Pensemos en grande y revalidemos la victoria del 26 de mayo
Entre el 26 de junio de 2016 y el 28 de abril de 2019 en el PSOE hemos vivido una auténtica revolución. De los 84 diputados electos y el apoyo en modo abstención a un gobierno del PP, hemos pasado a revalidar el gobierno socialista surgido de la moción de censura a la corrupción con 123 representantes en el Congreso y mayoría absoluta en el Senado. Ha sido un periodo motivador, ilusionante, traumático en demasiadas ocasiones pero muy satisfactorio en el resultado.
En la noche del domingo, tal como se avanzaba en el escrutinio de resultados de las elecciones una avalancha de felicitaciones constató la percepción que me ha acompañado estos casi 3 años: supimos convertir la mayor crisis sufrida por un partido centenario, en el acicate necesario para dar respuesta a los anhelos de la ciudadanía a la que representamos.
La celebración conjunta de las elecciones estatales y autonómicas en la Comunitat Valenciana ha propiciado un escenario muy beneficioso, ya que la unión del destino del Presidente Sánchez y el President Puig se ha traducido en un respaldo mayoritario y que el PSPV-PSOE sea también – como lo es el PSOE a nivel estatal- el partido más votado.
Los 743.880 votos (204.602 más que en 2016) para el PSOE a las cámaras estatales y los 637.673 votos (128.575 más que en 2015) para Les Corts Valencianes suponen un respaldo mayoritario a las políticas llevadas a cabo por el PSOE en los diferentes ámbitos institucionales.
Nos hemos pasado la larga campaña intentando trasladar a la ciudadanía una gestión impoluta en la que la prioridad ha sido articular medidas que ayudaran a que cada persona pudiera desarrollar su proyecto de vida, sea este el que fuera. La igualdad entre las personas – entre géneros pero también independientemente del lugar en el que residan, sean jóvenes o mayores, estudien o trabajen,… -; la educación en valores, la sanidad universal, la cobertura administrativa y sobre todo la seguridad jurídica que toda persona requiere. Pero por desgracia el relato demagógico de los partidos de derechas ha impuesto una vía argumentativa que alertara de los riesgos de un gobierno involucionista.
La provincia de Valencia ha sido clave una vez más en los triunfos del PSOE. En las estatales 393.213 y en las autonómicas 323.879 personas han votado al PSOE. La aportación respecto a las votaciones anteriores se ha situado en 107.481 y 68.640 respectivamente, lo que supone más del 50% del incremento total del respaldo socialista en la Comunitat Valenciana en ambos comicios.
La celebración en menos de un mes de cuatro comicios electorales obliga a que tras los dos primeros, las jornadas posteriores se dediquen al análisis de los respaldos y la reflexión de las acciones. A grandes rasgos y con los resultados en la mano la euforia podría llevar a pasar por alto aspectos que debemos tener en cuenta. Las elecciones Europeas y Municipales del 26 de mayo no están ganadas, requieren atención especial por cuanto se trata en un caso de reforzar el bloqueo e impedir el ascenso a la extrema derecha en Europa; y por otro conseguir incrementar el número y el peso de los gobiernos socialistas en los ayuntamientos valencianos.
La traslación de resultados estatales o autonómicos dibuja un mapa erróneo, porque el elector decide y emite su voto con parámetros diferentes. En los gobiernos municipales, la empatía con los candidatos y la gestión realizada en los últimos 4 años supone un pilar básico para lograr el respaldo a una formación, pero no siempre es determinante, hoy el PSOE parte con la “ventaja” de una marca en alza y la visibilización de que un gobierno del mismo signo que el autonómico y el estatal beneficia la colaboración institucional.
Los 266 municipios que componen la provincia de Valencia tienen una idiosincrasia variable y totalmente distinta entre ellos, “cada uno es un mundo”. El objetivo es ganar en todos y para ello es fundamental el conocimiento minucioso de sus realidades. En los últimos meses la actividad frenética ha incrementado más si cabe la palpación de las diferentes realidades y la suma de ellas es lo que me permite tener intacta la esperanza de la reválida en esta segunda vuelta electoral.
Las reuniones, los actos sectoriales, los mítines, el reparto y explicación de programas, incluso los cafés rápidos en las terrazas de la provincia, han supuesto un intercambio de experiencias, problemáticas, urgencias y prioridades fundamental para afrontar los próximos cuatro años. Hay algo de novedoso en estos meses que ya me hizo sospechar en su momento que el respaldo iba a ser mayoritario; hacía muchos años que la ciudadanía no se acercaba a nosotros, casi me atrevo a decir que los perseguíamos para entregarles un díptico con nuestras propuestas. Estos meses todo ha sido muy diferente, he visto como en cada municipio de nuestra provincia personas mayores y jóvenes, hombres y mujeres, reclamaban nuestra atención en espera de respuestas a sus inquietudes. He visto actos del PSOE llenos de rostros anónimos que se mezclaban con naturalidad con los militantes socialistas; he visto mujeres apoyando nuestras reivindicaciones; he visto como un anciano en silla de ruedas se cubría de la lluvia con la gorra mientras micrófono en mano le explicaba la política de mejora de becas para la universidad de su nieta. Y esto es muy grande.
Hace unos días el PSOE volvió a ser el partido más votado gracias a toda esa gente y gracias al trabajo de la militancia socialista que ha mantenido 140 años este partido. El día 26 de mayo tenemos que volver a ganarnos el respeto y la confianza de la ciudadanía y conseguir gobernar más ayuntamientos. Recuerden que de esos comicios depende también el gobierno de la Diputación y en cada partido judicial debemos obtener la representación adecuada para poder seguir desarrollando políticas de progreso y justicia social. El esfuerzo realizado por todos y cada uno de nosotros para presentar más candidaturas municipales que nunca, se debe traducir en la consecución de una Diputación con mucho más peso socialista.
Pensemos en grande, huyamos de personalismos, hagamos bien nuestro trabajo y la ciudadanía en su conjunto saldrá beneficiada.
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