Cinco años y medio de cárcel para el profesor del Conservatorio de Cuenca acusado de abusos sexuales
El profesor del Conservatorio 'Pedro Aranaz' de Cuenca juzgado acusado de abusos sexuales a un total de ocho víctimas ha sido condenado a cinco años y seis meses de cárcel, según la sentencia dada a conocer este miércoles por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-la Mancha (TSJCM).
La condena alude a un delito continuado de abuso sexual y tres contra la integridad moral. La Audiencia Provincial de Cuenca considera, como argumentó la defensa del profesor durante el juicio, que el resto de delitos ya han prescrito.
Además, el profesor ha sido condenado al pago de indemnizaciones a las víctimas por valor de 21.000 euros y se decretan órdenes de alejamiento de 200 metros así como la prohibición de comunicación con las víctimas durante dos años.
El fallo se aleja de la petición de pena por parte de la Fiscalía de Cuenca que solicitaba un total de 56 años de cárcel por un delito contra la libertad sexual contra un menor de edad, cuatro delitos de abuso sexual a menores, dos delitos de agresión sexual a menor de edad, un delito continuado de exhibición de material pornográfico y cinco delitos contra la integridad moral.
La Audiencia Provincial considera como hechos probados que se produjeron tocamientos, “humillaciones” de distinto tipo a las víctimas o “broncas y gritos”. En el caso de una de las víctimas se produjo relación sexual con penetración vaginal aunque en la sentencia se recoge que “no consta debidamente acreditado que dichas relaciones sexuales se mantuvieran sin el consentimiento libre (...) o con su voluntad coartada por la condición y situación del acusado”.
El profesor no tenía antecedentes penales y ejerció como profesor en el Conservatorio conquense desde el año 1993 hasta el año 2015 impartiendo clases de piano. Además, también ejerció en la localidad de San Clemente, en la universidad popular.
Tuvo como alumnos a las ocho víctimas. La sentencia recoge que “el acusado desplegó el comportamiento y ejecutó los actos (...) sin que conste acreditado que tales actos respondieran a un plan conjunto, unitario y sistemático de control emocional o sumisión sexual de sus alumnos/as”.
La sentencia de la Audiencia Provincial de Cuenca abre la posibilidad de un recurso de casación ante la Sala Segunda del Tribunal Supremo.
