Vengo desde vuestro futuro a contaros las consecuencias de los gobiernos del PP y Vox
Acaba el año 2025 y en España hemos celebrado los 50 años en libertad. En este contexto parece una broma de mal gusto el crecimiento del partido que añora un régimen fascista como fue la dictadura de Franco. Vox no esconde sus pretensiones y defiende sin ambages las políticas racistas, xenófobas y de recortes de derechos y libertades, sobre todo contra las mujeres. Pero es la connivencia del Partido Popular la que está permitiendo que la ultraderecha gobierne el destino de miles de españoles y españolas. Eso sí, sin el desgaste que supone la gestión.
Estos días, la nueva portavoz del gobierno, Elma Saiz, dijo algo así como que “quizás la ciudadanía no está sufriendo las consecuencias de esos gobiernos, no están sufriendo las consecuencias de la involución de esas políticas” deslizando la idea de que los y las españolas no secundarán esos gobiernos en el momento sufran en sus carnes las medidas que Vox obliga y PP implanta sin ningún rubor.
Pues bien, si la tendencia de voto sigue el patrón de las elecciones en Extremadura, yo, que vivo en vuestro futuro, os cuento qué pasará.
A todos los niveles el PP está implantando en mi Comunitat, la valenciana, los postulados que la extrema derecha le plantea y os aseguro que los populares no están a disgusto en ese escenario. El primer pacto se dio aquí, en la Comunitat Valenciana, entre seis señores, entre los que había un condenado por maltrato a su exmujer, que firmaron un pacto – llamado el Pacto de la Servilleta, porque ese fue el soporte en el que se enumeraron las condiciones-. Bajada de impuestos a los ricos, rechazo a los inmigrantes, supresión ayudas a ONGs, eliminación lenguaje inclusivo, negación de la violencia machista y por supuesto negacionismo climático.
Pero yo me quiero centrar en estos 50 años de Libertad que acabamos de celebrar. En materia de Memoria Democrática el gobierno de Mariano Rajoy ya hizo alarde de su repulsa a estas políticas asignando 0 euros en sus presupuestos, pero nunca se atrevió a modificar o derogar la Ley de Memoria de Zapatero.
Hoy las cosas han cambiado, en la Comunitat Valenciana si sufrimos las consecuencias de un Consell del PP con el apoyo de Vox:
La primera medida, estando Vox en el Consell, fue el recorte presupuestario en Memoria, dejando exclusivamente fondos para aquellas actuaciones que ya estaban comprometidas por el Consell de Ximo Puig y que no podían hacer desaparecer.
Pocos meses después, en julio de 2024, no solo derogaron la Ley Autonómica de Memoria Democrática y por la convivencia en la Comunitat Valenciana, sino que aprobaron con sus 53 votos en el Parlamento, la Ley de Concordia, un texto legal que blanquea la dictadura e iguala a las víctimas con sus verdugos. El recurso presentado por el Gobierno de Pedro Sánchez por inconstitucionalidad ha paralizado su aplicación, pero no las intenciones y la inacción del Consell de Mazón y ahora de Pérez Llorca respecto a las políticas de Memoria.
En apenas dos años se ha pasado de un presupuesto que superaba los tres millones de euros a apenas un millón; se han dejado a mínimos las ayudas a ayuntamientos y diputaciones para exhumaciones y/o acciones de difusión de la memoria; han recortado en 100.000€ la colaboración con el centro Fisabio dedicado a la investigación e identificación de restos; han excluido a las asociaciones memorialistas de cualquier ayuda; etc…
Pero eso sí, hoy, gracias a una subvención nominativa, el arzobispado de Alicante-Orihuela podrá restaurar a un lugar a la vista de todos la Cruz de Callosa de Segura levantada en su momento en honor y homenaje a los caídos por Dios y por España y retirada por el Ayuntamiento del PSPV en cumplimiento de la Ley de Memoria.
Y saben por qué, porque añoran esa España de los vencedores y los vencidos, porque niegan la historia, porque mantienen el relato del dictador con el que durante tantos años engañaron a tanta gente y porque son los herederos de sangre y de ideología de quienes vivían mejor con la dictadura a costa del sufrimiento, la podredumbre y el hambre del resto.
Las consecuencias de sus gobiernos en la Comunitat Valenciana son el freno que sufrimos a las exhumaciones, la negación a las políticas de visibilización de las víctimas, el parón en identificaciones, la negativa a seguir retirando vestigios, a investigar la trama de bebés robados, la paralización del mapa de fosas o la web oficial de Memoria…
Las consecuencias son el borrado absoluto, el cambio incluso en los términos. En la Comunitat Valenciana ha desparecido del Consell la Memoria Democrática, ellos la llaman “violencia política y social” y apelan a una mal entendida Concordia.
Háganme caso o al menos reflexionen antes de que sea tarde, no esperen a sufrir las consecuencias, pónganle freno a la escalada porque sí, hoy los gobiernos de un PP que abraza a Vox tienen consecuencias nefastas.
Recuerden, yo vengo del futuro para contarles lo que les puede pasar si no le ponen remedio.
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