Castelló rememorará el bombardeo de 1937 a través del espectáculo 'Abans es veia la mar'

Los años de la dictadura supusieron años de silencio y de olvido. Las autoridades realizaron grandes esfuerzos por imponer una narrativa de posguerra en términos “nacionales” sobre la que reconstruir un país hecho jirones. La España de la dictadura fue una sociedad cuartelaria, cimentada sobre una disciplina castrense de sumisión y silencio temerosos. En ese contexto no es de extrañar que en lugares como la provincia de Castelló, en las que los ejércitos franquistas habían sufrido una de sus mayores y más desconocidas derrotas, se impusiese durante décadas el olvido a la fuerza.

Poca gente sabe hoy día que la Provincia de Castelló llegó a albergar hasta doce campos de concentración del régimen, siendo en total más de cuarenta los repartidos por toda la Comunitat Valenciana. Tal y como documenta el periodista Carlos Hernández de Miguel –en su libro “Los campos de concentración de Franco”, (Ediciones B)-, lugares como la Plana, Segorbe o La Vall d’Uixó, se convirtieron en cárceles improvisadas para centenares de miles de prisioneros republicanos.

Con las elecciones municipales del próximo 26 de mayo a la vuelta de la esquina, el color del futuro Ayuntamiento de Castelló es todavía incierto. La recuperación y consolidación de las denominadas políticas de la memoria han sido uno de los puntos en los que los partidos del Pacte del Grau han dedicado más esfuerzos. Ya sea mediante la eliminación los numerosos monumentos que todavía hoy exaltan el franquismo o mediante la apertura de las fosas comunes de Castelló, los últimos años del gobierno del Grau han supuesto un salto cualitativo en el cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica.

Ahondando en la labor de recuperación de la memoria, la Concejalía de Cultura de Castelló, con Verònica Ruíz al frente, ha programado el espectáculo de narración oral “Abans es veia la mar”. El evento estará destinado a mayores de trece años y constará de ocho encuentros -4 y 18 de mayo; 6, 11 y 15 de junio; 2 de julio; 5 de septiembre y 15 de octubre- en el recientemente recuperado refugio antiaéreo de Tetuán, a lo largo de los cuales se relatará distintas vivencias de los castellonenses durante el conflicto.

Cada sesión supondrá una experiencia que, a lo largo de cincuenta minutos, situará a los espectadores en la piel de aquellos que tuvieron que sufrir el miedo, la muerte y el hambre de la guerra y, en especial, de la noche del 23 de marzo de 1937 en que la ciudad fue bombardeada. Para la elaboración de los actos se ha contado con el asesoramiento del Grup per a la Recerca de la Memòria Històrica de Castelló, fuertemente comprometido con la lucha contra el olvido.