La asociación cívica de Port Saplaya rechaza la celebración del Marenostrum en Alboraia
La polémica es una característica que parece acompañar al Marenostrum en todas sus acciones. Si este verano la segunda edición del festival tuvo que ser suspendida horas antes de su inicio por un informe desfavorable de la conselleria de Obras Públicas y Medio Ambiente, tras un rechazo profundo de los colectivos ecologistas, la del próximo año apunta en la misma dirección.
La organización del festival dejó ver hace unas semanas su intención de volver a intentar montar el evento en Alboraia, localidad en la que fue suspendido, y en la que había generado conflicto en el Ayutamiento entre PSPV y Compromís. Los responsables del festival se reunieron con el Secretario Autonómico de la Agencia Valenciana de Turismo y con ediles de Alboraia para presentar el proyecto del Marenostrum 2017.
Al parecer, se plantean como ubicación para el festival el parking y los espacios entre el supermercado Alcampo, la gasolinera y el pequeño centro comercial que hay en Port Saplaya, junto a los apartamentos y la playa. La Asociación cívica local manifiesta en un comunicado su “total oposición” a la localización elegida“. No creemos, dicen los vecinos, que ”el lugar sea adecuado para una actividad multitudinaria y con música de muchos decibelios durante muchas horas, en la que se estima una asistencia de pago cercana a 20.000 personas al día y no se puede saber cuantos jóvenes más acudirían a los alrededores“.
Según asegura esta asociación, las directivas de otras asociaciones vecinales como la de la Patacona, Centro histórico, el colectivo Per l'Horta y representantes de empresas de la zona como Alcampo, Leroy Merlín, el Club Náutico de Port Saplsya o Apartamentos Port Saplaya también se han mostrado contrarios a este festival. De ellas, la asociación Per l'Horta también ha enviado un comunicado en el que aseguran que si se invaden terrenos de huerta su oposición al certamen será firme.