Isabel Bonig carga contra Ximo Puig y Mónica Oltra y propone su propio modelo de inmersión lingüística
La política educativa ha sido el principal blanco de las críticas del PP al Gobierno en el debate de política general de este miércoles. Como era previsible, su portavoz, Isabel Bonig, ha criticado el decreto de plurilingüismo - el “chantaje lingüístico”, como ella lo llama- e incluso ha presentado su modelo alternativo: fomentar el valenciano en zonas castellanohablantes y que en uno de cada cinco nuevos colegios se impartan el 80% de las asignaturas en inglés.
La síndica popular, en su habitual tono combativo, se ha referido al president como “un socialista convertido en populista” que “promete más que habla ”. Sin embargo, tras referirse a Puig como el president “inexistente”, ha dirigido su artillería contra Vicent Marzà, Mónica Oltra y Compromís. La dirigente ha calificado a la vicepresidenta como “la más demagoga de este parlamento” y ha acusado a la formación de, con lemas de las CUP, querer buscar “la exaltación de las masas”. Tras ello, ha pedido al president: “No venda esta bendita tierra a los independentistas”.
Las propuestas económicas de la portavoz popular se han centrado en la reducción de impuestos a las clases altas: eliminar el impuesto de sucesiones y reducir el de patrimonio; así como no aplicar la tasa turística, la tarifa plana para autónomos durante dos años y la bonificación del IRPF para aquellos que generen pocos ingresos.
Como si de una clase de Barrio Sésamo se tratara, Bonig ha enunciado los compromisos del anterior debate se política general que, según defiende, no se han cumplido, mientras sus diputados coreaban “no existe”. El foco lo ha situado en la reapertura de la radiotelevisión pública, el plan para el Cabanyal y el IES Cremona (símbolo de los barracones), que “podrían ser camisetas”.
