Barcelona traslada a hoteles y residencias a las 170 personas sinhogar que quedaban en el pabellón abierto por la COVID-19

El Ayuntamiento de Barcelona ha llegado a un acuerdo para que tres hoteles y residencias acojan personas sin hogar o en situación de emergencia habitacional. En conjunto, estos recursos contarán con 221 plazas, 170 de las cuales servirán para alojar las personas que actualmente siguen en Fira de Barcelona, el dispositivo de emergencia que se abrió al inicio de la pandemia.

Entre los recursos anunciados este jueves hay un edificio de 95 plazas en el distrito de Gracia que gestionará la Fundación Salud y Comunidad; uno que tiene 100 plazas, y está en San Martí y lo gestionará Cruz Roja; y un tercero tendrá 26 plazas, sólo para mujeres. Lo gestionará el Centro Assís y se encuentra en Sarrià-Sant Gervasi. La teniente de alcalde de Derechos Sociales, Justicia Global, Feminismos y LGTBI, Laura Pérez, han explicado que comenzarán a funcionar durante la primera quincena de diciembre.

Los dos hoteles y la residencia suman 221 plazas y se sufragarán con dos millones de euros del total de 3,5 millones de euros que la Generalitat comprometió hace unos días para atender a personas en situación de sinhogarismo en Barcelona y el área metropolitana.

Pérez explicó que Fira de Barcelona permitió dar una respuesta rápida a una situación de emergencia surgida a raíz del confinamiento por la COVID-19, pero que el objetivo ahora es responder a una situación diferente pero donde la epidemia continuará presente durante los próximos meses. Por ello se ha previsto que los tres hoteles y residencias funcionen hasta abril.

1.522 personas atendidas y 982 personas en la calle

En total, los equipamientos extraordinarios para personas sin hogar abiertos durante la crisis de la COVID-19 han permitido atender a 1.522 personas entre marzo y octubre. Del total, 1.286 son hombres, 232 mujeres y cuatro se identifican como no binarias. Ahora el objetivo es ofrecer recursos que permitan una atención más personalizada y dote de más privacidad a sus usuarios.

Además, los equipos de calle del Servicio de Inserción Social en Medio Abierto detectaron el mes pasado 982 personas durmiendo en la calle. El Ayuntamiento de Barcelona ha asegurado que esta es la cifra más baja de los últimos tres años a las puertas del invierno, ya que en noviembre de 2018 eran 1.050 personas y el año pasado 1.091. Antes de la pandemia, en febrero, había 1.077 personas durmiendo en la calle.

Al menos una de cada cinco personas atendidas por estos dispositivos extraordinarios llegaron desde municipios de fuera de Barcelona. Además, cerca de la mitad no se encontraban en situación de calle sino que dormían en habitaciones de realquiler, casas de familiares y amistades u otras situaciones de infravivienda.

Los servicios sociales del consistorio creen que la crisis del coronavirus ha acelerado situaciones de sinhogarismo en personas que no habían dormido nunca en la calle antes, especialmente extranjeros con poca red social, vivienda precaria y unos ingresos que dependían de actividades económicas irregulares.

El 21% de ellos, como mínimo, no dormía en Barcelona el día anterior a entrar en el recurso de emergencia. Por otra parte, el 55% sí dormía en la calle y el 45% tenía situaciones de infravivienda habitaciones de realquiler o casas de familiares y amistades. Por último, el 63% no tenía ningún vínculo previo con servicios sociales o entidades.

38 positivos y ningún fallecimiento

De entre las personas acogidas en estos recursos extraordinarios, se han hecho 121 aislamientos preventivos y 33 derivaciones a hospitales u hoteles salud. En total, se han detectado 38 casos de coronavirus confirmados por PCR positiva –de un total de 331 pruebas– y no se ha registrado ningún fallecimiento.

El Ayuntamiento de Barcelona destinará este año 45 millones de euros a la atención de este colectivo, un 30% más que el año pasado. Esto permitirá pasar de 2.200 a 2.700 las plazas de acogida que integran las entidades de la Red de Atención a Personas Sin Hogar. Estas se mantendrán en los próximos meses y en algunos casos se convertirán estructurales.

Entre éstas, Pérez ha destacado las 40 plazas para mujeres en el centro La Llavor, una cuarentena más para jóvenes ubicadas en Montgat y setenta para personas con drogodependencias. A estas se sumarán también 58 plazas con la reapertura la próxima semana del Instituto Pere Calafell, que gestionará Cruz Roja.