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Los pueblos ribereños y la lucha contra el cambio climático, el “principio del fin” del trasvase Tajo-Segura

Trasvase Tajo-Segura

Alicia Avilés Pozo

Agosto ha sido un mes de ‘jaque’ al trasvase Tajo-Segura, pero sin el ‘mate’ que piden desde Castilla-La Mancha y contra el que luchan desde Murcia y la Comunitat Valenciana. El “principio del fin” de esta infraestructura , que sigue estando año tras año en el punto de mira de la actualidad política, puede haber llegado este verano según interpretan los pueblos ribereños de los embalses de Entrepeñas y Buendía, en la cabecera del río Tajo.

Esta valoración se debe dos circunstancias que se han sucedido en muy pocos días mientras se aprobaba un nuevo trasvase: la constitución de estos pueblos en mancomunidad para poder formar parte de la Comisión de Explotación del Trasvase y el hecho de que este último órgano haya encargado un estudio sobre los efectos del cambio climático en la zona.

“Son dos puntos de inflexión que suponen el principio del fin” de la infraestructura, y que abren “un nuevo camino al cambio de reglas que siempre hemos demandado”, afirman desde la nueva Mancomunidad de Aguas de Entrepeñas y Buendía. Forman parte de la misma 14 pueblos ribereños, constituidos ahora en esta nueva figura para cumplir con el compromiso al que llegaron hace casi un año con el Gobierno central, ratificado recientemente entre el presidente regional, Emilliano García-Page y la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera.

La inclusión de esta representación, que responde a la necesidad de dar voz a Castilla-La Mancha, la cuenca cedente, por primera vez en la comisión que decide los trasvases, es una petición histórica de Castilla-La Mancha, que ha levantado ampollas en el Gobierno de Murcia, en regantes de esta región y de la provincia de Alicante, quienes han criticado tal posibilidad.

La fractura en el PP castellanomanchego

También ha abierto una grieta en el PP castellanomanchego. Su secretaria general, Carolina Agudo, ha asegurado que el partido en la región “siempre” va a defender “las reivindicaciones históricas” que se han hecho desde los pueblos ribereños y ha negado que haya dos frentes en el partido sobre este asunto. Con ello ha respondido al hecho de que el partido regional se desmarcara de la Proposición no de Le registrada por el Grupo Parlamentario Popular en el Congreso por la que solicitan no incluir a los municipios ribereños en la Comisión de Explotación del trasvase Tajo-Segura.

El caso es que la Mancomunidad está ya oficialmente constituida. El proceso que ahora queda por delante es conformar su órgano de gobierno y elegir al presidente o presidenta. Está previsto que esto se haga efectivo en dos semanas para que la participación en la Comisión del Trasvase pueda ser efectiva ya en septiembre.

En paralelo, la aprobación de un nuevo trasvase en agosto vino acompañada en esta ocasión de una novedad importante. La Comisión de Explotación ha solicitado al Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (CEDEX) la realización de un informe, a partir del análisis estadístico de las aportaciones y las reservas existentes en los últimos años en los embalses de Entrepeñas y Buendia. Igualmente, por primera vez, también una proyección en un escenario de cambio climático, “con el objetivo de dotar a la cabecera del Tajo de mayor seguridad y mayor estabilidad en sus reservas”.

Desde los municipios ribereños también contemplan este dato con optimismo, Interpretan que en el futuro puedan cambiar las reglas de esta polémica infraestructura, algo que sigue reclamando el Gobierno castellanomanchego y que el Ejecutivo central de Pedro Sánchez ya fija para el horizonte 2021, cuando deben aprobarse todos los planes de cuenca.

Precisamente, el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, durante su visita a la zona el pasado 13 de agosto, pidió asumir la realidad de que las “decisiones climáticas no pueden estar condicionadas por las decisiones políticas”. Reconoció que, de una u otra manera, la necesidad de garantizar un caudal ecológico por encima del que hoy atiende las necesidades del Tajo “obliga a repensar” los mecanismos de las reglas de desembalse. Y recordó que todos los planes de cuenca tienen que estar aprobados a finales de 2021.

En cuanto a si ese cambio de normativa en el horizonte de varios años va a implicar que el Memorándum del Tajo (que permite los trasvases en situación excepcional) cambie, ha dicho que el informe que se va a solicitar al CEDEX pretende buscar una fórmula para conseguir que en los embalses de cabecera haya una “lámina de agua razonable” que ponga fin al estrés hídrico actual.

Y es que a los caudales ecológicos se refirió también el pasado mes de marzo la sentencia del Tribunal Supremo que anuló el Plan Hidrológico del Tajo, tras el recurso presentado por colectivos como la Plataforma en Defensa de los ríos Tajo y Alberche. El Gobierno central debe ahora reformarlo para garantizar sus sostenibilidad y con el plazo al que se refiere Hugo Morán. Es el tercer elemento contextual en el que confían desde la nueva Mancomunidad para ese definitivo “punto de inflexión”.

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