La Generalitat pide a los municipios costeros que extremen la seguridad en el primer fin de semana sin estado de alarma

El Gobierno valenciano reclama a los alcaldes de las capitales de provincia y los municipios costeros extremar las precauciones en el primer fin de semana sin estado de alarma. El president de la Generalitat, Ximo Puig, ha encabezado este lunes la reunión de coordinación de seguridad de medidas COVID-19 para valorar actuaciones para frenar la pandemia.

Tras el encuentro, la consellera de Justicia, Interior y Administración Pública, Gabriela Bravo, ha anunciado que, de cara al próximo fin de semana, el primero sin estado de alarma y con movilidad entre comunidades autónomas, se extremarán las medidas de control en la Comunitat Valenciana. El Gobierno valenciano mantendrá el miércoles una reunión a los alcaldes y alcaldesas de los principales municipios del litoral y las capitales de provincia para coordinar medidas y asegurar el cumplimiento de las restricciones vigentes frente al covid. Además, se ha instado a estos municipios a que convoquen las Juntas de Seguridad Local para poner a punto los dispositivos de vigilancia de Policía Local.

“La actuación de la policía local en coordinación con el resto de fuerzas de seguridad es esencial en esta labor de prevención y control para poder seguir avanzando hasta que el COVID-19 desaparezca” ha remarcado Bravo.

La titular de Justicia e Interior ha agradecido a la ciudadanía valenciana, el buen comportamiento que ha tenido hasta la actualidad y que ha permitido que durante las últimas semanas la Comunitat sea la autonomía con una menor incidencia acumulada. Bravo se ha referido especialmente a los jóvenes a quienes ha pedido que sigan comportándose con responsabilidad, en especial de cara el fin de semana.

Además de reforzar los controles de las medidas de seguridad sanitaria por parte de los distintos ayuntamientos, por las distintas fuerzas y cuerpos de seguridad, el 112 de la Comunitat Valenciana aumentará el personal de sala para poder atender la demanda de llamadas que puedan producirse por el aumento de la movilidad ciudadana.