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La Valencia de Joan Ribó acuerda cobrarle a la Iglesia el IBI de inmuebles destinados a negocios

Joan Ribó junto al cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, en el ayuntamiento

Agencias / eldiariocv

Valencia —

El pasado mes de noviembre, el alcalde de Valencia, Joan Ribó, anunciaba su intención de cobrar el IBI a la Iglesia, un impuesto del que debían quedar libres los edificios de culto religioso, una medida que tenía previsto proponer a los alcaldes españoles que participen en la cumbre municipal que se debe celebrar los días 16 y 17 de febrero en la capital valenciana.

Pues bien, este jueves, el pleno del ayuntamiento ha aprobado una moción presentada por València en Comú -acordada con sus socios de gobierno de PSPV y Compromís-, con el rechazo de PP y Ciudadanos, por la cuál se aboga por una modificación legislativa para eliminar las exenciones fiscales de las confesiones religiosas y que paguen el IBI sobre inmuebles destinados a negocios, así como también se insta al Gobierno a renegociar el Concordato con la Santa Sede.

En el acuerdo de la moción se plantea que en el caso del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) sólo queden exentos los inmuebles destinados a culto o a asistencia social, y se insta al Ministerio de Hacienda a hacer público el listado de la Ley Hipotecaria de 1946 relacionada con propiedades eclesiásticas. Precisamente, el Ayuntamiento de Valencia calcula en 5 millones anuales los impuestos que podría recaudar de la Iglesia.

Entre otras cuestiones, también plantea que los reglamentos de honores municipales y protocolos de sus entes públicos se adecúen a la aconfesionalidad del Estado y que en espacios municipales públicos no haya simbología religiosa, salvo en lo que signifique un bien patrimonial e histórico contrastado.

De igual modo, insta al Ayuntamiento a celebrar actos y conmemoraciones “exclusivamente de carácter civil”, a excepción de los que suponen un legado cultural o festivo, por lo que Peris ha defendido que no desaparecen “ni la Ofrenda -floral a la Virgen de los Desamparados en Fallas- ni la Semana Santa ni -la procesión que se celebra en- el Corpus” Christi.

Igualmente, contempla facilitar ceremonias civiles de matrimonios y funerales y que en los cementerios municipales se puedan celebrar entierros “sobre la base de sus creencias y convicciones”, así como garantizar la “neutralidad” confesional en los colegios electorales.

Además, se preguntará al Congreso y al Gobierno a elaborar un protocolo para la organización de actos “in memoriam” de carácter civil promovidos para las autoridades públicas por catástrofes, homenajes, atentados o muerte de personalidades, y se acuerda la incorporación de Valencia a la Red de Municipios por un Estado laico.

No sembrar divisiones

El portavoz de València en Comú, Jordi Peris, ha asegurado que no querían “sembrar divisiones” pese a “lo polémico” del asunto y ha defendido que el Estado laico garantiza “la libertad y la concordia” y que el objetivo es “avanzar en el laicismo institucional y el respeto a la libertad religiosa y de conciencia”.

“No vamos a destrozar iglesias ni quemar retablos ni impedir que se entre a iglesias sinagogas o mezquitas”, ha afirmado para aceptar que sean expertos quienes decidan qué elementos culturales y patrimoniales son tradición, después de que el portavoz de C's, Fernando Giner, dijera que no se fiaba de su criterio.

“Retroceso” a la Constitución del 31

El portavoz del PP, Eusebio Monzó, ha asegurado que esta moción “divide a los valencianos, retrocede a la Constitución del 31 y vuelve a ser una política de gestos más que de gestión porque algunos puntos ya se están haciendo e ignora la realidad, la historia y las tradiciones”, y ha argumentado que la rechazan porque les piden renunciar “a lo esencial” de sus creencias.

Para el edil de Ciudadanos Fernando Giner son trece puntos “dispares y contradictorios”, y algunos “absurdos” como las bodas civiles, que ya celebran los concejales, que hace imposible “un acuerdo y discurso coherente” y ha reprochado que haya habido un receso de apenas cinco minutos para debatir sus enmiendas.

La agenda del gobierno “debía ser otra”

Antes del pleno, la portavoz del PSPV, Sandra Gómez, ha explicado que votaría a favor con las modificaciones aportadas por su grupo, aunque ha considerado que “no aporta” nada diferente al Código de Transparencia y Buen Gobierno que firmaron con la Generalitat, y que València en Comú tiene derecho a plantearla como partido pero como gobierno “la agenda debía ser otra”.

El concejal de Cultura Festiva, Pere Fuset (Compromís), ha pedido al PP que tras casi dos años en la oposición “abandone su discurso del miedo”, que “crispa” y “divide”, en temas “tan sensibles como fiestas o los sentimientos religiosos” y ha defendido la apuesta del Ayuntamiento por las fiestas religiosas, que “no se ha cargado sino que ha recargado”.

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