que consiga hacerse viral”
Adrián Roma, Juan Fernández y Jorge Diéguez son los nombres de los integrantes de Marlon, uno de los actuales referentes del pop-rock que brilla por la intensidad de su directo. Tras unos meses para reflexionar sobre qué es lo que quieren, vuelven este verano con más ganas que nunca, y se dejarán ver el próximo jueves 24 de julio en el festival Magdalena en Vivo de Santander. Es la tercera vez que forman parte del cartel de este evento, en el que ya se sienten como en casa y que este año recaudará fondos para apoyar los proyectos sociales de varias ONG de Cantabria durante la noche solidaria en la que comparten cartel con Nil Moliner y Maren.
“La música está condicionada por el éxito rápido, por sacar una canción con un estribillo que consiga hacerse viral”, dice en esta entrevista Adrián Roma, el cantante del grupo, que explica cómo las canciones han sido siempre una “forma de conectar” con sus sentimientos y expresarse, además de declarar su intención de que los temas que compone “perduren en el tiempo”.
Desde su primer tema en 2015, 'Todo va a ir bien', su música ha ido creciendo y madurando. ¿En qué momento se encuentran ahora como grupo?
Nos encontramos en el mejor momento de nuestra vida a todos los niveles. El estar trabajando en lo que nos gusta durante tanto tiempo ha hecho que hayamos mejorado mucho y que cada álbum que sacamos sea un paso más hacia el verdadero éxito. Acabamos de terminar de grabar nuestro nuevo disco y creo que es muy diferente a todo lo que hemos hecho anteriormente, que es lo que llevábamos tiempo buscando.
Esta es la tercera vez que tocan en el festival Magdalena en Vivo de Santander. ¿Qué es lo que les motiva a volver a formar parte del cartel de este evento?
Para nosotros este festival es uno de los conciertos más especiales del año. Nos hemos sentido muy cómodos desde la primera vez que fuimos, tanto por el lugar, que para nosotros es único, como por nuestros compañeros y por el público, que es increíble. Hemos vivido experiencias muy bonitas en ese escenario con diferentes artistas que vamos a llevar siempre con nosotros, así que estaremos encantados de volver siempre que nos llamen.
¿Sienten alguna conexión especial con el público del norte al ser procedentes de Asturias?
Claro, nos sentimos muy atraídos por Cantabria y por el norte en general, y nos gusta mucho tocar aquí porque lo consideramos nuestra casa. Nos encanta tanto por las costumbres, como por la gastronomía y, por supuesto, por el público, al que sentimos muy cercano.
Su último disco, 'Que Se Caiga el Cielo (Deluxe)' de 2024, es una nueva versión del álbum del año anterior. ¿Qué les impulsó a elaborar una nueva versión en vez de sacar otro distinto?
El tiempo ha sido un factor determinante. No disponíamos de los meses suficientes como para empezar un disco de cero y, teniendo en cuenta la rapidez con la que funciona la industria musical -y el mundo en general- hoy en día, hemos aprovechado este año y el disco como una oportunidad para pararnos, pensar y reflexionar sobre lo que queríamos hacer y hacia dónde queríamos dirigirnos, ya que a veces es necesario para poder evolucionar y seguir brillando.
A lo largo de estos diez años desde su primer single, ¿han tenido que adaptarse a cómo se consume la música hoy en día o han seguido mostrándose igual que en sus inicios?
Hoy en día la sociedad está acostumbrada a la inmediatez en todos los aspectos, y uno de nuestros objetivos también es educar a nuestro público y hacer lo que esté en nuestra mano a través de nuestra música. Además, lo que nos gusta y la forma en que disfutamos de nuestro trabajo es componiendo tranquilamente, con tiempo, y eso es precisamente de lo que carece la gente. La música está condicionada por el éxito rápido, por el continuo intento de sacar una canción con un estribillo que se posicione y se haga viral en las redes sociales, pero nosotros queremos seguir haciendo temas que puedan perdurar en el tiempo.
