Piden justicia dos años después de la muerte “injustificada” del perro ‘Pipo’
Se han cumplido dos años de la muerte de 'Pipo', el perro que fue sacrificado por decisión del Gobierno de Castilla-La Mancha tras el caso de rabia en Toledo. Los que lo habían rescatado un año antes de la calle y se habían encargado de cuidarle mantienen hoy que lo ocurrido fue un “asesinato” y que no había causas justificadas que legitimaran esa decisión. Este domingo han querido rendir homenaje a este perro mediante un acto reivindicativo en la Plaza de Zocodover de la capital toledana, donde han aprovechado también pedir “que se haga justicia”.
El caso de ‘Pipo’ hoy apenas se recuerda, “quedó como una anécdota sin importancia, pese a ser un claro ejemplo de lo poco que las administraciones se preocupan por la integridad de los animales, y por la de quienes nos preocupamos por ellos”. Así lo afirma Tamara de Prado, presidenta de la protectora APADAT de Toledo en una carta abierta publicada en el blog El caballo de Nietszche de eldiario.es
En la misma narra la triste historia de este perro acogida, que tuvo la mala suerte de interponerse en el camino de otra perra aparentemente abandonada que después fue diagnosticada con rabia. Desde la Consejería de Agricultura de la Junta se dispararon todas las alarmas y pese a los numerosos intentos de la protectora y otras asociaciones durante semanas por evitar la muerte de ‘Pipo’, el perro fue finalmente sacrificado entre “numerosas irregularidades”. “En ningún momento pudo demostrarse que hubiera tenido contacto físico” con la otra perra, pero en la clínica a la que acudieron la veterinaria indicó en un parte que presentaba un arañazo en el hocico, que se debía a que padecía leishmaniosis, y no a la rabia. “
“Movimos cielo y tierra, pero no sirvió de nada. Nadie quería luchar contra la Junta de Castilla-La Mancha. Hacia las seis de la tarde del 21 de junio de 2013 Pipo fue asesinado ‘por si acaso’ en el nombre de la mentira, del especismo, de la ignorancia y de la inhumanidad. Fue arrancado de nuestras entrañas sin que el mundo pestañeara”, agrega De Prado.
“Que a nadie se le olvide y que lo recuerden las personas que tomaron esas decisiones desacertadas”
Durante la concentración de hoy, la presidenta de la protectora ha dicho ser consciente de que el término asesinato no está recogido como tal en el Código Penal en referencia a los animales, y por ello ha defendido el acto celebrado para recordar a ‘Pipo’. “Para que no se le olvide a nadie ninguno de los días que han pasado en estos dos años, y sobre todo que lo recuerden las personas que tomaron esas decisiones desacertadas”, destaca.
Actualmente, hay dos procesos judiciales abiertos por esta cuestión, por la vía penal y por la administrativa, contra el Ayuntamiento de Toledo y el Gobierno de Castilla-La Mancha. La protectora quiere ante todo que “se haga justicia” y anuncia que, aunque la situación es “lenta y complicada”, seguirá adelante en la petición de responsabilidades, “con todos los actos que sean necesarios para seguir informando a la gente de la situación real que ocurrió hace dos años en Toledo y que terminó la muerte de nuestro perro”.
De Prado ha recordado que fueron 14 los perros sacrificados en Castilla-La Mancha “de una manera totalmente arrogante” y que se trata ante todo de que la justicia se aplique “a todos y cada uno de los actos de los actos de negligencia que cometieron las administraciones implicadas”. “Fue ‘Pipo’ como podría haber sido cualquier otro. ‘Pipo’ es ahora el nombre propio de la injusticia”, ha concluido.
Las personas señaladas por APADAT como responsables de la muerte del perro son: José Tirso Yuste Jordán, director general de la Consejería de Agricultura y Ganadería; Andrés Escudero Población, jefe del Área de Agricultura y Ganadería de la Dirección General de Agricultura y Ganadería; Jorge Juan Monsalve Tresaco, jefe de Servicio de Ganadería de la Dirección General de Agricultura y Ganadería; Marta Vigo Martín, jefa de Servicio de Sanidad Animal, Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha; Elena García Pedraza, veterinaria colegiada; y Francisco Javier Sanchez Casarrubios, veterinario encargado de la perrera de Numancia.