Moho, goteras y grietas sin reparar: así crea un “clima de hostilidad” el fondo buitre que echa a los vecinos del Raval Universitari de Castelló
Goteras, grietas y tejadillos en las terrazas de los áticos desprendidos y que pueden caer a la vía pública. Un informe técnico encargado por el Sindicato de Inquilinos de Castelló a una arquitecta y a un jurista detalla el “clima de hostilidad” que esta propiciando el fondo buitre Tempore en las viviendas del Raval Universitari de Castelló. El informe, elaborado por la arquitecta Lola Bataller y el jurista de la cooperativa El Rogle Ignacio Collado, concluye que el fondo buitre está “desatendiendo su responsabilidad de mantener habitable las viviendas y el edificio”, lo cual puede comportar una propuesta de sanción por una infracción grave.
Así, Tempore estaría llevando a cabo una estrategia para incrementar su beneficio empresarial a costa de obligar a marcharse a los inquilinos actuales: “Podemos encontrar, en la voluntad de aumentar de manera muy sensible los precios a los arrendatarios, indicios sobre una motivación tendente a crear un estado de hostilidad que tenga la voluntad de forzar a las vecinas a abandonar sus viviendas o, incluso, a aceptar los nuevos precios desorbitados sin negociar”.
El informe, entregado por el Sindicato de Inquilinos de Castelló a la Conselleria de Vivienda y Arquitectura Bioclimática, ha detectado “actuaciones que se podrían considerar como acoso inmobiliario”. Si el departamento que dirige el conseller Rubén Martínez Dalmau inicia un expediente, sería el primero de la administración autonómica valenciana contra un fondo buitre.
El conjunto de hogares, construido en 2005, perdió 11 años después la calificación de Vivienda de Protección Oficial (VPO) y, tras varios propietarios, ha acabado en manos del fondo Tempore. Se trata de tres bloques lineales de 173 viviendas, con almacenes, plazas de aparcamiento y trasteros en el sótano y con 13 zaguanes de acceso. Con unos contratos de alquiler social de una media de 300 euros, unas 60 familias han sido “expulsadas”, según denuncia el Sindicato de Inquilinos de Castelló, a consecuencia de los incrementos del precio del alquiler, en algunos casos de hasta el doble de lo que pagaban, o porque no les han permitido renovar el contrato.
La arquitecta realizó una visita el pasado 15 de abril, día lluvioso. El informe enumera “grandes manchas de humedad”, charcos en los patios, que no cuentan con desagüe, e incluso tejadillos en los áticos que no están sujetas correctamente y cuya caída “puede ser un peligro para los peatones que están en la vía pública”.
En una de las terrazas hay charcos a consecuencia de la deficiente pendiente y de una colocación del desagüe incorrecta. El voladizo cuenta con un sistema de impermeabilización que no funciona correctamente, “por lo que está completamente negro a causa de la humedad”.
En algunas viviendas, la arquitecta detectó baldosas en la pared completamente desprendidas, grifos de ducha que no funcionan y manchas de humedad de “cierta gravedad”. También abobamientos en el enlucido y grietas, además de manchas de moho. En otros casos, el informe recoge fotografías de un vidrio de la ventana del salón de una de las viviendas con fisuras.
En el garaje, la situación no es mucho mejor. En el techo del aparcamiento aparecen “repetidamente” manchas de filtraciones de agua cercanas a las instalaciones eléctricas y que, en algunos casos, coinciden con las bajantes o con las juntas de dilatación estructural del conjunto. Los trasteros del sótano también cuentan con “humedades de cierta envergadura” y desprendimientos de los enlucidos de los techos.
“De entre estas patologías o faltas, algunas se deben a planteamientos erróneos de origen, y otras a falta de mantenimiento del edificio, pero prácticamente ninguna de ellas se debe al uso cotidiano de las viviendas”, concluye la arquitecta, quien destaca que las entradas de agua en las viviendas los días de lluvia agravan la situación de “insalubridad”.
Las actuaciones que tiendan “a atentar contra la dignidad habitacional de los habitantes (...) siempre que sean encaminadas a forzarle a adoptar una decisión no deseada sobre la misma”, advierte el jurista coautor del informe, pueden ser sancionadas por la Administración con una falta muy grave.
El propietario, según la legislación, es el responsable de mantener la habitabilidad y la seguridad dentro de las viviendas alquiladas y en los espacios comunes y, por tanto, “tendrá que actuar con proactividad para su mantenimiento en buenas condiciones. Los inquilinos, por contra, ”han mostrado una actitud proactiva a la hora de comunicar los desperfectos.
El informe alude a subidas en los alquileres de más de un 20% y a nuevos borradores de contratos ofrecidos por el fondo buitre en los que se otorga el derecho de inspeccionar las viviendas, “lo cual atenta de manera evidente contra el derecho a la intimidad y la inviolabilidad del domicilio”. Además, “solo se han hecho las necesarias reparaciones por parte de la propietaria cuando ha habido una salida de los antiguos habitantes y entrada de otros que han aceptados las nuevas condiciones”.
El 60% de las viviendas, vacías
La concejal de Vivienda del Ayuntamiento de Castelló, María Jesús Garrido, ha participado este martes junto al Sindicato de Inquilinos en una reunión con la dirección territorial de la conselleria para valorar el peritaje. “Este informe muestra incumplimientos tanto en el mantenimiento del edificio como posibles episodios de acoso para que los inquilinos paguen más o se marchen”, ha denunciado la edil de Podem.
“Las prácticas de esta sociedad de capital riesgo han duplicado el precio del alquiler y han dejado más del 60 % de las viviendas del inmueble del Raval Universitari vacías. Este fondo buitre está expulsando a las clases populares de un edificio que cabe recordar que era VPO”, ha insistido Garrido.
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