'Que se caiga el cielo' también es el nombre de una de sus canciones más emotivas y que tiene un trasfondo muy personal para ustedes. ¿La música ha sido una herramienta para transformar un recuerdo doloroso en un sentimiento que compartir con su público?
Sí, por supuesto. Llevo años utilizando el papel y el boli para escribir todo aquello que en muchas ocasiones no me atrevo a expresar con palabras. Experiencias de vida complicadas que he tenido y que, sin duda, he superado gracias a componerlas y a sacarlas de dentro de mí. La música ha actuado siempre y actúa como una forma de terapia para mí.
¿Qué se siente al abrirse y atreverse a cantar una canción tan significativa para ustedes desde un escenario?
Es una sensación realmente gratificante, sobre todo cuando consigues dar el paso de atreverte a compartir algo tan profundo de ti y recibes una respuesta tan bonita por parte del público. Cuando estás cantando esa canción que tantos sentimientos te ha provocado y ves el rostro de alguien entre el público que está emocionado, ahí es cuando sientes una conexión verdaderamente especial.
¿Qué recuerdan a nivel emocional que sea destacable de esa primera vez cantando en Magdalena en Vivo?
Recuerdo el primer concierto con mucho cariño, ya que en ese momento estaban presentes personas, tanto en el concierto como en mi vida, que ya no están. Fue un momento inolvidable, acompañado de amigos y de personas que forman parte de mí.
En sus canciones las emociones están muy presentes pero, teniendo en cuenta el rock ha sido históricamente un género ligado a la reivindicación y España pasa por una etapa en la que la política y la crispación social están muy presentes, ¿se han planteado utilizar la música de forma más crítica?
La verdad es que no, no lo hemos pensado y no creo que lo vayamos a hacer. No somos ese tipo de grupo y la protesta a través de nuestras canciones no es nuestro camino. De hecho, ya hay artistas que utilizan la música como una forma de reivindicación, pero no ese nuestro estilo ni el de nuestro público. Nosotros ya tenemos nuestro lugar gracias al camino que hemos ido recorriendo a lo largo de estos diez años. Hablaremos de política y tendremos nuestras opiniones, pero las daremos fuera del escenario y de nuestra posición como artistas.
En 2021 fueron nominados a “mejor grupo en directo” en Los 40 Music Awards y sus conciertos se ha consolidado como unos de los más potentes del país. ¿Qué es lo que más les hace conectar con su público?
El hecho de que seamos un grupo de amigos hace que disfrutemos cada momento que vivimos encima de un escenario, y es que la música no es solo nuestro trabajo, también es parte de nuestra vida, y eso se refleja en el ambiente que creamos en nuestros conciertos. Además, a través de muchas de nuestras canciones, que tratan sobre vivencias emocionales, sentimientos y relaciones, conseguimos que el público se sienta identificado y conecte con lo que le estamos transmitiendo, y creo que esa es la clave de nuestra música.
¿De todos sus álbumes, cuál consideran que es el que más puede aportar emocionalmente a la sociedad de hoy en día y por qué?
Pienso que ningún álbum en concreto podría ser el más relevante porque todos tienen algo único que traslada a los oyentes al momento en el que lo escucharon por primera vez. Las diferencias entre cada uno de ellos consiguen un equlibrio y son lo que nos ha hecho llegar al lugar en el que nos encontramos ahora. Forman parte de nuestra carrera musical y creo que, cada uno de ellos, a su manera, podría aportar algo distinto.
¿Sigue estando presente en pleno 2025 aquel espíritu rockero del Marlon de 2015?
Al principio de nuestra carrera nos encontrábamos algo más perdidos, nos faltaba formar nuestra verdadera personalidad y encontrar nuestro propio estilo. Sin embargo, a lo largo de estos diez años de experiencia hemos ido cambiando, aprendiendo y transmitiendo a través de nuestras canciones lo que vivíamos en cada momento. En la actualidad componemos la música pensando más las letras y el mensaje que queremos transmitir, pero mantenemos nuestra esencia y ahí está la clave, en ir dando pequeños pasos hasta convertirte en lo que tenías intención de ser desde el inicio.
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