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Líderes en pobreza

Javier Caro

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Cuando estuve haciendo prácticas en El Casal de la Pau con exreclusos, sentí pena por el modo en que las personas al pasar a nuestro lado miraban a los usuarios. Muchos de ellos tenía SIDA o Hepatitis C, estaban en una situación dantescas, sus mentes no funcionaban al mismo nivel que el resto. La droga, en muchos casos, había hecho mella en sus psiques y en la geografía de su cuerpos, convirtiéndolos en personas muy señaladas. Los servicios sociales, con el poco dinero y personal que tenían y tienen, los ayudaban en la medida de lo posible. Ellos ya no podían, y en muchos casos ni sabían, qué hacer o dónde ir. Ahora, unos cuantos años después, veo a gente tirada en la calle, dudo que hayan pasado por la cárcel, creo que simplemente la vida no les ha tratado bien.

Un país sin servicios sociales está abocado al caos y a la deshumanización de sus ciudadanos, que entenderán la ayuda como limosna, regresando inexorablemente a la edad feudal. Los servicios sociales de la Comunitat son los peores de España, cosa que no nos sorprende a los que aquí hemos vivido. Si hay algo que destruye más el tejido social, es cuando un sector de la población está excluida de la propia sociedad. El 31,7% de la población valenciana está en exclusión, según El Informe sobre exclusión y desarrollo social en la Comunitat Valenciana. Ese porcentaje, que sobre el papel es sólo un dato sin más, significa que esas personas no tienen cubiertas las necesidades básicas. ¿Se imagina alguien vivir sin luz o sin calefacción en invierno?.

Pues dejen de imaginar, en nuestra Comunitat sucede. Y esto pasa porque hemos aprendido a no sentir empatía, a dejar en manos de la Iglesia o de las ONG´s el trabajo que tenía que hacer la mal llamada Consellería de Benestar Social. Con ello no quiero decir que Cáritas y demás asociaciones, no hagan un trabajo ejemplarizante, sino que no pueden soportar sobre sus maltrechos hombros la dura realidad de asistir a tanta gente. El gobierno está para algo más que para salvar bancos, inaugurar festejos o criticar a los medios de comunicación. Un Informe de Cáritas Europa ponía a España como el segundo país en pobreza infantil, pero Montoro no entendió bien el mensaje, que era una llamada de socorro, y en cambio se defendió, como es costumbre de quién sabe que no lleva la razón, alegando que para acabar con la pobreza infantil el remedio “es el crecimiento y la creación de empleo”. Y lo dijo, sin rubor, cuando estaban cerca de inyectar 2.300 millones para salvar, porque aquí se salva todo menos a las personas, las autopistas privadas.

Pero no sólo en Valencia la cosa se ha vuelto insostenible y demencial, sino que en el conjunto del Estado la cosa no ha mejorado. En 2011 se gastaba, por año y habitante, 354 euros, de lo que pasamos drásticamente a 307 en 2013. Un dinero que compra comida, da luz o calienta el agua. Un dinero que genera algo más que comfort, sino que también ofrece dignidad. De hecho ser pobre, como tener una titulación universitaria, hay que acreditarlo para poder pedir ayuda al banco de alimentos. El Gobierno, una vez más protegiéndonos a todos de ladrones sin escrúpulos que hay en los bancos de alimentos (en los bancos de los paraísos fiscales no hace tanta falta), exige un informe de los servicios sociales como condición para poder beneficiarse de las ayudas europeas. Quizás la propuesta derive del Auxilio Social de la Falange, pero modernizado, vamos, con ordenadores y niños que en vez de haber vivido una guerra y ver muertos, ahora sufren una crisis de valores y económica, en una Europa con los ojos cerrados. Bueno, parece que, salvando las distancias, no hemos avanzado en la unión real de Europa.

En nuestra honrosa Comunitat el gasto en servicios sociales era inferior en un 36% al estatal, y en los últimos años, justos los que golpeaban con más virulencia a la sociedad, en plena estafa, se redujo un 10%. ¿De quién sería la idea de bajar el gasto en servicios sociales cuando la gente peor lo estaba pasando?.¿Con esas medidas que alegran al pueblo, querían ganar las Elecciones?. En 2013 gastamos 196 euros por habitante, el País vasco 541. Si nos venimos a éste año, España tiene una tasa de pobreza de 29,2 %, y la Comunitat que ha abandonado Carlos Fabra 34,7%. Para rizar más el rizo, tener un trabajo no te asegura poder salir de la pobreza, puedes trabajar, probablemente explotado, y seguir estando en la pobreza, pues entre un 15 y 20% lo están. Así que eso de trabajar y volver a la vida de antes, en muchas ocasiones es más una utopía que una realidad. Sin duda la clase media no ha muerto, la han matado. Continuando con Cáritas, las mujeres y los niños son los grandes afectados, los que han recibido el puñetazo en las costillas y aún les duele, el 72 % de mujeres que van a pedir ayuda a Cáritas, son mujeres solas.

Con estos datos me encuentro a un viejo amigo de mis tiempos en el Casal de la Pau, está más deteriorado que antes, me pide dinero sin mirarme a la cara, no se lo doy, pues no llevo nada en cima. No sé si los servicios sociales se han olvidado de él o es él mismo quien no quiere saber nada de ellos, sea como fuere, la pobreza solo trae dolor, y dudo que ese hombre que me estaba pidiendo dinero en un kiosko, quisiera estar en esa situación.

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