Ribó y Mollà acusan al puerto de València de ocultarles datos sobre el impacto de la ampliación en la costa de El Saler
Frente común para fiscalizar la ampliación norte del puerto de València. Esta es una de las lecturas de la reunión que han mantenido este jueves la consellera de Emergencia Climática, Mireia Mollà, el alcalde de València, Joan Ribó, y el vicealcalde segundo y concejal de Ecología Urbana, Sergi Campillo, todos ellos compañeros de la coalición valencianista Compromís.
Ambos han acusado al presidente de la Autoridad Portuaria de València (APV) de ocultar información sobre el posible impacto de la ampliación norte del puerto en la costa del Saler, al no tener desconocer que para rellenar los nuevos muelles se cogerán 350 hectáreas de arena procedentes del dragado de los fondos marinos de esta zona, necesarios para ampliar el canal de acceso al puerto y garantizar la llegada de grandes buques, según ha avanzado el diario Valencia Plaza.
Según Ribó, “nos produce una profunda preocupación que este dragado se haga en la zona de El Saler por la afección que puede tener en las playas del sur, muy castigadas ya de por sí por la presencia del puerto; si además se draga la aportación natural de arena de estas playas nos podemos encontrar con una regresión de estas playas que puede amenazar hasta la Albufera”.
El primer edil ha asegurado que este aspecto tiene repensarlo: “era un tema del cual no teníamos información y por eso voy a solicitar formalmente esta parte del proyecto para que la analicen los técnicos de Medio Ambiente”.
Rbó ha reconocido la importancia del puerto por su actividad económica, pero “el puerto no se puede hacer sin respetar los elementos fundamentales de la ciudad como las playas del sur”.
Por su parte, la consellera Mollà ha comentado que “la Conselleria quiere conocer todos los extremos de este proyecto de ampliación porque me parece que no es bueno que el puerto haga gala de transparencia y positivismo y que ellos tengan la custodia de la información y del expediente y que no podamos conocer las administraciones y la sociedad en general cuáles son los extremos de esta ampliación que implica un dragado que debemos ser capaces de evaluar y tener en cuenta las repercusiones que puede tener sobre las playas”.
Por su parte, fuentes de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) han asegurado que el dragado que se contempla “se realizará en la Zona 2 de las instalaciones portuarias, en el canal de acceso ya existente”, esto es, en “área de servicio del puerto”.
El Puerto de Valencia tiene previsto dragar el actual canal de la bocana del recinto portuario hasta una profundidad de 22,5 metros, para adaptarlo a las nuevas dimensiones y necesidades de las embarcaciones y que puedan desarrollar sus operativas sin restricciones y con total seguridad.
Las mismas fuentes han explicado que “en cualquier caso, la propiedad de los materiales que se extraigan será de la Dirección General de Costas”, dependiente del Ministerio para Transición Ecológica, que será el que determine lo que se hará con el material.
En el caso de los dragados que el Puerto de Valencia contempla, los materiales que se extraigan “no solamente no serán de las arenas del Saler, sino que posiblemente parte del referido dragado podría destinarse a nuevas aportaciones para las playas del sur de Valencia, si así lo determinase Costas”.
Cambios en el proyecto sin un nuevo informe ambiental
Como avanzó eldiario.es, la construcción de la nueva terminal de contenedores, que supondrá modificar el proyecto inicial al trasladarse la terminal de cruceros a los astilleros de Boluda, eliminar un contradique y prolongar 500 metros el actual dique de abrigo.
Pese a estos cambios, la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) descarta realizar una evaluación de impacto ambiental al considerar que legalmente no es preceptivo y que la elaborada en el año 2007 cuando se presentó el proyecto sigue siendo válida.
Uno de los argumentos esgrimidos por la APV para no realizar una nueva declaración de impacto ambiental es que todos los trabajos se desarrollarán en el interior del perímetro del puerto. Sin embargo, los trabajos de dragado y extracción de arena sobrepasan estos límites.
En cuanto a la afección a las playas del sur, el proyecto de 'Regeneración de las playas del Saler y Garrofera (Valencia)' que la Demarcación de Costas de València, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica, ha sacado a información pública, pone el foco en el crecimiento del recinto portuario como uno de los principales responsables de la erosión de las playas del sur que amenaza seriamente al Parque Natural de la Albufera.
Según el documento, “se ha detectado un retroceso generalizado de la línea de costa a lo largo de todo el frente costero desde el puerto de València hasta el cabo de Cullera. El retroceso sufrido desde 1965 hasta la actualidad llega a alcanzar hasta 70 metros en las zonas más erosionadas”.
En este punto, profundiza en los principales causantes de esta situación: “la construcción del puerto y sus posteriores ampliaciones, el plan sur de València en el que se definía el nuevo trazado del río Turia y el plan urbanizador entre 1965 y 1981 que supuso la construcción de 40 bloques de edificios, carreteras y un paseo marítimo en sustitución de la primera alineación dunar”.
La principal consecuencia de todos estos factores es que “en la actualidad el proceso regresivo amenaza, de forma especial, a los ecosistemas de la Dehesa, por el estrechamiento de la restinga que cierra la Albufera”.