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El Gobierno de España cederá en 2022 la gestión de Cabañeros y Las Tablas de Daimiel a Castilla-La Mancha

Paisaje del Parque Nacional de Cabañeros

Carmen Bachiller

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La vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha anunciado que el Gobierno de España cederá las competencias de gestión de los parques nacionales de Cabañeros y Las Tablas de Daimiel, en Toledo y Ciudad Real, al Ejecutivo de Castilla-La Mancha. Lo hacía durante una visita a Cabañeros coincidiendo con el 25 aniversario de su declaración como parque nacional.

Según los cálculos de Ribera, las transferencias se producirán a lo largo de 2022 “una vez solventados aspectos técnicos y económicos” y en este sentido ha destacado que “la prioridad de fondo es la protección del ecosistema, de los trabajadores y de los pueblos del entorno”. 

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha confiado en llegar a un acuerdo en todos estos aspectos y se ha dirigido a los trabajadores y trabajadoras de los parques nacionales. “Va a pasar como en todas las transferencias. Todo el mundo saldrá ganando” porque, ha explicado, “hay determinadas zonas en las que la especie a proteger no es el lince sino el ser humano”.

“Estamos decididos a que el problema del agua lo arreglemos los políticos y no la naturaleza. Hay avances muy notables”, ha dicho García-Page.

La asunción de las competencias de gestión de estos espacios por parte del Gobierno castellanomanchego supondrá la homogeneización del estatus de todos los parques nacionales, ha explicado el Ministerio, que quedarán así bajo gestión de las comunidades autónomas en las que se ubican, y permitirá una mayor coherencia y consistencia en la gestión de la Red de Parques.

Este procedimiento cumple con lo previsto en la Ley de Parques Nacionales de 2014 y con el Real Decreto por el que se aprueban las normas de traspaso de servicios del Estado a la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha y el funcionamiento de la Comisión Mixta prevista en su Estatuto de Autonomía de abril de 1983.

La caza en Cabañeros y los trasvases a Las Tablas 

A ambos dirigentes los periodistas les han preguntado sobre los planes en torno a la actividad cinegética en Cabañeros. “La caza deportiva está completamente descartada”, ha dicho la ministra quien ha desvelado que se está elaborando un censo de ungulados para conocer los recursos del espacio natural y, a partir de ese momento, tomar “la mejor decisión posible”.

“Llegaremos a un acuerdo con el sector con el que se mantienen conversaciones”, ha dicho García-Page por su parte quien añadía que “se llame como se llame el plan cinegético, será dialogado para que salgan beneficiadas todas las partes”. 

También se ha preguntado por si habrá o no trasvase a las menguadas Tablas de Daimiel. Ni Ribera ni Page han confirmado este extremo a corto plazo pero tampoco lo han descartado. Se está estudiando por parte de los técnicos, pero “cualquier incorporación de agua debe ser medida en cuanto a su procedencia”, ha dicho la ministra, debido a las particulares características del ecosistema. Ambos dirigentes se mostraban contrarios a que pueda recibir aportaciones extra de agua de forma permanente.

WWF pide reducir las extracciones de agua antes de transferir Las Tablas

WWF ha pedido al Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO) que no avance en la transferencia del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel (Ciudad Real) hasta que esta no adopte una nueva política agrícola que reduzca las extracciones de agua del acuífero y active un cambio en los sectores productivos de la zona hacia su sostenibilidad e independencia del agua.

La organización se ha expresado así en un comunicado recordando que 26 años después de ser declarado oficialmente sobreexplotado, el acuífero de la Mancha Occidental, del que se alimenta el Parque Nacional de Las Tablas, está en una situación “realmente dramática”, ya que el nivel del agua subterránea que necesita el ecosistema se sitúa casi por debajo de los 20 metros.

WWF considera que no existen garantías de que el traspaso del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel “suponga una mejora”, ya que la Junta de Castilla-La Mancha sigue fomentando nuevos cultivos de regadío que suponen un consumo rígido y estructural (inflexible) de agua.

Además, a pesar de la situación crítica, no se han tomado medidas para reducir las extracciones, ni para acabar con las innumerables extracciones ilegales, tanto por sobrepasar el derecho de riego o por carecer de derecho. A esta situación se añade que la Junta de Castilla-La Mancha ha solicitado públicamente la extracción de 100 hm3 adicionales para seguir manteniendo “este modelo totalmente insostenible”.

