Nueva vida para las pinturas y esculturas del emblemático ‘Quijote de Samper’
Durante todo el mes de abril permanece abierta en la localidad de Daimiel (Ciudad Real) una muestra con pinturas de José Luis Samper, de su hijo, Salvador Samper, así como esculturas de Austión Tirado. Se trata del conjunto conocido como ‘Quijote de Samper’ ya que todas ellas versan en torno al universo literario del personaje de Miguel de Cervantes, una exposición que ya ha visitado diversas localidades castellano-manchegas en los últimos años con gran éxito de público. La originalidad y el imaginario quijotesco se dan la mano en este recorrido por el caballero de la triste figura y sus andanzas por tierras manchegas.
Aunque la obra de José Luis Samper (1933-2006) fue creada poco tiempo antes de la celebración del IV centenario de la publicación de la primera parte del Quijote, fue en el 2012, una vez fallecido el autor, cuando vio por primera vez la luz ante el gran público en el Museo Municipal de Alcázar de San Juan, de donde era originario e Hijo Predilecto. Desde entonces ha sido expuesta en el Museo que lleva el nombre del artista en este municipio, en la Sala de Exposiciones Domus Artis, en la Ermitilla de Quintanar de la Orden (Toledo) y el Museo del Quijote de Ciudad Real.
Sátira artística
En esta exposición sus pinturas ofrecen un Quijote en clave satírica con cierto humor manchego. Es toda una excepción teniendo en cuenta la sobriedad y el realismo que definen su pintura a lo largo de los más de 50 años de trayectoria artística. Así se lo inspiró el personaje de Alonso Quijano tras la lectura de sus aventuras.
Componen la muestra un total de 40 obras cuya mayor parte son acuarelas y en las que el artista presenta algunas de las andanzas de Don Quijote y su fiel escudero Sancho Panza en sus pasajes más conocidos. Lo hace con un toque juvenil en la mayor parte de las ocasiones y, a veces, con la seriedad que requiere el momento, como es el caso de la muerte del protagonista o la vuelta a su hogar al ser derrotado por el Caballero de la Blanca Luna.
Además del valor artístico de la pincelada del artista manchego, la muestra tiene un carácter didáctico y pedagógico. Cada obra va acompañada de su correspondiente texto para ubicar al espectador en el momento y capítulo exacto al que Samper nos quiere llevar.
Acompaña a las pinturas del artista la obra de su hijo Salvador Samper, que homenajea tanto al Quijote como a su progenitor. No en vano, ha heredado el talento de su padre y ha expuesto en diferentes países europeos. Cuenta con varios premios de artistas jóvenes en su haber así como con el primer premio en el certamen Internacional de Pintura de Alcázar de San Juan. En esta exposición presenta diferentes imágenes de la obra de José Luis rindiendo un homenaje al que fue su maestro.
De esta forma, el ‘Quijote de Samper’ se convierte en una obra con mucho colorido y llena de mensajes, tanto estéticos como conceptuales. Ambas generaciones mostrando dos visiones muy diferentes de la personalidad del Quijote. “Dos estilos, dos mensajes, dos realidades. Padre e hijo mostrando sus obras una vez más para deleite del espectador”, apuntan sus organizadores.
Y como artista invitado expone su obra en esta muestra el escultor Austión Tirado, que participa por segunda vez en esta propuesta. Su obra permite de forma consciente “un viaje por nuestro interior desde el reconocimiento, la identidad y el entendimiento, y así hacer partícipe al visitante, desembocando en un encuentro con su verdadero yo”. También en este caso se trata de una obra con un toque puramente manchego, con guiños a la obra de Cervantes.
Horarios
La exposición, que cuenta con el patrocinio y organización del Ayuntamiento de Daimiel, la Diputación de Ciudad Real, Quinarte y la Asociación Cultural Museo José Luis Samper, se podrá visitar hasta 30 de abril en la Sala de Exposiciones de la Casa de la Cultura de Daimiel con un horario de visitas de 18.00 a 20.30 horas y festivos de 12.00 a 14.00 horas.
José Luis Samper Sánchez-Villacañas nació en Alcázar de San Juan en 1933 y murió en 2006. Desde muy niño llevó en su sangre el arte de la pintura. Su primer maestro, contaba él, fue su padre, con el que dibujaba en cuartillas animales y figuras. Desde muy joven salía al campo manchego, a los cerros de los molinos de Alcázar y Criptana, a la llanura manchega, a empaparse del paisaje amaba para plasmarlo en sus lienzos. Con muchas exposiciones, catálogos y premios a sus premios, sus obras se encuentran hoy en día repartidas a nivel mundial, desde Puerto Rico y Brasil hasta Italia y Suiza. Actualmente, la familia del autor posee una colección de más de 1.000 obras formada por óleos, acuarelas y dibujos.
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