El sándwich de las cámaras de comercio
“Has venut la memòria com qui ven taronges
per un plat de lentilles podrides que et foraden
el ventre poc a poc com metralla fins a obrir-te
soterranis de fel on pul·lulen les panteres.“
Marc Granell, València. “Corrent de fons”-1999
En el mundo empresarial han sonado las alarmas. ¿Quién gestionará la llegada y la canalización de la mayor aportación de dinero público nunca jamás vista? El anuncio de que la vacuna de Pfizer va de camino y admite pedidos, ha abierto las Bolsas y las ambiciones. La pandemia pasará. Quedarán sus consecuencias en vidas, salud, neurológicas, psíquicas, sociales y económicas. Habrá quien no levante cabeza si logra superar la pandemia y sus secuelas.
Interrogantes
¿En España se canalizarán las astronómicas ayudas a través de las Cámaras de Comercio- corporaciones de derecho público de naturaleza empresarial—o a por medio de las patronales que no son transparentes, acerca de sus niveles de representación empresarial? ¿Están preparadas las Cámaras? Ni CEOE ni CEV dan datos fiables acerca de cuántas empresas pertenecen a sus organizaciones. ¿ Las cantidades ingentes de dinero de la Unión Europea que pasarán por el Estado, bajo el gobierno de coalición PSOE-U.Podemos, irá a las Comunidades Autónomas y de ahí a las empresas? ¿Serán las Cámaras o las patronales las que se lleven el gato al agua? ¿CEOE(en la madrileña calle Diego de León,50 + sindicatos, el lobby instalado en la Cámara de Comercio de España -- en la calle ribera del Loira, 12 de Madrid-- o las 85 Cámaras de Comercio implantadas en territorio español, con 134 años de historia?
Rothchild
Ante el horizonte de una larga época de reconstrucción económica, Lynn Forester de Rothschild, fundadora de la organización sin lucro, Coalition for Inclusive Capitalism, afirma que “ la opinión pública merece saber cómo piensan proteger el bienestar de sus empleados y clientes, el de las comunidades a las que sirven y el del planeta, todas aquellas empresas que reciban tan enormes ayudas.” Rothschild insiste en que los negocios serán juzgados en el futuro por cómo se comporten hoy. De ahí la importancia de la transparencia empresarial, asignatura pendiente en las entidades económico-empresariales españolas. En el panorama pandémico español se ha pasado con sordina sobre miles de irregularidades y estafas detectadas en la solicitud, tramitación y destino de los Ertes que reciben las empresas y pagamos todos los españoles. Delitos execrables que merecen el repudio ético y la condena penal.
¿Quién sobra?
A las Cámaras de Comercio se las quieren merendar. Emparedadas entre la amnesia gubernamental de Estado y la política empresarial. Si son de los empresarios, “pues, para ellos”. No hay nada privado que exista por Ley. Son corporaciones de derecho público creadas por Ley, dependientes de las administraciones autonómicas, allí donde se transfirió esta competencia. En la Comunitat Valenciana están tuteladas por la Generalitat y se rigen por la legislación autonómica y su reglamento. Supervisados por la Conselleria de Economia, entre las que corresponden a Compromís, pilotada por el conseller Rafael Climent y el secretario autonómico, Natxo Costa. Las Cámaras no llevan una vida fácil entre el poder político y el empresarial. Ahora la guerra cameral se encuentra al rojo vivo en Catalunya, en plena vorágine electoral del proceso independista. En Catalunya hay 13 Cámaras de Comercio. La de Barcelona la preside Joan Canadell , además del Consell de Cambres de Comerç de Catalunya. Todas estas corporaciones se rigen por la ley de 2002 cuando el resto de Cámaras españolas lo hacen por la legislación básica de 2014. En la Comunitat Valenciana por la ley autonómica de abril de 2015 y el Reglamento de 2017. ¿Quién administrará las ayudas que lleguen para las empresas catalanas?
De urgencia
La Generalitat de Catalunya ha decidido tramitar su ley autonómica por el trámite de urgencia, contra el criterio de la oposición y de los agentes sociales y económicos: PP, Ciudadanos, PSC, Foment del Treball que preside Josep Sánchez Llibre—gran patronal--, PIMEC, pilotada por Josep González—asociación de pequeña y media empresa—añadidas a Comisiones Obreras y UGT. Extraños compañeros de viaje que se dejaron arrebatar la presidencia de la Cámara de Barcelona por el secesionista Joan Canadell, propietario de Petrolis Independents. Es incomprensible la torpeza de Sánchez Llibre (Foment) y González(PIMEC), dos pesos pesados en la política convergente y en la urdimbre empresarial, que perdieron el control de la Cámaras que tenían casi asegurado por ley. Las Cámaras catalanas y la Generalitat quieren incrementar la representación institucional de las corporaciones camerales, frente a la oposición y los intereses de quienes constituyen en Catalunya la “administración institucional”, en la que las Cámaras pueden legítimamente pertenecer y tener su protagonismo. No sólo en Catalunya sino en el resto de España. Para poder pertenecer a la administración institucional las entidades deberían demostrar que representan al menos al 15% de la totalidad de las empresas o de los empleados, en el caso de los sindicatos. Requisito que no se exige ni se aporta. Nula transparencia. Las Cámaras de Comercio, por precepto legal, representan a la totalidad de las empresas censadas en su demarcación, local, provincial, autonómica o estatal.
