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Miedo de las víctimas del franquismo a que el PP y Vox paralicen exhumaciones de fosas: “Será un retroceso histórico”

Trabajos de ArqueoAntro en la fosa 111 de Paterna (Valencia), en una imagen de archivo.

Lucas Marco

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Ángel González, presidente de la Coordinadora de Asociaciones por la Memoria Democrática del País Valenciano, lo tiene claro. El nuevo ciclo de derechas inaugurado en la Comunitat Valenciana tras las elecciones autonómicas y municipales del 28M pone en serio riesgo la financiación pública de las exhumaciones de las víctimas del franquismo enterradas en fosas comunes. “Va a suponer un cerrojazo total, con presupuesto cero e incluso, según pregona Vox, la derogación de nuestra ley de Memoria Democrática”, aventura González, quien lamenta que también “va a suponer un retroceso histórico en todo tipo de políticas sociales, en derechos, recortes en servicios públicos y libertades”. “Me preocupa mucho”, reconoce.

Hasta ahora, según los datos de la Conselleria de Participación, Transparencia, Cooperación y Calidad Democrática, se ha exhumado el 66% de las fosas comunes de la represión franquista en territorio valenciano, con financiación pública. Así, se han localizado los restos de 2.166 víctimas, tanto de la represión franquista como combatientes en la Guerra Civil, de las cuales 225 se han identificado y 373 están pendientes de identificación.

La financiación de las exhumaciones ha sido uno de los puntales del Pacte del Botànic en materia de memoria democrática durante las dos últimas legislaturas. “Todo lo que hemos avanzado con los gobiernos del Botànic, que ha situado a nuestra comunidad, junto a otras, a la vanguardia del Estado, lo van a intentar demoler”, afirma Ángel González.

El programa autonómico de Vox, partido del que el PP valenciano de Carlos Mazón depende para gobernar, incluye la derogación de “todas las leyes” de memoria histórica. “Estamos preocupados, pero estamos convencidos que este movimiento memorialista que ha comenzado no va a parar”, asegura Amparo Belmonte, presidenta de la Plataforma de Familiares de Víctimas del Franquismo de las Fosas Comunes de Paterna.

El previsible recorte en materia de memoria democrática afecta a las asociaciones de familiares, que han tenido un papel protagonista en la localización de descendientes y en la difusión de las exhumaciones, pero también a los profesionales encargados de los trabajos arqueológicos y antropológicos. También queda en el aire el proyecto de banco de ADN autonómico para la identificación de las víctimas del franquismo y de los bebés robados.

La única esperanza de los descendientes de las víctimas que aún quedan por exhumar pasa por la Diputación de Valencia, que cuenta con una delegación de Memoria Histórica y que, previsiblemente, será la única institución que conserve la izquierda. “Serán posibles algunos avances desde la Diputación de València, que se mantiene en manos progresistas”, arguye el presidente de la Coordinadora de Asociaciones por la Memoria Democrática del País Valenciano.

“Paralización de todo lo que queda pendiente”

“Por desgracia”, apostilla Ángel González, la mayoría de las derechas valencianas supondrá la “paralización de todo lo que queda pendiente por realizar, por parte de la Generalitat Valenciana”. Sobre las exhumaciones pendientes, Amparo Belmonte no pierde la esperanza: “La sociedad no lo puede permitir, tenemos a mucha gente que nos apoya y nos comprende, nos sentimos arropados y sentir esa solidaridad nos da fuerzas para seguir adelante”. 

El Plan de Exhumaciones de la Generalitat Valenciana para el 2023, incluye la investigación pendiente sobre 421 víctimas del franquismo y la dictadura en 49 fosas que se encuentran en los cementerios de Paterna, Castelló de la Plana y Alicante.

Hay programadas intervenciones en 42 fosas comunes del cementerio de Paterna, donde se pretende localizar a 179 víctimas; una intervención en el cementerio de Castelló de la Plana para encontrar 228 personas, y la exhumación de la fosa VIII del cementerio de Alicante, donde se busca a 14 víctimas.

“Estamos preocupados pero también convencidos de que este movimiento memorialista que ha comenzado no va a parar”, dice Amparo Belmonte. “No podemos volver atrás, hemos tardado 80 años en empezar”, recuerda Belmonte. “Las víctimas de la represión franquista vamos a estar luchando y defendiendo lo conseguido y lo que queda por conseguir”, augura Ángel González. 

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