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Baldoví existe

Xavier Ribera Peris

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“El meu país

és llarg i prim

com un vent fi

de primavera”

Marc Granell, 2008

Quiebros, convicción y claridades. “Baldoví Existe” podría ser la versión valenciana de la eclosión de “Teruel Existe”. El último episodio de investidura de Pedro Sánchez ha removido la escasa relevancia política valenciana en el conjunto del Estado. Un impulso, el de Joan Baldoví por cuenta de Compromís. Un ministro, el “torrentí” José Luís Àbalos, reconocido escudero, en figura y talante, del líder del PSOE y candidato predilecto a la cartera de Fomento. Dos espectadores: Ximo Puig, president de la Generalitat y Juan Carlos Fulgencio, avanzado dirigente del PSPV en l’Horta Nord y delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana.

Voluntad de ser

Uno por cada facción paralela de los que mandan en València, inspirados en el “Espíritu de Morella” y quienes rigen desde Madrid los destinos de España, enrolados en la nave avisada y audaz de Pedro Sánchez. Para la política desarbolada del País Valenciano, la brega de Joan Baldoví en defensa de los intereses autóctonos es la gesta y esperanza para emular la estimulante realidad de “Teruel Existe”, liderado por el arquitecto aragonesista, Tomás Guitarte, de Cutanda- Calamocha. Vinculado a la Comunitat Valenciana por estudios y profesión.

Quedarse o huir

Hay paralelismo entre Baldoví, valor seguro de Compromís y Guitarte, ex militante del Cha, (Chunta Aragonesista), de perfiles nacionalistas y socialdemócratas. Ambos establecen sus envites en base a opciones concretas y claras. De fácil comprensión para la opinión pública. Entendida en su posición dialéctica frente a las estructuras de poder que ejerce el centralismo en España. A lo largo de la historia valenciana sus personajes públicos han sucumbido a la tentación de dejarse atraer por el lustre y los resortes que se movilizan en la capital del Reino de España. Políticos y significados empresarios. El marqués de Campo-- tras el golpe de Estado de la Restauración en 1874--, Ignacio Villalonga Villalba—seguidor de Cambó fue “invitado” a marcharse a Madrid, tras la debacle de 1939, a ejercer de financiero cuando su vocación era política--. La senda de València a Madrid la habían iniciado junto a otros juristas, empresarios, artistas y políticos: Antonio Aparisi y Guijarro, Vicente W. Querol, Blasco Ibáñez, Cirilo Amorós o Joaquín Sorolla.

Causas perdidas

Huyendo del victimismo y la queja permanente, el capítulo de reivindicaciones pendientes para los valencianos nunca lo rematan los diputados que resultan elegidos por las figuras del bipartidismo, PSOE(10), PP(8) o por Vox(7) . Tampoco, U. Podemos(4) ni Cs(2). Es la existencia de Joan Baldoví la que lleva a que, consumada la investidura, el diputado de Compromís se fundiera en un abrazo de complicidad con el dirigente del PSOE en el Gobierno, el valenciano José Luís Ábalos, por los logros pactados para mejorar las expectativas del País Valenciano.

Vía valenciana

Tuvo que venir Ernest LLuch en la década de los 70 del siglo XX, a describir “La Vía Valenciana” , cuya autoría era de Alfons Cucó y años después reeditó Vicent Soler. Nada nuevo. El País Valenciano todavía no ha escarmentado. Según la vía turolense personificada en Tomás Guitart, su homólogo valenciano tendría que ser Federico Félix, tras la trágica vacante de Manuel Broseta Pont, de Bañeres(1932-1992), hijo de anarquista procesado en juicio sumarísimo por el régimen franquista en la posguerra. Recogido el testigo por nombrados empresarios con vocación pública (Pedro Agramunt, Jiménez de la Iglesia, Vicente Boluda, Juan Roig, Francisco Pons, Rafael Ferrando, Silvino Navarro o José Vicente González) sus tentativas para conseguir equiparar el trato a la Comunitat Valenciana a la media de otros territorios hispanos han fracasado personal y colegiadamente.

Reivindicar

¿Cómo se puede seguir reivindicando el Corredor Mediterráneo cuando sabemos que, con PSOE y PP, prevalecen criterios políticos desde los tiempos del malogrado Manuel Broseta, para que no haya conexión ferroviaria rápida y moderna entre València y Catalunya? Ni AVE, ni túnel pasante para evitar que la capital valenciana siga dividida por las vías del tren, ni se soluciona el parón de Feria València ni se consigue relanzar La Marina del Puerto de València, cuyo remedio pasa necesariamente por asumir la deuda que dejó el Partido Popular a todos los valencianos. Ni asignación para el metro, ni para el transporte urbano, ni para los museos valencianos, ni para la Ópera, ni para que la valenciana pueda ser una autonomía digna.

Idea fuerza

Una de las cuestiones pendientes del País Valenciano es asumir la normalización de las relaciones con los territorios convecinos o periféricos y con las áreas de vida en común a las que se halla vinculado. Principalmente el Arco Mediterráneo donde se encuentran enmarcados Catalunya, Aragón, Baleares, Murcia, Castilla-La Mancha o Almería. Más allá Euskadi, Castilla o Andalucía. Prioritario: rediseñar un protocolo de comunicación, diálogo y recuperación de derechos en relación con Madrid, capital del Estado, con todo su peso y significado. Donde se cuecen las habas.

La marca “Teruel Existe” es el fenómeno político novedoso y significativo del actual momento político español. Lo de Cantabria y Canarias, una risa. Guste o no, Teruel protagoniza mayor visibilidad que la Comunitat Valenciana. Han resultado ejemplares su cohesión y firmeza. Firmes, siempre firmes. En la Comunitat Valenciana existe un fermento que se ha minusvalorado. Está representado por el papel de Joan Baldoví en el Congreso de los Diputados. Claridad, constancia y convicción. ¿Quién ha fallado?

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