WWF vuelve a mostrar también su “total oposición” a la intención de la Junta de Castilla-La Mancha de alimentar el acuífero artificialmente con el trasvase de aguas desde la denominada Tubería Manchega, procedente de la mermada cuenca del Alto Tajo, lo que supone “una huida hacia adelante que agravará aún más la situación del acuífero, ya que con ella se mantendrá la misma presión de extracción del regadío y se obstaculizará el abastecimiento natural del lugar de la descarga hídrica de los Ojos del Guadiana”.

Por ello, la organización solicita retrasar la transferencia del Parque Nacional hasta que no exista un inicio de aporte de agua desde los Ojos del Guadiana y se amplíe su superficie protegida a través del Dominio Público Hidráulico de los ríos que le alimentan y de Montes de Utilidad Pública adyacentes.

Asimismo, WWF pide al MITECO que refuerce los sistemas de control telemático, de campo y sanción de la Confederación Hidrográfica del Guadiana y mejore la Ley de aguas para reforzar la prevención de la sobreexplotación de los acuíferos con penas que desincentiven las extracciones ilegales e impliquen con responsabilidad a las comunidades de usuarios en el control efectivo.

En este sentido, el secretario general de WWF, Juan Carlos del Olmo, ha indicado que “los parques nacionales deben ser la representación de los ecosistemas y las comunidades biológicas que encierran más representatividad y en mejor estado de conservación de nuestro país. Esa es precisamente la hoja de ruta que no se debe perder en la toma de decisiones de gestión y mejora de su estado de conservación favorable y nunca tomar medidas en sentido contrario. En el caso de los ecosistemas acuáticos que dependen del agua implica también la sostenibilidad del ciclo hidrológico dentro de las cuencas hidrográficas”.

Ecologistas en Acción ve “efectos negativos” en la transferencia de competencias

Por su parte, Ecologistas en Acción advierte de los “negativos efectos” que puede acarrear esta decisión para el futuro de ambos espacios protegidos que “están a punto de recibir otro golpe que los someta, aún más, a los intereses políticos y económicos del regadío y la caza”.

En un comunicado, la organización pide reflexionar y esa reflexión, dice, “no arroja sino sombras e inquietudes ante las pruebas evidentes que rebelan el escaso compromiso que viene mostrando el Gobierno de Castilla-La Mancha ante los graves problemas ambientales que afectan a los parques nacionales”, además de otras cuestiones de carácter administrativo, como la situación para los trabajadores de estos espacios protegidos, cómo afectará a los modelos de gestión y qué intereses van a predominar ahora en ellos o con qué recursos se van a acometer las tareas pendientes “que son muchas y costosas”.

Ecologistas en Acción ha asegurado que “lo que más preocupa es el rumbo de las políticas de conservación que ponga en marcha la nueva administración de las Tablas de Daimiel y Cabañeros”, teniendo en cuenta que “en ambos casos el Gobierno de Castilla-La Mancha ha adoptado posturas contrarias a la conservación y mantenimiento de los parques nacionales como territorios representativos de dos de los ecosistemas naturales más importantes de España, el bosque mediterráneo y los humedales de interior”.

En el caso de Daimiel, la postura del Ejecutivo regional, a juicio de la organización, “ha quedado al descubierto en las alegaciones que ha presentado ante la Confederación Hidrográfica del Guadiana al esquema de temas importantes del nuevo Plan de Demarcación”, que califican de quimera la pretensión de recuperar los humedales de la Mancha y de mantenerlos en buen estado ecológico. Lo que se traduciría en el incumplimiento de la Directiva Marco del Agua y, lo que es más grave, de la Ley de Parques Nacionales y de las Directivas Europeas de Aves y de Hábitats.

En cuanto a Cabañeros, igualmente la postura del Gobierno castellanomanchego, apuntan, “ha sido y es renuente a asumir el final de la caza, por lo que ha intentado disfrazar de control de poblaciones esta actividad”. También se ha opuesto, según Ecologistas, a contemplar debidamente la restauración de los impactos que provocan en Cabañeros los cientos de kilómetros de vallados y tiraderos que jalonan el Parque Nacional “deteriorando” su flora y su fauna.

“Si ese es el punto de partida del Gobierno regional sobre lo que significa gestionar dos parques nacionales, es indudable que la transferencia de competencias es una muy mala noticia. Por ello, el Ministerio debiera hacerse valedor de la protección y restauración de estos espacios o, si no, no sería extraño que en ambos, pero sobre todo en Daimiel, nos encontremos con un simple parque temático al servicio de los intereses económicos”.

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