Vox presenta a su candidata a la Alcaldía de Valladolid, que carga contra el “machirulo” de Puente

La moción de censura, su ruptura con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, a la que Vox aupó en la investidura, y cómo esta mañana les han cortado el agua en casa. El juego en las listas electorales y la expectación ante la cita electoral del 28 de mayo. Los votantes de Vox pasan de un tema a otro ágilmente mientras esperan a que se abran las puertas del auditorio de la feria de Valladolid. “Y ahora lo de Ayuso… ¿estamos para hacer tonterías?”, se preguntan dos afiliados.

La sala es la más pequeña en la que ha participado Abascal desde que está al frente de Vox. No ha vuelto al Auditorio Miguel Delibes, ni a la Plaza de Toros de La Flecha, ni siquiera a la plaza de la Universidad. Esta vez ha optado por un recinto de un aforo de 600 personas, por lo que muchos se han quedado en la calle. El presidente de Vox ha pedido disculpas a los que no han podido entrar y ha asegurado que había otros sitios pero el alquiler era “más caro”.

Ya en la entrada del auditorio, el único diputado de Vox en Valladolid, Pablo Sáez, da la bienvenida a una sala con banderas de España y de Vox apostadas en la mitad de los asientos. Banderas en chalecos, en pulseras e incluso un hombre con una camiseta de la Selección Española de Fútbol. No faltan los 'viva España', entre otros vítores que ensalzan a la Guardia Civil y a la madre de Santiago Abascal. El ambiente es festivo y algunas jóvenes muestran su emoción entre 'grititos' al acercarse a los líderes de Vox mientras bajan las escaleras, pero también conviven con momentos de tensión, como cuando la candidata a la Alcaldía de Valladolid, Irene Carvajal—jueza sustituta en los juzgados de Valladolid—.

“¡Cállate, gilipollas!”

Mientras defendía el soterramiento y protestaba ante los incumplimientos del PP y del PSOE —en su primer mandato, puesto que en las elecciones de 2019 desterró la idea del soterramiento de las vías del tren—. “Otra mentira más”, se oye a un hombre gritar. No es la primera vez que interrumpe a la candidata en su intervención —que por motivos técnicos no se oía muy bien al principio—. Otra voz, en esta ocasión femenina, reprocha: “¡Cállate, gilipollas!”. El público se mira entre sí, aunque el mitin recupera la normalidad segundos después. De vez en cuando, se escucha a algún simpatizante de Vox insultar a cargos socialistas según se les menciona en las diferentes intervenciones.

Irene Carvajal se presenta como una “mujer libre comprometida con su familia, trabajo y amigos, y su ciudad” frente al “machirulo” del alcalde de Valladolid, el socialista Óscar Puente, —que “quiere a las mujeres en la cocina de casa”— y que está al frente de una “diarrea legislativa sectaria” como gobierno municipal. Carvajal ha cargado contra los proyectos municipales de apoyo e integración de las bicicletas y ha insistido en que la ciudad del Pisuerga “no es Ámsterdam”.

“Trasladaremos los carriles bici a los corredores verdes para evitar el caos circulatorio”, ha anunciado la candidata de Vox, que ha mostrado su intención de revertir la Zona de Bajas Emisiones —como también ha anunciado el candidato del PP, Jesús Julio Carnero—, una área que el Gobierno obliga a delimitar por mandato europeo. La número 1 de las listas electorales en Valladolid ha apostado por el “derecho a la convivencia de todas las formas de movilidad”.

La mujer que dejó su empleo por no cruzar el túnel de Labradores

Carvajal ha recuperado en su primer mitin el gran debate de Valladolid: el soterramiento. “El soterramiento es necesario y es posible para esta ciudad para acabar con los túneles y las pasarelas del miedo”, ha defendido la candidata de Vox. Carvajal ha asegurado que una amiga suya “tuvo que dejar su empleo porque tenía que pasar el túnel de Labradores por las noches” mientras Puente “despilfarra dinero público en hoteles para insectos, macetas polinizadoras y los autobuses de un millón de euros con una autonomía de cuatro horas y que se estropean cada dos por tres”.

