Exhuman cinco republicanos fusilados del franquismo junto al mausoleo del considerado primer fascista de España
La excavación para hallar los restos de hasta nueve fusilados del franquismo en Enguera situados bajo el mausoleo del considerado primer político fascista de España, están confirmando los indicios que tenían los familiares de la ubicación de los cuerpos.
Los trabajos han mostrado que un cuerpo se encontraba en la misma vertical del mausoleo de José María Albiñana, fundador del Partido Nacionalista de España (PNE) en 1930, a tres metros de profundidad, mientras que los cuatro siguientes que han aparecido se hallan en una fosa común que tenía como cabecera lineal el monumento al dirigente fascista.
Según explica Alfredo Barberán, memorialista y representante de las familias impulsoras de la exhumación, estos trabajos hasta el momento se han desarrollado en dos fases, una primera en la vertical del mausoleo, donde se encontró a una víctima, y una segunda en la fosa donde han aparecido las otras cuatro y se confía en encontrar a las cuatro restantes.
Barberán indica que los represaliados fueron ejecutados en un periodo de 22 días, entre el 25 de mayo y el 16 de junio de 1939, a los pocos meses de finalizar la Guerra Civil. Así la víctima hallada bajo el mismo mausoleo era un Guardia de Asalto de 41 años, Pedro Herrero; los cuerpos restantes corresponderían a Leandro Pastor (43 años, concejal), Antonio Rico (55 años, alcalde), Pedro Simón (43 años, oficial de prisiones), Salvador Gómez (46 años, concejal), Miguel Rovira (26 años, consejero del Comité), Ricardo Simón (41 años, alcalde), José Barrón (26 años, consejero del Comité), Emilio Marín (39 años, concejal).
De los cuerpos recuperados el del Guardia de Asalto no podrá contrastarse su ADN para ser identificado ya que no se ha mantenido familiares hasta la actualidad, aunque se ha podido identificar indiciariamente al encontrarse botones y correajes propios del uniforme de este cuerpo policial. De los otros ocho seis sí que podrán ser identificados con el ADN y otros dos no, entre ellos el alcalde Antonio Rico. Entre las curiosidades que se desprenden, como señala el investigador, se encuentran las causas oficiales de la muerte de estas personas como son diferentes síncopes, hemorragias varias e incluso una anemia aguda.
Alfredo Barberán comenta que los expertos que están realizando la exhumación afirman que los indicios apuntan a que la fosa continúa en la vertical por lo que tienen esperanzas de recuperar los cuatro cuerpos restantes. A ello añade que, cuando estén identificados, los restos de siete de los fusilados se depositarán en el memorial de las víctimas de Enguera del fascismo que se halla en el mismo cementerio, donde ya se encuentran y/o figuran sus nombres en el listado de los fusilados por el franquismo también en otros lugares como Paterna, e incluso vecinos que estuvieron en el campo de concentración de Mauthausen-Gusen. Los otros dos tendrán su nombre, pero las familias los han reclamado para sus nichos particulares.
El Coordinador del Grupo Recuperación de la Memoria Histórica, Matías Alonso, ha sido una “exhumación modélica y ejemplar”, porque se ha encontrado con la colaboración del Ayuntamiento de Enguera (del PP), y de la propia familia de Albiñana; pero que “se ha tenido que hacer mucha pedagogía” durante los últimos 15 años.
Alonso afirma que la exhumación de estos cuerpo es “es una cuestión de derechos básicos”, y señala que, según la Ley de Memoria Democrática, el mausoleo no podrá volver a erigirse donde estaba por tratarse de un homenaje fascista. Este mausoleo se levantó en 1941 dos años después de la ejecución de los republicanos en Enguera, y cinco después de la muerte del propio Albiñana que murió a los inicios de la Guerra Civil.
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