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Los trabajadores denuncian esperas de más de 24 horas en urgencias del Hospital de Alzira para lograr una cama

El hospital de la Ribera, en Alzira

elDiariocv

Valencia —

“Un día cualquiera de mayo a las 9.00 horas en el Servicio de Urgencias del Hospital de la Ribera, en Alzira, hay 37 pacientes pendientes de cama de hospitalización, que llevan más de 24 horas en espera”. Esta situación, explican desde el comité de empresa de Ribera Salud, se produjo habitualmente durante el pasado mes de mayo: “No es una sorpresa que el servicio de urgencias se convierta en una planta más de hospitalización puesto que cuando bajan las temperaturas entre noviembre y febrero se llega hasta 52 pacientes en urgencias pendientes de cama hospitalaria -reseñar que una planta de hospitalización en este hospital da cabida a 28 pacientes lo que como mínimo requiere dos DUE y dos Auxiliares de Enfermería por turno para la atención sanitaria-”.

El comité denuncia la presencia de pacientes en los pasillos de urgencias, donde permanecen ingresados a la espera de habitación en planta, “carentes de las comodidades mínimas y de intimidad a la hora de realizar exploraciones o pruebas, unas condiciones que se mantienen una media de 36 horas”.

Mientras tanto, apuntan los trabajadores que en el servicio de urgencias del hospital de Alzira, para las 37 camas pendientes de ingreso “se pone un refuerzo de enfermería y a veces de auxiliares pero nunca de celadores”. Este personal, sostienen desde el comité, a veces es contratado como refuerzo pero en otras ocasiones se sustrae de otros servicios o plantas, “siguiendo el dicho 'vestir a un santo para desvestir a otro'. No es extraño cubrir la demanda de urgencias con personal de enfermería de áreas no críticas, tales como consultas externas y de neurofisiología, a costa de anular citas de pruebas, consultas o dejar otras a cargo de tan solo personal facultativo y de auxiliares, que conlleva aumento de lista de espera y menos calidad asistencial”.

Para la cobertura de estos refuerzos en el servicio de urgencias, aseguran que también se suele desplazar al personal de enfermería de intensivos, todo ello a pesar de que en esta área de medicina intensiva (UCI) “son constantes las quejas de falta de enfermería y auxiliares, no cumpliéndose las normas recomendadas por el Ministerio de Sanidad y Política Social”: Una enfermera para cada dos camas de unidad de críticos y un auxiliar para cada cuatro camas.

Así, en el hospital de la Ribera hay, según denuncia el comité de empresa, una enfermera para tres o cuatro camas de intensivos y un auxiliar para ocho camas. “Para cumplir las recomendaciones de las sociedades científicas y dar un servicio de calidad en estos momentos se debiera dimensionar la plantilla de la UCI en 20 enfermeras más y en 10 auxiliares de enfermería más”. “Ahí es nada de cómo está funcionando este servicio con 26 camas que siempre está lleno, debido sobre todo a la alta actividad quirúrgica que se lleva a cabo sobre pacientes del departamento y de fuera del mismo”.

Celadores también insuficientes

Otro problema es el de los celadores, que explican se comparten con el resto del hospital: “Además de ser insuficientes, no dan abasto con tal cantidad de pacientes que movilizar”. “En la radiología simple se llegan a producir horas de retraso en la realización de radiografías, porque además de las tareas que existen en el servicio de urgencias con la escasa cuantía de los celadores hay que sumarle los cuidados que requieren los pacientes que se encuentran ingresados en urgencias como si fuese una planta de hospitalización más”, sostienen. “Y como estos celadores además son compartidos deben realizar tareas en otras áreas hospitalarias. A esto se añade la falta de sillas de ruedas, palos de gotero e innumerables carencias de recursos a los que tienen que hacer frente muchas veces con medidas imaginativas e improvisadas”.

“Lo que realmente se esconde detrás del colapso habitual del servicio de urgencias en estos días de mayo no es el frío ni patologías relacionadas, sino que en el hospital permanecen recursos inactivos para la solución del problema de estos pacientes”, insisten los representantes de los trabajadores, que comentan como hace unas semanas “no se doblaron dos salas de hospitalización como viene siendo habitual cuando se dan estas circunstancias, supuestamente para no aumentar la contratación de personal necesario para la atención de estos pacientes en sala. Claramente esta medida está repercutiendo en la atención a los usuarios y en un desborde de las tareas de los profesionales que no pueden más”.

Así, hasta el 18 de mayo se habían acumulado 397 pacientes esperando cama de hospitalización, mientras que en las mismas fechas de 2016 eran 65, “es decir, este año se ha producido un incremento del 600%”.

Reducción de recursos

Durante 2016, según los trabajadores, en el área de urgencias del hospital de Alzira se produjo un incremento del 10% de pacientes: “¿Cómo respondió la empresa? Eliminando tres recursos de facultativos, que fueron asignados a otras áreas como la UHD o atención primaria, y lo único que se ha conseguido es un perjuicio hacia los facultativos de dicho servicio, que tienen una sobrecarga asistencial y un burn-out [están quemados laboralmente hablando] debido a la falta de recursos, sin contar bajas sin cubrir, días de libre disposición, e incidencias, que algunos han sido sustituidos por facultativos de atención primaria, que no están familiarizados ni con el tipo de pacientes ni con las técnicas y protocolos de atención de los servicios de urgencias hospitalarios, constituyendo una merma más en la atención de calidad que merecen los pacientes de urgencias”.

El comité entiende que Ribera Salud no debe permitir estas situaciones, de falta de personal, recursos y espacio: “Reivindicamos que se destinen todos los recursos necesarios a la mejora en la atención del paciente exclusivamente”.

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