La candidata del partido ultraconservador ha defendido una ciudad “limpia, segura y atractiva para la inversión” y ha criticado los presupuestos participativos y la reforma en la fuente de la plaza Zorrilla: “Se ha gastado más de medio millón de euros”, ha afeado, acogida por abucheos y algún aplauso. El sistema de la fuente de la plaza Zorrilla se ha renovado por primera vez en 24 años, ha supuesto un coste de 513.027 euros e incorpora un espectáculo de luces y música.

“La relación más intensa con la Comisión Europea”

Justo después de Carvajal, es el turno del vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, que ha pasado unos días en California junto a una comitiva liderada por la Comisión Europea. “Este gobierno tiene la relación más intensa con la Comisión Europea, ha sido el único gobierno con expedición en EEUU para atraer inversión a esta tierra”, ha subrayado en el mitin.

La Comisión Europea había elegido a un solo representante de las regiones (en este caso, Castilla y León), al igual que habían escogido a líderes empresariales, universitarios, periodistas y, sobre todo responsables de Industria e instituciones europeas.

“No vamos a Europa a arrodillarnos ante las elites globalistas. Vamos a defender los intereses nacionales y pedir una PAC con menos restricciones, el lobo y el motor. Nosotros solo obedecemos a los intereses de los españoles”, ha defendido García-Gallardo. La Política Agraria Común no la defienden las Comunidades Autónomas, sino que la estructura la Dirección General de Agricultura y Desarrollo rural de la Comisión Europea.

“Un gobierno de meritocracia”

García-Gallardo se ha jactado de haber lanzado una Ley de Lucha contra la Violencia Intrafamiliar —que impuso como condición al PP para la coalición y que se sometió a consulta pública el pasado julio—. “Eso hasta que no ha llegado Vox no se hacía en ningún otro sitio”, ha subrayado. La Policía Local de Valladolid, por ejemplo, incluye desde hace veinte años la atención a todo tipo de violencia en el seno del hogar en un servicio específico, aunque la mayoría de casos que atienden sean de violencia de género.

El vicepresidente autonómico también se ha congratulado de haber compuesto “un gobierno de meritocracia” con un catedrático al frente de Cultura y dos profesionales del ramo en Agricultura e Industria. El momento de mayor fervor ha llegado cuando ha recordado la reducción en las subvenciones públicas a los sindicatos UGT y CCOO, que ha provocado que gran parte del público se levantara de las butacas.

También ha reconocido al director general de de Relaciones con la Sociedad Civil —exjefe de Gabinete del exalcalde vallisoletano Francisco Javier León de la Riva Jesús Enríquez Tauler— por “evitar la infamia de que un bilduetarra diera una conferencia en la universidad”.

El diputado en el parlamento vasco de EH Bildu Ikoitz Arrese no participará en el I Congreso 'Queergreso', sobre derechos LGTBI, después de que el Comisionado para las Víctimas del Terrorismo —órgano vinculado a la Junta de Castilla y León y que depende de García-Gallardo— remitiera una carta al rector de la Universidad de Valladolid reclamando que se impidiera la participación del representante.

A pesar de que las competencias en Familia y Educación son del Partido Popular, el vicepresidente del gobierno autonómico (Vox) se ha atribuido varias políticas en favor de las familias y la natalidad como el bono nacimiento, los programas de conciliación, la educación gratuita progresiva de 0-3 años y que la Junta vaya a avalar el 17,5% de la entrada de la vivienda de los jóvenes de Castilla y León. “La siembra ya ha dado tanta cosecha en menos de un año. Qué no podremos hacer en otras administraciones”, se ha preguntado, acompañado poco después por el presidente de Vox, Santiago Abascal, que ha puesto a Mañueco como “ejemplo para el PP”.