Altea restringe la vivienda turística en el PGOU: prohibiciones y límites para controlar la masificación y los precios
El Ayuntamiento de Altea ha aprobado este lunes, en sesión plenaria, una modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) con el objetivo de incorporar una nueva ordenanza que regula la implantación de las viviendas de uso turístico en el municipio (VUT). Esta normativa innovadora entra ahora en fase de exposición pública durante 45 días y establece, por primera vez, un mapa claro de las zonas donde se podrán y dónde no se podrán autorizar nuevas VUT, basándose en criterios técnicos de vulnerabilidad territorial.
La medida responde a la creciente presión del turismo residencial a Altea, que ya cuenta con más de 2.200 viviendas turísticas, el 12% del parque residencial, según datos recogidos a comienzos de 2024. Esta situación motivó la suspensión de licencias a principios de año, mientras se desarrollaba un exhaustivo estudio técnico y territorial.
El núcleo de la nueva ordenanza es el Indicador de Vulnerabilidad Territorial (IVT), que mesura la saturación turística de una zona combinando tres elementos: la presión residencial (porcentaje de VUT sobre viviendas totales), la proporción de viviendas principales y la densidad de vivienda por área.
A partir de este indicador, el municipio se ha dividido en cuatro tipos de zonas: Zonas vulnerables, como el núcleo histórico tradicional o la calle El Mar, donde se prohíbe cualquier nueva VUT; zonas de riesgo alto, como Cap Negret o Pla de Castell, con un límite máximo del 4% de VUT; zonas de riesgo medio, con un límite del 8%; y zonas de baja vulnerabilidad, donde no hay restricciones específicas, pero sí seguimiento anual. También se ha fijado un límite global del 16% de VUT respecto al total del parque residencial, para garantizar el equilibrio entre turismo y acceso a la vivienda.
Durante el periodo de exposición pública, se mantiene la suspensión de licencias en zonas tensionades como Cap Negret, el Cot de Mingot, Mascarat Nord o el eje de la Avenida La Nucia. En cambio, áreas como Altea la Vella, Montahud, Vila Gadea, l'Olla o las urbanizaciones de la Sierra continúan habilitadas para nuevas solicitudes.
Para José Orozco, regidor de Urbanismo y Medio Ambiente, “esta ordenanza no es solo legal, es necesaria. Es fruto del trabajo, del estudio y de haber escuchado la ciudadanía”. Orozco ha remarcado que la norma no pretende prohibir sino “planificar y proteger el que somos, sin renunciar al que aportamos”.
La medida contó con los votos favorables del gobierno local (Compromís y PSPV) y los votos en contra del PP y Vox. Está previsto que la ordenanza tenga revisiones quinquenales y actualizaciones anuales, lo cual convertirá Altea en un referente en regulación urbanística de las viviendas turísticas, avanzándose en otras ciudades que han optado por moratorias reactivas.
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