Desinformación
Tanto en Catalunya como en el resto de España y en la Comunitat Valenciana, hay un estado generalizado y deliberadamente fomentado, de ignorancia y desinformación sobre la naturaleza y la forma de funcionamiento de las Cámaras de Comercio. Un total de 85 corporaciones camerales en toda España, con más de cinco mil empleados cualificados y conocedores de sus territorios. De ellas cinco son valencianas: Alcoi, Orihuela, Alicante, Castellón y València. Las dos primeras de ámbito local y el resto de perímetro provincial. Las Cámaras de Comercio no son ninguna broma. Ostentan una marca de prestigio, reconocida en toda Europa y en el resto del mundo. Podrían y deberían ser instrumento eficaz e insustituible para hacer frente a los efectos económicos y sociales de la pandemia Covid-19. Son los llamados agentes sociales y económicos, aliados con la miopía de los políticos, los que están impidiendo el protagonismo de las Cámaras de Comercio a la hora de liderar y coordinar la recuperación del tejido empresarial y la vida económica y comercial de los territorios. Antigua batalla que los halcones no abandonan, los políticos ignoran, más o menos deliberadamente y pagan las empresas de base y los intereses generales de la sociedad.
Cámara de España
A raíz de la crisis sanitaria y económica de la Covid-19 se ha comprobado el error del legislador al suprimir el Consejo Superior de Cámaras Comercio de España, por una incomprensible Cámara de España –presidida por el catalán José Luís Bonet desde su creación-- que no cumple con la que debería ser su misión y además nunca contará con la adhesión de las entidades camerales de Catalunya, País Vasco y Navarra, entre otras. Es un organismo ademocrático que ,en el mejor de los casos, tiene influencia en parte de España, rompe con los criterios de unidad de mercado y se contradice con el concepto de la Marca España, que pretende propugnar. Está dirigida y controlada por un lobby empresarial constituido, desde arriba, por grandes compañías pertenecientes al grupo del Ibex-35, más Mercadona y el Corte Inglés, que no cotizan en Bolsa.
Errores
El golpe de gracia a las Cámaras de Comercio se lo pretendió dar el Gobierno socialista de José Luís Rodríguez Zapatero, pésimamente asesorado por su ministro de Industria y Comercio, Miguel Sebastián. Alma del costosísimo proyecto Castor en beneficio de los bancos y ex jefe de estudios del BBVA. De acuerdo con las exigencias de los grupos de presión económicos y financieros, pretendieron acabar con las corporaciones camerales mediante el decreto de 3 de diciembre de 2010, por el que se suprimía la representatividad empresarial de las Cámaras y su financiación mediante la obligatoriedad de las cuotas que pagaban las empresas. Decisiones arbitrarias que no contemplaban ninguna alternativa para la viabilidad de las entidades camerales ni para sus empleados. Quisieron matarlas sin financiación ni representatividad.
El botín
Tuvo que llegar al poder el Partido Popular para comprobar que ni se podía ni convenía, a los intereses españoles, la eliminación a las bravas de las Cámaras. El Partido Popular, con su vicepresidente económico, Rodrigo Rato, asesorados por el diputado Vicente Martínez Pujalte, ex –empleado de la Cámara de Valencia--, dieron a luz la alicorta Ley de Bases de 2014, con gran disgusto por parte de CEOE. Aunque consiguió –por consolación-- incrementar sensiblemente la capacidad de control de las Cámaras de Comercio, por parte de sus tradicionales enemigas, las patronales y las grandes empresas. Detrás y delante de la “urgencia” que se ha desatado en Catalunya para acelerar la Ley de Cámaras, que tienen el resto de autonomías desde 2015, está la canalización de las milmillonarias subvenciones europeas con destino a las empresas de a pie. Un botín que las instituciones europeas no están dispuestas a regalar, por muchos tiburones que lo venteen en el proceloso mar. Las Cámaras valencianas, por su parte y en su línea, lo tienen todo descontado, a las órdenes de sus jefes.
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