Un estudio matemático predice que en una legislatura habrá medio millón de personas en riesgo de ser corruptas
Cerca de medio millón de personas en España estarán tentadas por la corrupción cuando comience la siguiente legislatura. Es la predicción de un estudio matemático elaborado por investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia y la Universitat de Valencia a cargo del Instituto de Matemática Multidisciplinar.
Cuatro investigadores, entre ellos el director del instituto, prevén que en 2023 haya 377.000 personas con un “riesgo medio” de caer en la corrupción y 144.000 con un riesgo “alto”. El estudio busca medir la evolución de la corrupción en un país azotado por la misma durante las últimas décadas y analiza factores de riesgo entre la población activa de 16 a 70 años, cerca de unos 27 millones de persona. Así, se encontrarían en los niveles más altos de riesgo el 2,6 por ciento de la población analizada; un el 1,6 por ciento en el riesgo medio y el 0,6 por ciento en el alto.
Entre los factores de riesgo se analizan variantes como las elecciones, el tiempo en el cargo, el género, la desconexión moral, la economía, la religión y el efecto de las puertas giratorias, según recoge la Agencia Efe de Lucas Jódar, director del centro investigador.
Los investigadores establecieron cuatro niveles de riesgo de cometer corrupción política: el riesgo cero, que hace referencia a personas que no están en contacto con cargos públicos; y el riesgo bajo -menos del 10 %- personas susceptibles de colaborar con cargos públicos -aquellos que pertenecen a partidos, sindicatos o patronales. En riesgo medio -hasta el 25 %-, representantes públicos elegidos directa, o indirectamente y gestionan presupuesto público; y riesgo alto -más del 50 %-, altos cargos que manejan grandes presupuestos y/o capacidad de decisión.
A su vez, el estudio divide a la población por su situación laboral en el momento del análisis, antes de las elecciones de mayo de 2015, en cinco categorías: pre-laboral -jóvenes hasta 26 años-, parado, empleado por empresa privada, empleado por empresa pública o administración, y funcionario.
De este modo, la población del estudio se dividió en 20 subpoblaciones, según su nivel de riesgo de cometer corrupción política y su vida profesional alternativa o complementaria a ostentar un cargo público.
En cuanto al género, los responsables determinan que las mujeres son menos dadas a las malas praxis políticas y su implicación en las altas esferas reduce el riesgo; la proporción de mujeres en los cargos públicos es un factor que influiría favorablemente en la reducción del problema, sostienen.
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